CONFERENCIA EN EL MUSEO HISTÓRICO
Homenaje a los segunderos de la Historia
El periodista Jorge Reynoso Aldao y el historiador Darío Macor brindaron una conferencia tamizada por anécdotas, guiños y puntos de contacto que enlazan a sus respectivas disciplinas.

"Sólo dos nombres como los de Reynoso y Macor pueden convocar a tanta gente en una noche como ésta", arriesgó Alicia Talsky, directora del Museo Histórico, lugar donde se llevó a cabo el jueves la conferencia: "Periodismo y literatura", organizada por la Asociación Amigos del citado organismo.

Afuera, la llovizna y el viento helados se habían hecho dueños del atardecer.

El encuentro fue una excusa para homenajear a Jorge Reynoso Aldao, uno de los periodistas más lúcidos que ha dado esta ciudad.

"Hay, en cada crónica, una idea del mundo", introdujo Reynoso su visión sobre la disciplina. Y enseguida vinculó esta definición a su concepción sobre la historia: "Entre periodismo e historia no hay una tajante división. El periodismo tiene sus fronteras con todas las vetas del conocimiento en general. Se nos ha llamado los `segunderos de la historia', porque estamos en permanente contacto con la realidad. Somos especialistas en generalidades", opinó.

Reynoso citó a intelectuales y periodistas que, a lo largo de las distintas épocas fueron aproximándose -desde el pensamiento teórico y también desde el campo de la política y de la poesía- a una definición sobre las dos disciplinas. Por su discurso desfilaron desde el italiano Alberto Moravia hasta Zygmunt Baumann o Raymond Aron, desde el poeta Francisco Luis Bernárdez hasta José Rafael López Rosas.

Reynoso aprovechó su alocución para realizar un homenaje a tres periodistas "tremendamente olvidados": "Uno es Luis Ramírez, quien es autor de una larga carta en la que cuenta las peripecias de Gaboto, donde hace la crónica del incendio de Puerto Gaboto. El otro, José Rivera Indarte: proscripto de Rosas, escribió `Tablas de sangre', donde da la lista de los asesinados por esa dictadura", explicó.

Sobre el escritorio, un voluminoso ejemplar atestado de señaladores fue el soporte de su exposición. "La provincia de Santa Fe en el primer centenario de la independencia argentina", era el título del libro. El autor: Eduardo Güidotti Villafañe.

El expositor destacó algunos capítulos de ese texto, como el de "Educación", escrito por Salvador Caputto, fundador de los diarios La Palabra y El Litoral; o el apartado que firma Miguel Carlos Pereyra, donde realiza una sinopsis del periodismo del Río de la Plata. "Es un libro increíblemente ignorado. Rescatarlo es un homenaje que le debemos a Güidotti Villafañe", insistía el disertante, mientras iba de un capítulo al otro.

El libro también contiene una extraordinaria monografía económica de la provincia, un capítulo dedicado a los ferrocarriles, otro a la historia de la agricultura, una parte destinada a Rosario y, finalmente, un complejo detalle de mapas y planos de cada departamento de Santa Fe.

CON EL PODER, FRENTE AL PODER

Darío Macor partió de una premisa: hablar menos que su antecesor. Fue a modo de una pequeña "venganza": Reynoso había insistido en hacer meramente "una introducción" a la charla del historiador.

"Hace tiempo que con Jorge nos reunimos. Yo aprovecho la cantidad de información que él tiene en su `disco rígido', no sólo sobre Santa Fe, sino en una dimensión integral", reconoció Macor. A su lado, Reynoso intervenía con risueñas anécdotas y comentarios sobre la historia santafesina que estudió y de la cual, en parte, fue testigo.

"En el siglo XIX, era difícil establecer una frontera que separara al periodismo de la historia. Sólo cuando la sociedad comenzó a complejizarse, cada uno de los oficios comenzó a tener núcleos sustantivos más diferenciados. Esto se dio a principios del siglo XX", sostuvo el historiador.

"En Argentina, junto a una transformación social considerable, se producía un cambio cultural sin igual: la constitución de la Argentina letrada, que construyó un mercado de lectores novedoso hasta entonces. Y esto se plasmó en la conformación de un público consumidor de diarios", explicó.

"Paralelamente, aparecen los primeros historiadores profesionales. Entre 1860 y 1920, se da un proceso en el que conviven la complejización de la sociedad, el nacimiento de diarios cuyas características son muy distintas a los del siglo anterior, y la aparición de intelectuales que empiezan a presentarse en su carácter de historiadores".

En la sociedad anterior a este proceso, aquella del siglo XIX, rescató a dos autores: Bartolomé Mitre y Pedro de Angelis. El primero, además de ser creador del diario La Nación y de su vasta trayectoria política, fue "el fundador de los primeros trazos firmes de la historiografía argentina".

El segundo, "historiador y periodista de Rosas", realizó un trabajo de archivo fundamental para las investigaciones posteriores. "Son dos personajes que nunca se reconocieron; al igual que Saldías, el primer historiador que se atrevió a trabajar Rosas", señaló.

"Mitre y De Angelis encarnan dos problemas típicos de la historia y del periodismo: qué hacer con el poder, uno; y qué hacer frente al poder, el otro", concluyó Macor.

La charla duró poco más de una hora. Afuera, la lluvia y el viento se habían unido para provocar los primeros chispazos.

NATALIA PANDOLFO