La Cámara Civil concedió el divorcio vincular a un matrimonio, pese a que ambos cónyuges admitieron que viven juntos y anunciaron que seguirán haciéndolo aún después de disuelto el vínculo nupcial.

El fallo, que parece llamado a despertar un profundo debate, fue dictado por la Sala B de la Cámara Civil, con las firmas de los jueces Mauricio Mizrahi, Gerónimo Sanso y Claudio Ramos Feijoo.

En primera instancia, la Justicia había rechazado el divorcio porque no cumplía con lo establecido por el artículo 214, inciso segundo, del Código Civil, que establece como condición para la ruptura del vínculo "la separación de hecho de los cónyuges sin voluntad de unirse por un tiempo continuo mayor de tres años".

En este caso, ambos integrantes de la pareja manifestaron: "Sin perjuicio de que habitamos el mismo domicilio real ..., lugar en el que seguiremos habitando, manifestamos que nos encontramos separados de hecho y sin voluntad de unirnos desde el 3 de febrero de 2003".

Además, argumentaron que entre ellos "no media cohabitación ya que no realizan vida marital", y para mayor claridad explicaron: "No dormimos juntos, sino en dormitorios separados desde la fecha señalada".