Ecos de una decisión condicionada
De Villiers, bajo el influjo de la política
El primer head coach negro en la historia de los Springboks, llegó de la mano de la enorme presión que ejerce el Consejo Nacional de Deportes de esa nación africana.

Cuando el miércoles pasado Peter de Villiers se convirtió en el primer entrenador negro del célebre Seleccionado de Rugby de Sudáfrica, comenzó a escribirse una página más dentro de la apasionante historia del deporte que fanatiza a todo un país, más allá de la predilección que buena parte de la población siente por el fútbol.

Pero más allá de lo que puede signarse como un simple relevo de head-coach, vale detenerse en recordar ante todo que más allá que oficialmente no se exprese, Jake White, su predecesor, renunció como consecuencia de las presiones -ocultas o no- que la conducción política del país ejerció en torno de la presencia de mayor cantidad de negros en el plantel de los Springboks.

De ese modo, apenas consagrado campeón del mundo por haber obtenido la VI Rugby World Cup disputada el año pasado en Francia, Gales y Escocia, White anunció que sería muy difícil su continuidad en el cargo, pese a lo exitosísimo de su gestión.

Entonces, si desde la palestra del rugby universal White predecía lo que era dable que ocurriese a fines del año pasado, no debe extrañarse la elección del flamante entrenador.

La que sin lugar a dudas obedece a cuestiones eminentemente políticas, intentando entregar un mensaje al mundo de mayor apertura hacia la elite del deporte sudafricano.

Peter De Villiers, era hasta entonces el coach de Sudáfrica Colts, es decir, el representativo de Menores de 21 años de su país. Su máximo adversario fue Heyneke Meyer, el actual head-coach los Blue Bulls, uno los habituales grandes protagonistas del Super XIV.

Quizás lo destacable de un manejo tan especial, haya sido la sinceridad expresada en el acto de asunción de De Villiers de parte de Oregan Hoskins, presidente de la South African Rugby Football Union.

Sus palabras fueron por demás de elocuentes: ""Quiero ser honesto con los sudafricanos y reconocer que el nombramiento no tuvo en cuenta únicamente cuestiones de rugby. Nos hemos tomado muy en serio el objetivo de la transformación del rugby en una Sudáfrica compuesta en un 90% por negros o mulatos".

No ajeno a una situación por demás de ostensible, De Villiers desea que su nombramiento permita pasar rápidamente la página extradeportiva.

El coach de 50 años señaló: ""El hecho que yo sea el primer entrenador negro es un asunto cerrado. Los jugadores deben comprender que tendrán todos la misma oportunidad. Si son suficientemente buenos y si trabajan bastante, tendrán su plaza en la selección".

Como su predecesor, de Villiers nunca ha entrenado un equipo del Super XIV. Pero tiene quince años de servicio en activo y puede hacer valer su experiencia internacional, pues fue entrenador de las categorías juveniles del equipo nacional sudafricano.

El nuevo seleccionador de los Springboks ha dirigido en las categorías inferiores a las principales promesas del país, como Franois Steyn, Hilton Lobberts, Waylon Murray, Pierre Spies.

Lo que viene

Peter De Villiers, el primer head-coach de raza negra en la historia de los Springboks, debutará en la función el 7 de junio venidero en Bloemfontein, en el primer test-match ante Gales; mientras que una semana más tarde se disputará al revancha en Pretoria y el 21 del mismo mes se medirá con Italia, en ciudad a designar.

Pero sin dudas, la primera gran cita tendrá lugar el 5 de julio en Wellington, ante los All Blacks, en el marco del Tri Nations 2008, competición que los Boks no ganan desde 2004.

César Miño