Mercados y tendencias
Cada grano, con su propia historia
La soja local continúa su escalada apoyada en la escasez, mientras que el maíz disponible se valoriza en relación con los precios de los nuevos embarques. En los mercados mundiales el trigo no para de subir. En el mercado interno, no obstante, los exportadores ya habrían adquirido el cupo autorizado para febrero.

Flavia Rossi

Mientras se debate si la recesión de Estados Unidos afectará o no al mercado de granos, los operadores de Chicago, Mineápolis y Kansas siguieron activos apostando a los fundamentos propios. En la plaza local, cada mercado escribió su propia historia.

Soja

Hizo valer la escasez. En Chicago los precios subieron un 10 por ciento en las últimas dos semanas y reflejan la firmeza del comercio externo, el recorte de los stocks y las preocupaciones por la disponibilidad de la próxima campaña. En el mismo período, en la zona de Rosario la soja pasó de 945 pesos a los 1.170 pesos ofrecidos el miércoles de esta semana; acumula una mejora de casi 24 por ciento.

Si bien el clima es un riesgo latente para la soja que está en los campos, la preocupación es el escaso volumen que queda disponible.

El productor vendió casi toda su producción y las fábricas están teniendo problemas para conseguir la materia prima que necesitan. A pesar de estar pagándose 40 dólares de premio por la entrega disponible, los volúmenes que se negocian en el recinto son escasos.

Maíz

Se valorizó frente a los nuevos embarques. Frente a la suba externa del 10 por ciento en las dos últimas semanas, el maíz viejo pasó el miércoles de 425 a 500 pesos (18 por ciento) y acumula un alza de 23 dólares. Con este salto, el disponible pasó a valer más que el cereal nuevo (159,7 dólares contra 155 dólares del futuro abril el 6 de febrero). Indica que llegó el momento de hacer espacio en los silos.

Con la apertura del registro, los exportadores volvieron a estar interesados en comprar. La nueva normativa establece que se podrán registrar operaciones de venta para el maíz cuyo embarque se inicie a partir del 15 de febrero del 2008 y con una reducción del período de embarque a un máximo de 30 días.

Esto significa que se podrán achicar los stocks que los exportadores acumularon en la campaña 2006/07, aunque esto requerirá un manejo sumamente ordenado de logística.

La gran cantidad de mercadería que había comprado el sector y la falta de espacio en los puertos explicaron por qué los precios tardaron en reaccionar. Esta semana se registraron las primeros dos millones de toneladas de la campaña 2007/08 y los compradores volvieron al recinto, luego de que se confirmara el arribo de los primeros buques a la zona del Up River para la segunda quincena de febrero.

Trigo

En el mundo no para de subir. En las dos últimas semanas ganó más de 23 por ciento en Mineápolis y 16 por ciento en Chicago y Kansas. Refleja la preocupante caída de las existencias en Estados Unidos y la necesidad de que las variedades primaverales se expandan sobre la soja y el maíz.

A pesar de ello, y de la reciente apertura de las exportaciones argentinas de trigo, los precios internos no lograron mantenerse en los niveles de la semana anterior y cayeron esta semana hasta 580 pesos por tonelada (contra 650 pesos del martes pasado).

Sucede que recién en 10 días se podrán registrar ventas cuyos embarques se efectúen desde marzo, por lo que en la práctica el registro permanece cerrado.

Hasta entonces, la tarea de la exportación será terminar de embarcar los siete millones de toneladas que anotó en noviembre. Tampoco es menor el dato que el sector ya había comprado la mitad de los dos millones que podrían registrarse hasta julio en cuotas mensuales de 400 mil; por lo que no tendría urgencia por recalentar el mercado para hacer frente a los compromisos.