El clima y los cultivos
Una semana con fuertes oscilaciones térmicas
Los meteorólogos dicen que va a ser una semana con fuertes contrastes. Primero, el agua y un descenso de las temperaturas. Pero el jueves y viernes comienza una fuerte ola de calor que afectará a una buena parte del área agrícola.

El fin de semana arrancó con lluvias. Un frente de tormenta atravesó el centro del país y afectó a la mayor parte del área agrícola nacional. El fenómeno viene acompañado de vientos frescos del sector sud/este que provocarán un nuevo descenso de la temperatura -por debajo de los valores normales-. El calor intenso volvería el jueves o el viernes.

Esta es la conclusión del informe climático semanal que elabora el Ing. Eduardo Sierra, para la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

La mayor parte de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires observarán temperaturas mínimas superiores a los 10 °C. Pero en el vértice sur del área agrícola podrán registrarse entre 5 y 10 grados. Puntualmente, sobre las zonas serranas del sudeste de Buenos Aires las mínimas pueden ser todavía más bajas. Aunque es poco probable que vuelvan a producirse heladas (como las que destrozaron la cosecha de trigo en esa zona, y afectaron el crecimiento del maíz).

De todas formas, Sierra considera que en los lugares en los que el frío sea más intenso pueden retrasarse el ciclo de los cultivos y debilitarse el rebrote de las pasturas.

Como se explicaba, hacia el final de esta perspectiva climática (20 y 21 de diciembre) los vientos rotarán al sector norte generando una ola de calor que afectará una porción mayoraritaria del área agrícola nacional, con temperaturas superiores a los 30 °C, que por en Santa Fe puede incluso superar los 35°C.

Este proceso provocará un fuerte consumo de las reservas hídricas de los suelos. Por eso, se recomienda realizar un cuidadoso manejo del agua para evitar el agotamiento de este recurso en forma prematura.

Además, el fuerte calentamiento de la superficie terrestre puede ocasionar nuevos focos de tormenta -con riesgo de granizo-, aunque sin llegar a afectar superficies considerables del área agrícola nacional.

Proyecciones

La evolución del clima está preocupando a los especialistas. El problema es que si las precipitaciones no son suficientes podrían producirse un rápido deterioro de los lotes, en las zonas en las que se sienta con más fuerza la ola de calor que comienza la semana que viene.

De todas formas, es probable que cerca de Navidad se produzcan precipitaciones generales que repondrán la humedad en los suelos del centro y el este de la Región Pampeana y de gran parte de la Mesopotamia, generando buenas reservas que permitirán afrontar el calor y la falta de precipitaciones que se esperan para enero. Sin embargo, es probable que el margen occidental del área agrícola continúe sufriendo problemas de falta de humedad.

El escenario agroclimático está siendo impulsando por el fortalecimiento del episodio de "La Niña", que está desarrollándose en el Océano Pacífico Ecuatorial. Por un fenómeno de naturaleza tardía, hace poco que ha comenzado a dar muestras claras de su influencia.

"La Niña" constituye la fase fría del fenómeno de "El Niño Oscilación del Sur" (Enos), que básicamente consiste en un enfriamiento del Océano Pacífico Ecuatorial que reduce el aporte de humedad a la atmósfera. La consecuencia es que disminuyen las lluvias en las regiones Pampeana y Cuyana de la Argentina, así como en el Paraguay, el sur de Brasil y Uruguay.

Por el contrario, en el Noroeste Argentino, en Bolivia y en el centro-norte del área sojera brasilera, las precipitaciones son superiores a lo normal, y se generan problemas sanitarios, se lavan los suelos y se deteriora la calidad del grano.

Este escenario cambia cuando llega la fase cálida del Enos -o sea "El Niño"-. Ahí se incrementarán las lluvias en la regiones Pampeanas y Cuyanas, y mejoran las condiciones climáticas para los cultivos y las pasturas.