Los mercados reaccionaron positivamente
El impacto de la crisis de EE.UU. se sufriría menos en Argentina
La duración de la coyuntura crítica norteamericana es un punto central en sus repercusiones en nuestro país y en otros. La Argentina no sería de los más afectados pero sus compradores sí. Opiniones de especialistas.

Mientras que en los centros de poder internacional y en el Foro de Davos se debate acerca de la persistencia en el tiempo de la crisis financiera de Estados Unidos y sus repercusiones en otros ámbitos y países, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha considerado que aquí "tenemos la consistencia de un modelo donde los argentinos estamos dándole forma a un modo de inserción propio en el mundo globalizado y lo podemos hacer en el marco del plan de infraestructura más importante de las últimas décadas".

En general, especialistas locales han reconocido que habrá un cambio en el situación de la economía mundial con mayor o menor impacto en unas naciones que otras. Y que dentro de las menos impactadas estaría la Argentina. Pero mucho dependerá de lo que hoy es el centro del debate, o sea cuánto durará esta crisis: dos trimestres, cuatro o más en el país del norte.

Mientras la FED resolvió el martes pasado la reducción de la tasa de referencia en tres cuartos puntos ubicándola en el 3,5%, el presidente George Bush logró un principio de acuerdo con el Congreso para que considerara para un paquete de medidas que implica 150.000 millones de dólares; de los cuales 50.000 millones se relacionan con las empresas.

La situación que tiene lugar en medio de la campaña electoral para la presidencia de la Nación. Sin dejar de tener en cuenta este escenario, una de las medidas prevista es la devolución de impuestos. Hasta 600 dólares a la mayoría de los estadounidenses; hasta U$S 1.200 para las parejas y otros U$S 300 extra por cada hijo. Esta decisión se orienta a promover el consumo y reactivar así a la economía.

Sin embargo, el ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, consideró hace horas que "estamos en un punto en que nos encontramos en el borde o ya sobre la recesión", y agregó que "la recesión es de 50%, tal vez más, pero aún no se manifiesta". En tanto, distintos voceros de la administración Bush subrayan la calificación de "desaceleración" y no más.

Visión local

Para el economista Manuel Solanet "todavía no hay claridad si estamos ante un proceso de desaceleración o de recesión de la economía norteamericana. Lo vamos a ver más adelante. En las últimas jornadas, en los mercados parecen haber surtido efecto medidas del gobierno tanto en reducción de impuestos como de las tasas", respondió al ser consultado telefónicamente por El Litoral. "Hay algunos índices que estarían sindicando que se trataría de una desaceleración, como por ejemplo el nivel de solicitudes de desempleo", agregó. Sin embargo, el economista reiteró que se debía ser cauteloso.

En Estados Unidos se considera que hay recesión cuando se tienen dos trimestres seguidos negativos, es decir que registren reducciones de crecimiento, comparándolos con los anteriores.

Interrogado sobre el impacto de esta coyuntura norteamericana en la economía argentina, Solanet indicó: "seguramente no nos viene bien, aunque es posible que tengamos un impacto amortiguado. La economía nacional es dependiente de sus exportaciones de agroalimentos y por ejemplo la soja tiene como principales destinos China,India y otros países emergentes".

"No tendrá el mismo impacto que en Europa y en los Estados Unidos, pero no habría que olvidar que éste último es el principal comprador de China y, entonces, puede ser que también este país retraiga sus importaciones", continuó.

"Creo que en el último sector en el que habrá consecuencias será el de alimentos. Además la soja, el maíz y otros cereales, se están utilizando como sustitutos del petróleo. Muchísimas plantas se han construido para hacer biocombustibles y esto, en alguna manera, nos beneficia frente a la situación de otros países" precisó.

Solanet opinó que, en el plano económico, el futuro de nuestro país "dependerá más de las medidas que internamente tome Argentina que de una situación de crisis internacional".

El economista avizoró problemas de inflación y debilitamiento fiscal. Al ser consultado sobre qué medidas consideraba necesarias, recomendó la atención "en las causas de la inflación y no sus consecuencias"; lograr un sinceramiento en las inversiones sobre todo en energía y en la creación de un clima de confianza. "Que haya un discurso proactivo para dar impulso a la inversión", remarcó.

En tanto, también indicó que Argentina "no tuvo una política monetaria expansiva; sí se la podría calificar de pasiva". Para mantener un cambio real alto, el Banco Central compró divisas. "Es decir, habría que tomar algunas definiciones que pueden contradecir el modelo como ha sido concebido hasta el día de hoy", concluyó Solanet.

Urgen concluir la ronda de Doha

El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, y el magnate Bill Gates urgieron a los más poderosos y ricos del mundo a concluir pronto la ronda de Doha de liberalización del comercio mundial, que sacaría de la pobreza a millones de campesinos pobres.

Gates, fundador de Microsoft y filántropo, anunció simultáneamente el desembolso de 306 millones de dólares para mejorar la producción agrícola y abrir nuevos mercados a campesinos africanos y asiáticos.

"Hoy desayuné con (el secretario general de la OMC, Pascal) Lamy. La ronda de Doha avanza hacia un momento crítico, y la agricultura es una parte clave. Un acuerdo impulsaría el cumplimiento de las Metas del Milenio para poner fin al hambre y la malnutrición. Éste es el momento" de hacer algo, afirmó Zoellick.

"No sirve de mucho si un campesino, a través de mejores semillas o suelo o irrigación, aumenta la producción pero no tiene un mercado para vender el superávit", afirmó por su lado Gates.

La ronda de Doha, lanzada en 2001 en la capital de Qatar, está estancada desde hace años por el diferendo entre países desarrollados y subdesarrollados sobre la agricultura.

Las negociaciones deberían haber culminado a fines de 2004, pero la OMC no espera un resultado antes de fines de 2008, como pronto.

En Davos, Lamy se reunirá mañana sábado con varios grandes actores de la negociación: Peter Mandelson, comisario de Comercio de la Unión Europea; Susan Schwab, representante de Comercio de Estados Unidos; el canciller brasileño Celso Amorim y el ministro indio de Comercio, Kamal Nath.

Un capitalismo "creativo"

El fundador de la compañía de software Microsoft, Bill Gates, instó a los líderes económicos y empresariales congregados en Davos a iniciar un nuevo acercamiento al capitalismo "creativo" en el siglo XXI.

En un debate de la reunión anual del Foro Económico Mundial celebrado en la ciudad suiza de Davos, Gates pidió a los líderes "colaborar y usar un capitalismo creativo" para reducir las desigualdades en el mundo.

"La comunidad empresarial internacional puede trabajar activamente en colaboración con los gobiernos y organizaciones para impulsar la innovación tecnológica y reducir las desigualdades", según Gates.

Añadió que las empresas internacionales pueden intentar que las fuerzas del mercado lleven los beneficios de la ciencia y la tecnología a todo el mundo.

En su intervención, Gates explicó que algunos ejecutivos de empresas han creado ya nuevos mercados y han proporcionado un acceso más amplio a los que ya existen, creando un nuevo sistema de capitalismo creativo. De este modo, los incentivos de los nuevos mercados pueden ayudar a conseguir cambios y mejorar vidas.

China controla su inflación

El gobierno chino mantiene su objetivo de evitar un sobrecalentamiento de su economía este año y reducir la inflación, tras dar a conocer un crecimiento del 11,4 por ciento en 2007.

En una intervención en la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, el viceprimer ministro de China, Zeng Peiyan, dijo que uno de los objetivos de su gobierno es "lograr una fuerte reactivación de la economía pero evitar el sobrecalentamiento y la inflación".

Con un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del 11,4 por ciento, el ritmo más rápido desde hace trece años, la economía china creció el pasado año 3 décimas respecto de 2006 y registró una tasa de crecimiento superior al diez por ciento por quinto año consecutivo.

Estas cifras impulsaron hoy a los principales mercados de valores de Asia, que cerraron con ganancias por segundo día consecutivo por los avances de los bancos.