Este año, entre otros logros, fue declarada Socia Honoraria por la Asociación Santafesina de Artistas Plásticos. También fue Invitada de Honor en el 2° Salón Región Centro de Pintura.
Tras un forzoso aislamiento provocado por causas personales, y luego de una exitosa muestra de óleos en la Galería Hilda Solano de la Capital Federal curada por el crítico Fermín Fevre, Norma Guastavino retoma el contacto con el público con la serie de acuarelas "Los Puentes", que expusiera en el Club Del Orden de esta ciudad, invitada por la Asociación Santafesina de Escritores.
El 15 de diciembre de 2006 expuso óleos en la Sala de Conferencias de la Casa Rosada, Presidencia de la Nación, junto con el escultor Roberto Favaretto Forner (esculturas) y María Cristina Longoni en grabados. Este año, el 5 de octubre, expuso óleos en la Residencia Stamatti, junto a Marta Saiz, Alvaro Gatti (óleos) y Roberto Magnin (acuarelas). El 23 de octubre, el Instituto Argentino de la Excelencia le otorgó el Primer Premio Nacional de la Excelencia, por segunda vez en su carrera.
El 15 de noviembre en el Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez, en el 73º Salón Anual de Artistas Plásticos Santafesinos, es declarada "Socia Honoraria 2007" de la entidad por su distinguida trayectoria en las artes visuales; expone obras al óleo de su serie "En busca del pájaro azul", como Invitada de Honor en el 73º Salón Anual y obtiene el Premio Medalla de Oro Gobernación Distrito 4830, Rotary Club Internacional, por su trayectoria artística.
También el último 15 de noviembre, la Fundación Avon para la Mujer selecciona su obra para integrar el Salón de Pintura 2007, Región Raquel Forner, que se exhibió en el Museo Municipal de Artes Visuales Sor Josefa Díaz y Clucellas y el último 23 del mes pasado, festejando los 80 años de la Asociación de Artistas Plásticos Santafesinos, integra la exposición colectiva que se realizara en el Espacio de Arte de San Cristóbal Seguros.
Universo luminoso
La licenciada en arte de la Universidad de Cuyo Socorro Cubillos destaca que "Norma Guastavino nos ofrece un mundo silencioso, pacífico, sorprendente, que se parece poco o nada al mundo real, ese que nos toca compartir día a día.
"El de Guastavino -puntualiza- es un universo luminoso, una invitación a la aventura interior, a los misterios de nuestra propia condición. Paisajes extraños, de sutiles transparencias que encierran capas de tiempos inmemoriales, antiguas frutas bañadas por modernas luces. Simbólicas figuras, que lejos de transmitir el caos, nos permiten soñar con un mundo amable, un mundo que Norma Guastavino nos presenta como su utopía, la imagen de su deseo".
Para el crítico César Magrini, la obra de Guastavino es "sensible, táctil, con mucho de exuberante y mucho, todavía más, de recogida. Con temblores de alma, con sacudimientos de piel. Con formas que están como disolviéndose en los colores, o colores que reclaman para sí lo palpable de las formas".
"¿Cuadros o leve geografía de la vigilia, apenas expresada territorio de los sueños? Trato de nombrar, sin nombrarla a la poesía, que es una de las cambiantes formas de su pintura. Poesía callada, ínfima, sufriente, que dibuja sus propios gestos a partir de sí misma y que en sí misma los concluye. Nada de gestos vacíos. El universo entero cabe en una pincelada suya".
De la redacción de El Litoral
