Caso Aguirre: otro preso por falso testimonio

Paraná, (Télam).- Un lavacoches de la zona de la Terminal de ómnibus de esta capital, quedó detenido acusado de falso testimonio en el juicio oral y público por el secuestro y desaparición de Fernanda Aguirre.

Se trata de José Eberle, quien incurrió en gruesas contradicciones que llevaron al presidente del tribunal, José María Chemez, a preguntarle si les estaba "tomando el pelo".

El lavacoches había declarado durante la instrucción que había escuchado al imputado Raúl Monzón, al remisero Hernán Jozami y a un policía retirado, decir que a Fernanda la habían cortado en pedacitos y la habían quemado en un horno de ladrillos.

Cuando el tribunal le pidió precisiones sobre ese testimonio, Eberle negó haberlo escuchado de boca de los nombrados y explicó que "ése era el comentario que circulaba".

El presidente del tribunal le hizo notar las diferencias en la declaración a lo que Eberle contestó: "Sí, puede ser, la verdad que no recuerdo".

Eberle es el tercer testigo que queda detenido por falso testimonio en este debate oral.

El primero fue Antonio Mantay, quien incurrió la semana pasada en contradicciones con lo que había declarado el 5 de agosto de 2004 en el juzgado federal de Paraná.

En la instrucción, Mantay aseguró haber visto al principal sospechoso del caso Miguel Angel Lencina y a su hermana Delia salir de un monte cercano a la empresa Masterplast, donde trabajaba de sereno.

Frente al tribunal, Mantay reconoció que aquella declaración la hizo "bastante alcoholizado" y que esa noche no había trabajado de sereno.

También admitió que cuando prestó declaración ante la justicia federal de Paraná había tomado "más de dos botellas de whisky".

La otra detenida por falso testimonio es Claudia Ibalo, quien había asegurado haber visto un Ford Taunus verde, con la calcomanía de una calavera en la luneta, en el que viajaban un hombre de barba, que podía ser Lencina, y en el asiento trasero la esposa de éste y también imputada, Mirta Chávez.

Según esta testigo, el auto se detuvo junto a Fernanda Aguirre, Lencina descendió de él, le tapó la boca a la chica y luego la introdujo por la fuerza dentro del vehículo.

El testimonio ante el tribunal tuvo contradicciones con el prestado ante la justicia federal y luego de un careo con un muchacho, al que dijo haberle pedido prestada una herramienta, la mujer quedó detenida.

Fuentes judiciales revelaron que Ibalo es cuñada del chofer del entonces jefe de la policía entrerriana, comisario Ernesto Geuna.

También se supo hoy que la justicia investigó en los últimos días llamadas anónimas procedentes de Misiones y de Santa Cruz, en las que se indicaba que Fernanda podría estar en alguna de esas provincias.

Sin embargo, la madre de la adolescente, María Inés Cabrol, expresó su sorpresa por la noticia y aseguró a la salida de los tribunales no haber recibido ninguna llamada desde esas provincias.

Reconoció también que desconocía que la justicia estuviera investigando esos llamados.

Durante la jornada de hoy testimoniaron ante el tribunal que lleva adelante el juicio, la hermana de Monzón, María Rosa, quien también introdujo dudas y contradicciones con su declaración inicial.

La mujer trabaja como prostituta y dijo haber estado la noche del secuestro, alrededor de las 23, reunida con Lencina y Mirta Chávez, cuando pasó su hermano Raúl y se sumó al grupo.

Otros testigos que declararon hoy fueron el remisero Jozami, quien llevó a Lencina, Chávez y Monzón hasta la casa de este último en barrio La Delfina, en la capital entrerriana, la noche del secuestro de Fernanda.

Este remisero volvió a la casa de Monzón cerca de las 4 de la madrugada, para llevar al grupo nuevamente hasta la Terminal de Paraná, donde Lencina tomó el colectivo para dirigirse a la cárcel de Concepción del Uruguay, donde había sido beneficiado con una salida socio-familiar.