Editorial
El gobierno, el trabajo y los días

El calendario dice que 2007 concluye el 31 de diciembre, pero no es equivocado afirmar que el año político concluyó el 28 de octubre, es decir, cuando fueron elegidas las nuevas autoridades políticas que habrán de regir los destinos del país hasta el 2011.

El aserto podría matizarse atendiendo al hecho real de que el cambio del gobierno fue más una sucesión que un cambio, pero de todos modos está claro que desde el punto de vista institucional, octubre fue más importante que diciembre.

Diferente es la consideración histórica desde una perspectiva económica. La Argentina viene creciendo a índices excepcionales desde hace casi seis años, un dato notable que sólo se puede comparar -si retrocedemos en el tiempo- con los años de la Generación del Ochenta. Habría que agregar que el crecimiento económico de la Argentina se acompaña con la evolución de la economía mundial, señal a tener en cuenta a la hora de evaluar las interacciones y correspondencias entre el orden interno y el internacional.

Los pronósticos económicos para 2008 señalan que el nivel de crecimiento se mantendrá, aunque con tensiones que de alguna manera impactarán en la economía. Por lo pronto, el gobierno ha señalado a través de sus voceros que el modelo económico se mantendrá en sus líneas generales, por lo que el consumo interno seguirá siendo la locomotora del crecimiento.

Se supone que el oficialismo no ignora los problemas que se avecinan en el futuro. La inflación, la inversión insuficiente, la crisis energética son algunos de los puntos que deberán ser resueltos aunque da la impresión que hasta el momento las nuevas autoridades prefieren ignorar los problemas. En principio, el gobierno ha tomado algunas medidas para recuperar el superávit fiscal, pero la mayoría de analistas señala que no alcanzarán.

Con miras a 2008 el gobierno ha planteado un pacto social cuyas modalidades no se conocen con precisión. No obstante, a diferencia de experiencias anteriores, las discusiones entre los representantes del capital y el trabajo estarían planteadas sector por sector. Según sean los resultados, los economistas estiman que podrán calcularse los índices de inflación para 2008.

La presidente ha dicho que no se enfriará la economía y que atendiendo a las favorables condiciones internacionales lo que importa es aprovecharlas al máximo. La clave del éxito sería el aumento de la inversión y la capacidad instalada de la industria. Para los empresarios temas como el aumento del costo laboral y el ajuste de algunas tarifas serán un motivo serio de preocupación.

En el plano político habrá que seguir con atención las relaciones del poder nacional con las provincias. La gestión de los recursos coparticipables sigue siendo la asignatura pendiente de la gestión kirchnerista y no hay indicios de que vaya a haber cambios significativos en la materia.

Respecto de la calidad institucional, las señales hasta la fecha son ambiguas. La presidente se ha reunido con las autoridades religiosas, ha desactivado sus ataques a la oposición, pero el reciente escándalo que tuvo como protagonista a Antonini Wilson pone en tela de juicio la sinceridad de gestos y declaraciones.