Por lo menos 600 personas murieron en Kenia en la oleada de violencia político-étnica que estalló tras las elecciones generales del 27 de diciembre, informaron hoy altos responsables de la policía keniana, mientras que la oposición anunció la cancelación de manifestaciones nacionales de protesta para evitar un mayor derramamiento de sangre.
"Tenemos por lo menos 600 muertos (...) algunos cadáveres están todavía en los campos, donde tuvieron lugar los enfrentamientos", declaró en Nairobi un alto responsable de la policía nacional que pidió el anonimato.
Otro alto responsable confirmó este balance a la AFP.
Por su parte, Rachel Arunga, secretaria permanente del Ministerio keniano de Programas Especiales, informó hoy "de 486 muertos y 255.686 personas desplazadas en las violencias post-electorales", según un comunicado.
De estas 255.686 personas, al menos 203.000 están desplazadas en la región del Valle del Rift (oeste), la más afectada por la violencia.
Un último balance establecido por la AFP a media mañana de hoy, según información de fuentes policiales, médicas y de las morgues, contabilizaba 500 muertos en los enfrentamientos.
El presidente keniano saliente, Mwai Kibaki, que pertenece a la etnia de los kikuyu, venció por sólo 231.728 votos a su rival Raila Odinga, de la etnia de los luo, según resultados oficiales de la Comisión Electoral keniana.
Tras el anuncio de su victoria, impugnada por la oposición, estalló una oleada de violencia que ha puesto a Kenia al borde de la crisis humanitaria.
La población afectada por la violencia político-étnica necesita ayuda humanitaria urgente, especialmente en el Valle del Rift, según Naciones Unidas.
En medio de una tensión cada vez mayor, Odinga anunció hoy la suspensión de una serie de marchas previstas para mañana para tratar de dar una oportunidad a las mediaciones y esfuerzos internacionales por resolver la crisis.
Odinga, que subrayó la inminente llegada en papel de mediador del presidente de Ghana y la Unión Africana (UA), John Kufuor, hizo su anuncio tras reunirse con la secretaria de Estado adjunta estadounidense para Asuntos de Africa, Jendayi Frazer.
"Queremos que la mediación tenga lugar en un ambiente pacífico, por eso es que las manifestaciones fueron canceladas", dijo Odinga en conferencia de prensa.
Más temprano, el gobierno había llamado a Odinga a cancelar las marchas y lamentado que la oposición elija la "confrontación".
"Es lamentable que mientras los líderes opositores llaman a sus seguidores a mantener la paz, al mismo tiempo abogen por una violación de la ley y la creación de tensión y pandillaje", dijo el vocero del gobierno, Alfred Mutua.
