Política para la Educación Inicial
Foto: Archivo El Litoral.. 

La infancia en nuestro país, durante las dos últimas décadas, se ha convertido en el centro de preocupación de los ámbitos científicos y académicos.

Las transformaciones socioculturales de todo tipo, producidas desde el período dictatorial, pasando por la recuperación de la democracia y la crisis del Estado de Bienestar, produjeron vaivenes constantes en el desarrollo de políticas para la infancia.

En general, éstas no se correspondieron con la preocupación de los ámbitos precitados por haber sido diseñadas en contextos macroeconómicos salpicados de corrupción y proclives a ocultar la inseguridad social, la degradación de los servicios públicos y el deterioro cultural, factores vinculados con la sociedad polarizada y empobrecida de hoy.

No obstante, en la provincia de Santa Fe las políticas que se diseñaron desde la Dirección Provincial del Nivel Inicial durante las décadas mencionadas, originaron proyectos y programas para la integración social con una visión de la realidad, asumiendo a la familia como una unidad activa que favorecía su percepción positiva con miras a dignificar su encuentro con la institución educativa.

Dichas políticas, desarrolladas con profundo conocimiento de la realidad histórica y presente derivaron en la búsqueda de la construcción de procesos de investigación, capacitación y perfeccionamiento, los que sustentaron la participación democrática en la concreción de diseños curriculares, la creación de la Ley del Nivel Inicial 10.411 de Registro y Supervisión de Establecimientos Particulares, resoluciones para los Servicios Educativos en zonas rurales, etc. como en el desarrollo de otros programas para la expansión y calidad del nivel Inicial y de promoción comunitaria.

Proyectos, programas, acciones, leyes, resoluciones, todo ello siempre con un sentido de pertenencia e identidad profesional a pesar de las políticas de Estado que imponían la racionalización de recursos y así atentaban contra la calidad de la educación y el desarrollo humano armónico.

Cabe recordar que estas políticas se encontraron con la oposición, fuerte y autonómica, de los docentes y las organizaciones como Unadeni (Unión Nacional de Asociaciones del Nivel Inicial) y Omep (Organización Mundial de Educación Preescolar), organismos éstos conformados por profesores de Educación Inicial, los que acompañaron siempre los proyectos de la Dirección de Nivel Inicial y los de las sucesivas jefaturas.

Respecto de éstos, cabe decir que a pesar del impulso político de la dirección, debieron funcionar con grandes esfuerzos y dificultades a partir de 1992 por no ser, dentro del organigrama de su ministerio, un espacio con poder político que resolviera y gestionara legítimamente. Esa situación les imponía vencer las dicotomías con las políticas gubernamentales, y con la carga de prejuicios y discriminación consiguientes.

No obstante ello, es justo decirlo, la idoneidad de la mayoría de los funcionarios que se desempeñaron simultáneamente en la Dirección Provincial de Educación Primaria, Especial e Inicial, posibilitó la articulación en el diseño de proyectos, fundamentalmente en las etapas de grandes demandas de cargos. Es que ante la ley de obligatoriedad de servicios para 5 años hubo que acordar criterios pedagógicos, orgánicos y administrativos, lo que sin dudas profundizó la autonomía e identidad educativas del Nivel Inicial. En rigor, esa articulación fue sólo una circunstancia favorable en un contexto que no era el que correspondía legítimamente.

La identidad y autonomía evidenciadas por los diversos funcionarios, docentes, directores y supervisores del Nivel Inicial fueron conformando a lo largo de la historia de la Educación Inicial en la provincia de Santa Fe, un entramado de responsabilidades educativas y sociales, constituyendo una fortaleza indiscutible. Es la que se demostró frente al actual decreto del Ejecutivo Provincial, que ordenaba conformar el organigrama del Ministerio de Educación, olvidando en su diseño el espacio político que le corresponde a la Educación Inicial.

Fueron todos ellos y otros profesionales de diversos ámbitos y representantes de Unadeni, los que con conocimiento profundo de la historia del Nivel Inicial, reclamaron con fundamentos sociales, filosóficos y pedagógicos, como tantas otras veces, la restitución de la Dirección Provincial del Nivel Inicial.

Este espacio que hoy se recupera a instancias también del actual gobierno que escuchó, comprendió y ejecutó una acción política, modificando el mencionado decreto, permite pensar esperanzados que la niñez santafesina contará con la atención contenedora, responsable, profesional y ejecutora desde un Ministerio de Educación, que cuenta con un espacio político que seguramente continuará con la ética de todos aquellos que diseñaron proyectos y pelearon por desarrollarlos. Esta huella es imborrable, es historia, es real.

La tarea será ardua. Seguramente quien ejerza el rol de director/a del Nivel Inicial tendrá la capacidad política para seguir abriendo el camino, analizando críticamente los proyectos construidos sin olvidar su naturaleza política y social. Habrá que recordar cómo, dónde, por qué, con quiénes se ejecutaron, como evidencia de un modelo de participación con signo distintivo de gestiones anteriores, porque sin ello se hace imposible avanzar hacia nuevos procesos, a interacciones que permitan repensar, transformar, construir... pensando siempre en la infancia y su futuro.

Susana Alassio de Gainza (*)(*) Ex docente, directora, supervisora del Nivel Inicial, ex profesora del Instituto Superior de Formación Docente, ex presidenta del Comité Región Litoral de U.N.A.D.E.N.I., ex presidenta de la Asociación de Profesionales de Jardines de Infantes de Santa Fe.