Declaraciones del presidente Xavier Musca
Club de París considerará las propuestas argentinas
Su titular dijo que serán consideradas "con espíritu positivo". Pero que desde las elecciones no recibió ninguna propuesta formal.

El titular del Club de París, Xavier Musca, dijo que "se considerará con un espíritu positivo cualquier propuesta de la Argentina orientada a cancelar la deuda del país" con ese organismo multilateral, cercana a los 6.300 millones de dólares entre capital e intereses atrasados.

En una entrevista con medios de prensa en Bruselas, reproducida por la agencia Bloomberg, Musca dijo, no obstante, que "el Club no ha recibido desde las elecciones presidenciales una petición formal de la Argentina para el pago de su deuda".

La negociación con el Club de París por los créditos que cayeron en default a fines de 2001, que figura en la agenda del gobierno nacional desde el año pasado, cobró en los últimos meses un nuevo impulso.

En 2006, el gobierno ofreció un cronograma de pagos a 10 años, tras un acuerdo con España para saldar una deuda de 982,5 millones de dólares.

Esa suma corresponde a un préstamo otorgado en el marco del "blindaje financiero", suscripto en 2001 por el entonces ministro de Economía de Fernando de la Rúa, José Luis Machinea.

Si bien no terminó de ser oficializada, la propuesta chocó con la exigencia de los países acreedores que argumentan la necesidad de que Argentina firme antes un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En ese marco, el presidente Néstor Kirchner desechó el 1º de marzo pasado, ante la Asamblea Legislativa, la posibilidad de que el gobierno firme un nuevo acuerdo con el FMI.

Apoyo

El tema fue analizado a comienzos de setiembre con el actual titular del Fondo, Dominique Strauss-Kahn, durante su visita a Buenos Aires en el contexto de una gira regional, cuando todavía no había sido designado formalmente al frente del organismo.

"Corresponde al Club de París y no al Fondo buscar la forma de normalizar esa deuda, en el marco de reglas que hay que respetar", lo cual "permitiría al país tener mejor acceso al crédito", dijo entonces Strauss-Kahn.

El Club de París es una reunión voluntaria de países acreedores, que incluye a Estados Unidos y miembros del Grupo de los Siete, que también son los principales accionistas del FMI.

Precisamente, durante la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial, en octubre pasado en Washington, el ministro Miguel Peirano reiteró la posición argentina, al realizar tratativas informales.

Luego, días antes de la elección presidencial, la presidenta electa Cristina Fernández de Kirchner ratificó su rechazo a un acuerdo con el organismo crediticio para renegociar los compromisos con el Club de París, según reveló en ese momento la dirigente socialista francesa SégolŽne Royal.

También durante una gira por Alemania en setiembre, Cristina Fernández había manifestado su oposición al "condicionamiento de someterse a un plan del Fondo".

Strauss Kahn, a su vez, un día después de asumir como director gerente del FMI el 1º de este mes, y en su primera declaración sobre la Argentina, sostuvo que "todo el mundo estaría muy contento" si el tema se solucionara rápidamente.

Pero añadió, con respecto a las condiciones de ese acuerdo, que corresponde al propio Club de París decidir si la cuestión de la deuda debe resolverse mediante un nuevo programa entre el Fondo Monetario y la Argentina.

El secretario de Finanzas, Sergio Chodos, explicó que "no existe una norma escrita específica en el estatuto del Club de París que imponga como condición contar con un programa con el Fondo para reestructurar la deuda".

Voceros de los países acreedores, sin embargo, insistieron en que las "opciones" para renegociar esa deuda pasan por lograr una "carta de conformidad" del FMI que convalide la propuesta argentina, o bien, aumentar a dos las visitas anuales de una misión técnica del Fondo, para evaluar la situación de la economía, aunque sin el compromiso de adoptar medidas.

Modificarían hoy Bienes Personales

El oficialismo intentará aprobar hoy en Diputados el proyecto de modificación del impuesto a los Bienes Personales enviado por el Ejecutivo, que aumenta el mínimo no imponible de 102.300 a 300.000 pesos.

Para ello, los diputados oficialistas confían en obtener dictamen favorable por la mañana en la comisión de Presupuesto y Hacienda, algo muy probable debido a la alta representación de esa fuerza.

La oposición ya expresó en la reunión del miércoles pasado, cuando se inició el análisis, que sólo presentarán disidencias parciales al proyecto, dado que en la cuestión de fondo están de acuerdo.

El despacho se firmaría luego de escuchar a los funcionarios de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), Ernesto Donato (subsecretario general de Coordinación Técnico Institucional) y Roberto Cericano (asesor).

Si se consigue el dictamen de comisión, el oficialismo pedirá en la sesión de hoy el tratamiento sobre tablas del proyecto, para lo que hará valer la preferencia pedida en la última sesión.

Tras la aprobación en Diputados, se estima que, a más tardar en dos semanas, el Senado convertiría en ley la iniciativa que, además de subir el mínimo no imponible, cambia el esquema progresivo de tasas del tributo.

También estipula que se mantendrá el 0,5 por ciento para quienes tienen bienes valuados entre 300 mil y 750 mil pesos, y se aumentará progresivamente para montos mayores.

La nueva escala, según el proyecto, es retroactiva al 1º de enero de este año, por lo que el fisco deberá devolver dinero a los que pagaron la diferencia.

Miembros.

Además de Estados Unidos, integran el Club de París: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Japón, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Rusia, Suecia y Suiza.