Al margen de la crónica
Echale la culpa a Cristina

Federico lo tenía todo bajo control. Sólo restaba que se deslicen las agujas del reloj hasta la 1 AM para concretar su sueño, el de reencontrarse con Virginia en el Puente Colgante. Una rosa en su mano esperaba destino final.

Se habían conocido hacía dos meses, tres horas, veintidós minutos, en el chat. Ella estudia inglés en Santa Fe. El dejó para otros la ingeniería en sistemas de la UTN, y se dedicó al taxi de su viejo. "Ya voy a retomar los estudios", le prometió en la reconquista lograda vía messenger.

Una semana antes de la cita fue: recorrida por la Costanera paranaense, ritual de helado y discusión insalvable; lucha de egos, sintetizó Virginia a sus amigas. Etacer de regreso a Santa Fe, Robbie Williams en mp3 y paisaje de yuyos y luces al otro lado de la ventanilla.

Fede81-panzaverde says:No aguanto +. T spero sáb x la noche, o sea dom 1 AM hs en pte colgante s fe? Viky83-divina says:T amo. :) N vemos allí. Pte la camisa ke me gta. Fede81-panzaverde says:Ok. Bsito. Yo tb t amo.Allí estaba Federico. Una esfinge junto a la Setúbal. Apurado, dejó su moto sobre la vereda a sabiendas de que llegaba sobre la hora y se sentó en uno de los balcones de la Costanera, junto al Colgante, con los pies hacia el agua. Alternaba su espera entre contar las ratas que cruzaban por entre los recovecos de la defensa costera y, por momentos, quedaba arrobado ante la luna espejada sobre la laguna. La rosa giraba entre sus manos y esperaba destino final en Virginia.Minutos más tarde, el reloj del celular de Federico mostró: DOM 30 DIC 2007 - 01.00 AM. Levantó la mirada, giró su cuerpo hacia la avenida Siete Jefes y buscó a Virginia entre la gente. Repitió el paneo visual hasta convencerse de que no vendría. La rosa se perdió en el curso de la Setúbal.No supo más de Virginia. Y eliminó su dirección del messenger. Ella tampoco escribió. Ese domingo, Federico llegó una hora más tarde a su turno sobre el taxi. Cerca del mediodía, mientras conversaba con un pasajero, se enteró de que había que adelantar el reloj una hora. No había retorno.