A mediados de noviembre, una ola polar afectó el corazón maicero argentino (la región pampeana). Aún no hay cifras precisas, pero se estima que el fenómeno podría reducir significativamente la proyección de una nueva cosecha récord del cereal.
Campolitoral
Las heladas tardías de principios y mediados de noviembre destrozaron la cosecha de trigo, sobre todo en el centro y sur de Buenos Aires. Se estima que las pérdidas oscilan entre el millón y los dos millones de toneladas (alrededor del 10% de la cosecha nacional del cereal). Pero en esta zona, también se produce la mitad del maíz argentino y es más que probable que las bajas temperaturas hayan afectado su desarrollo.
"Todavía es difícil cuantificar los daños, pero está claro que el frío le pegó con fuerza al maíz", opina Ricardo Baccarin -director de la consultora Panagrícola-, en diálogo con Campolitoral.
En realidad, con mucha fuerza: los meotorólogos destacaron que fue la peor helada -en noviembre- de los últimos 28 años (7 C° grados bajo cero en Tandil, Azul y Benito Juarez, por ejemplo)
En su informe semanal, los analistas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires coinciden. Dicen que el "merisistema de crecimiento resultó afectado", y que esto daña irreversiblemente a los plantíos". Baccarin agrega: "También tengo clientes cuyos lotes padecieron las heladas en el sur de Santa Fe y Entre Ríos".
¿Qué están haciendo los productores? En muchos casos, volvieron a sembrar maíz, con mayor intensidad en las cuencas lecheras del sudeste bonaerense que necesitan contar con reservas forrajeras. Pero hay otros que prefirieron cambiar a la soja.
En el centro y sur de Córdoba, y en el norte y el centro de Santa Fe; El maíz también enfrenta otro problema: la sequía. La falta de humedad en los suelos complica la floración en los sembradíos tempranos, una etapa que es crítica para definir los rendimientos.
Los operadores de granos también creen que en el corto plazo las lluvias van a ser fundamentales para garantizar la recuperación de los plantíos (tanto en la región pampeana, como en el centro-norte santafesino). "Si en las próximas dos semanas no llueve los problemas se van a agravar", avisa Baccarin.
¿Cosecha récord?
La campaña maicera 2006/7 fue la mejor de toda la historia argentina (22,5 millones de toneladas). La proyección para la nueva (2007/8) es que estas cifras volverían a superarse trepando hasta las 25 millones de toneladas (porque creció, como mínimo un 5%, el área sembrada). Pero las heladas y las sequías podrían bajar los pronósticos.
Los corredores de granos consultados por Campolitoral dicen que lo más factible es que se logré un volumen similar al del período 2006/7. "Ahora te digo esto -se sincera Baccarin, uno de los consultados- pero según como evolucione el clima las estimaciones pueden volver a cambiar".
La cifra final de la cosecha de maíz es importante no sólo por el impacto que el cereal tiene en la dieta de los argentinos; además hay que tener en cuenta que es un insumo estratégico en las cadena porcina, avícola, ganadera y lechera.
