El mecanismo ya se utiliza con carácter excepcional, pero ahora se aplicará a todas las causas con impacto social o institucional que lleguen al máximo organismo de Justicia de la Nación.
La Corte Suprema de Justicia resolvió establecer un calendario semestral de audiencias públicas destinadas a escuchar argumentos enmarcados en "casos específicos" con impacto público y trascendencia institucional, a los efectos de que la ciudadanía pueda conocer los términos en los cuales se plantea el debate en cada uno de ellos.
Según informaron fuentes del organismo a El Litoral, la acordada fue firmada ayer y el cronograma de audiencias se establecerá para el primer semestre de 2008. No obstante, hoy se desarrollaba una referida a la asistencia alimentaria a aborígenes de Chaco -para verificar el cumplimiento de lo ordenado oportunamente al Poder Ejecutivo Nacional y al gobierno de esa provincia- y el día 28 habrá otra sobre la contaminación del Riachuelo.
La convocatoria a una audiencia pública, que en realidad constituye una diligencia excepcional en la Corte, requerirá la firma de al menos tres ministros del tribunal, y las sesiones "serán filmadas y grabadas", consigna la información de prensa distribuida por la Corte.
La modalidad ya fue utilizada en varios casos, como el del Riachuelo y también en otro referido al estado de las cárceles bonaerenses. Es una mecánica habitual en la Corte de Estados Unidos, que fue analizada en la visita mantenida recientemente por el presidente del Tribunal argentino, Ricardo Lorenzetti y el ministro Juan Carlos Maqueda.
"La propuesta es asimilar el trabajo a la Corte norteamericana, con mayor participación pública y una mayor participación ciudadana en esos debates. Mejora la transparencia y la calidad del trámite de los casos; los abogados tendrán que esforzarse más y la Corte también", dijo Lorenzetti, en declaraciones reproducidas hoy por el diario La Nación.
La diferencia estará dada, en todo caso, por limitaciones propias del volumen de causas que se maneja en cada caso; un tema sobre el que la actual conducción de la Corte argentina está trabajando activamente. Y es que su homóloga estadounidense trata anualmente menos de un centenar de casos, mientras que en Argentina, hay que hablar -según una fuente de la misma Corte- de "30 mil".
Calidad institucional
En la acordada suscripta ayer, se fundamenta la decisión en el objetivo de "elevar la calidad institucional en el ámbito del Poder Judicial y profundizar el estado constitucional de derecho vigente en la República".
Con el nuevo sistema de audiencias, el tribunal procura poner "a prueba, ante los ojos del país, la eficacia y objetividad de la administración de justicia".
La Corte diferenció tres tipos de audiencias: informativas, conciliatorias y ordenatorias. Asimismo, el tribunal resolvió que los jueces podrán interrogar a los abogados que participen de las audiencias, "sin que ello implique prejuzgamiento", mientras que las actas de las sesiones serán públicas.
El propósito del Tribunal es otorgar este tratamiento preferencial a "toda causa que tenga impacto público y trascendencia institucional", con el objetivo de cumplir con las premisas de dar respuestas efectivas y de cara a la sociedad a las numerosas demandas que recibe el Poder Judicial, y conforme a los lineamientos sustentados en cada uno de los encuentros y seminarios de jueces desarrollados en los últimos meses.
20 minutos
Los abogados de las causas más importantes que se ventilen en la Corte contarán con un lapso de 20 minutos para exponer sus respectivos puntos de vista. Según se aspira, no serán un resumen de los escritos, sino una oportunidad más para tratar de convencer a los magistrados de sus puntos de vista. Los ministros también aprovecharán la instancia para hacer a los profesionales las preguntas que consideren pertinentes.
De la Redacción de El Litoral
