La idea es generar una zona de 150 kilómetros cuadrados sin presencia militar, donde se pueda pactar el canje de rehenes con las Farc. El sitio sería elegido por los guerrilleros.
AFP/EFE
El anuncio del gobierno colombiano sobre una "zona de encuentro" para pactar un canje de rehenes con la guerrilla de las Farc generó esperanza entre las familias de los cautivos, aunque otras voces advirtieron que persisten los obstáculos.
Yolanda Pulecio, madre de la franco-colombiana Ingrid Betancourt, cautiva desde febrero de 2002, consideró "positiva" la decisión del presidente Álvaro Uribe de habilitar un área de 150 km2 durante un mes, en un sitio que sería concertado con las Farc, donde no haya presencia militar y tenga veedores internacionales.
"Quitando todas las palabras superfluas, que por un momento sentí le restaban grandeza al anuncio del despeje (militar), podemos ver un gesto positivo del presidente", declaró Pulecio.
Agregó que "del hecho se desprende que serían las Farc las que escogerían la zona" y "tal vez por eso acepten".
"No quiero ser escéptica, quiero ser positiva, espero que esto sea realmente sincero y lleve a la liberación de mi hija y los demás secuestrados", señaló.
El congresista Mauricio Lizcano, cuyo padre el ex legislador Oscar Lizcano fue retenido hace siete años, recibió el anuncio con "alegría" y sostuvo que "se le está dando a la guerrilla lo que ha pedido".
"Están dadas las condiciones para el acuerdo, el balón está en la cancha de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc, marxistas)", anotó.
En lo que supone el principal escollo para el canje de unos 45 rehenes por 500 prisioneros de las Farc, el grupo exige el retiro de tropas de dos municipios del suroeste del país, que abarcan 800 km2.
"Es una propuesta muy interesante y esperamos que la guerrilla la acoja", indicó Clara de Rojas, madre de Clara Rojas, fórmula de Betancourt a la vicepresidencia y quien está retenida junto a su hijo nacido en cautiverio.
El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Augusto Castro, quien planteó la propuesta a Uribe, dijo que las condiciones que impuso el mandatario "son muy factibles de aceptar por las Farc. Esperamos que acepten el encuentro con nosotros y luego puedan hablar" con el gobierno, dijo.
Dirigentes críticos de Uribe también destacaron el anuncio. "No me lo esperaba, ahora hay que trabajar en la parte operativa", afirmó el ex presidente Andrés Pastrana (1998-2002), quien llevó a cabo un frustrado proceso de paz con las Farc.
Actitud
"Hay un cambio significativo en la actitud del presidente que considero positivo, ahora les toca reaccionar a las Farc", concedió Carlos Gaviria, presidente del principal partido opositor, el Polo Democrático (izquierda).
Analistas consultados por la AFP señalaron, sin embargo, que la "zona de encuentro" no franquea el mayor obstáculo para el acuerdo: el despeje militar de Pradera y Florida por 45 días.
El director del semanario comunista Voz, Carlos Lozano, previó que Uribe anunciaría una "zona a su medida" que difícilmente aceptarán las Farc, mientras que el politólogo Fernando Giraldo estimó que la guerrilla "puede sentir que es una trampa para llevarla a un terreno donde no tiene garantías de seguridad".
"Aunque es un despeje disimulado, dudo mucho que vayan a aceptar", expresó Giraldo, en tanto que el analista y ex guerrillero León Valencia opinó que si bien el movimiento de Uribe fue "leve", lo hizo en un tema clave en el que venía "muy radicalizado". "Ahora hay confiar en que las Farc se muevan un poco", precisó.
La oposición aguarda el sí
El partido opositor colombiano Polo Democrático Alternativo (PDA, socialista) saludó la decisión del presidente del país, Álvaro Uribe, de permitir una "zona de encuentro" para negociar la liberación de los secuestrados por la guerrilla de las Farc.
El senador Carlos Gaviria, presidente del PDA, señaló por medio de un comunicado que espera una respuesta positiva a la iniciativa por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
El PDA "espera que la respuesta de las Farc a la zona de encuentro propuesta por el gobierno en el día de hoy sea positiva", dijo Gaviria.
Precisó que la idea anunciada por Uribe en una ceremonia de ascensos de la Policía les fue comunicada a los directivos del PDA en una reunión a la que asistieron el ministro del Interior, Carlos Holguín, y el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo.
El presidente del PDA consideró que en la decisión del presidente "pesó bastante la presión de la opinión internacional" y manifestó que gracias a ello se revive un proceso que parecía congelado, "lo cual es muy esperanzador".
Pedido francés.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo que aceptó colaborar en la liberación de la política colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada por los insurgentes de las Farc, a solicitud de su homólogo francés, Nicholas Sarkozy.
Ortega reveló que recibió una carta de Sarkozy esta semana, durante una rueda de prensa que ofreció en compañía del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, con quien se reunió en la Secretaría General del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que funciona como Casa de Gobierno.
