Oscar Niemeyer
El maestro de las estructuras curvilíneas
La Catedral de Brasilia fue inaugurada el 21 de abril de 1960 por el entonces presidente Juscelino Kubitschek. Foto: Agencia AFP

Es uno de los referentes indiscutibles de la arquitectura del siglo XX y pionero del modernismo. Cumplió cien años en diciembre pasado.

Lo que le atrae a Oscar Niemeyer es la curva libre y sensual. La curva que encuentra en las montañas de Brasil, en el curso sinuoso de sus ríos, en las olas del mar, en las nubes del cielo y en el cuerpo de la mujer preferida.

Es la tarjeta de presentación de Oscar Ribeiro de Almeida Niemeyer Soares (Río de Janeiro, 1907), uno de los maestros de la arquitectura del siglo XX y pionero del modernismo, ese movimiento cuya principal divisa es hacer de la propia vida una obra de arte.

"De curvas está hecho el Universo. El Universo curvo de Einstein", subraya el arquitecto brasileño que el 15 de diciembre pasado, cumplió cien años y sigue en actividad.

Creador de edificios blancos y fluidos, el ganador del premio Pritzker (el Nobel de la Arquitectura) insiste en su página web (www.niemeyer.org.br), por si queda alguna duda: "El ángulo recto no me atrae. La línea recta, dura, inflexible, creada por el hombre".

"De un trazo nace la arquitectura. Y cuando es bonito y crea sorpresa, alcanza la consideración de obra de arte", mantiene el arquitecto, constructor y diseñador que en sus más de setenta años de carrera artística ha diseminado su legado por todo el mundo.

Momento de inspiración

Ese momento de inspiración cuando una idea se impone y se eleva hasta la categoría de obra de arte es el que Le Corbusier alcanzó, según Niemeyer, cuando diseñó el Centrosoyus de Moscú, Picasso con el croquis del Guernica, Einstein con su teoría de la relatividad y Manuel Bandeira con su verso sobre la muerte: "Encontrarás labrado el campo, la casa limpia, la mesa puesta y cada cosa en su lugar".

Alumno del renombrado modernista brasileño Lucio Costa y colaborador de Le Corbusier, Niemeyer siempre se ha mantenido fiel a sus convicciones comunistas y no ha ocultado su admiración por Fidel Castro y la revolución cubana, "un ejemplo para América Latina".

Convencido de que "la vida es más importante que la arquitectura", abanderado de las estructuras curvilíneas y profundamente humanista, recomienda a sus colegas que se limiten al aprendizaje de su oficio, que se doten de una cultura general y que lean a los clásicos y contemporáneos para comprender mejor su época.

"Siempre pensé que un arquitecto de talento debe saber diseñar y escribir. No podrá hacer nada grande ni bello si no posee esas dos cualidades", sentencia Niemeyer, cuya autobiografía acaba de publicar en inglés la editorial Phaidon y que el diario The Guardian ha celebrado como una "obra espléndida" de "un hombre sagaz que escribe sin tapujos y dibuja como un ángel picassiano".

Las pasiones de su vida

En esa autobiografía, publicada primero en portugués y luego en francés, Niemeyer da cuenta de las pasiones que han centrado su vida y son la clave de su arquitectura: la filosofía, su gran familia, sus amigos, la tierra sensual y el cielo azul de Brasil, las mujeres, el comunismo, el arte y la literatura.

Su prolífica obra está marcada por la construcción de Brasilia, una ciudad nacida de la nada y de la que fue arquitecto jefe.

Se destacan además el Museo de Arte Contemporáneo de Niterior, a las afueras de Río de Janeiro; el Centro de Investigación Aeronáutica cerca de Sao Paulo, la sede del Partido Comunista Francés, en París, un centro cultural para Le Havre, las oficinas de la editorial Mondadori en Milán y, en Argel, el zoológico, la Universidad de Constantino y la Oficina de Asuntos Exteriores.

Niemeyer, quien dice despreciar el dinero y que tendría "vergüenza de ser un hombre rico", tuvo la generosidad de regalar en 2005 a Asturias -que lo distinguió en 1989 con un premio Príncipe de Asturias al conjunto de su obra- el proyecto de un centro cultural que llevará su nombre y que se ubicará junto a la ría de Avilés.

Ese centro, cuya apertura está prevista en 2010, formará parte de lo que se ha dado en llamar el "G-8 de la cultura", una insólita alianza que incluirá el Centro Pompidou de París, el Barbican Center de Londres, el Lincoln Center de Nueva York, la Ópera de Sydney, la Biblioteca de Alejandría, el Foro Internacional de Tokio y el Centro Cultural de Hong Kong, con el fin de aunar sinergias y programar de forma coordinada todo tipo de eventos.

"íNo sé por qué duré tanto!"

El arquitecto brasileño Oscar Niemeyer festejó sus 100 años en su casa das Canoas, construida en 1953, en el barrio de Sao Conrado (zona sur de Rio de Janeiro), uno de los símbolos de la arquitectura moderna brasileña y hoy sede de la Fundación Niemeyer.

"Mi vida es normal. íNo sé por qué duré tanto!", declaró el maestro Niemeyer. "La vida no siempre es fácil ni generosa", agregó.

"¿Qué siento hoy? Placer en recibir a mis amigos presentes. Pienso en el pasado, en los amigos que se fueron y en aquellos que los reemplazaron, en esa lucha que representa la vida para el ser humano", agregó.

Vestido con un traje azul y una camiseta blanca, el creador de la ciudad de Brasilia apareció en buen estado. Las "conmemoraciones me quiebran los pies", había argumentado inicialmente.

Su torta de cumpleaños fue una miniatura del Museo de Arte Contemporáneo de Niteroi (la ciudad situada al otro lado de la bahía de Rio de Janeiro), construido en 1996.

"Tener cien años es una tontería", repitió, aunque luego afirmó que "la vida es más importante que la arquitectura".

Niemeyer señaló que lo esencial era llevar "una vida decente, basada en la solidaridad". "Me preocupan las desigualdades sociales. La lucha de clases es más importante que la arquitectura", dijo.

Dos mujeres

Niemeyer se casó a los 21 años con Annita Baldo, con la que tuvo una hija, Ana María, y su matrimonio duró 76 años, hasta el fallecimiento de su esposa, en 2004.

El 16 de noviembre de 2006, se casó, sin el conocimiento de la familia y convaleciente de una operación, con Vera Lúcia Cabreira, una mujer 40 años más joven, que durante más de quince ha sido su secretaria y que lo protege del acoso de la prensa.

Hace poco menos de un mes, la pareja celebraba en SÆo Pedro de Aldeia, localidad del Estado de Río de Janeiro, su primer aniversario de boda, una de las raras ocasiones en que se los ha visto en público.

Catalina Guerrero-EFE