TEMA CENTRAL / TRADICIONES
Todo el año es carnaval
Belleza y delicadeza en Luisina, representantes de Paraverá, de Vera. La plaza Independencia, sede de los carnavales en Sastre.. 

Y que suenen los tambores... En febrero, el brillo del carnaval se enciende en todo el país y en la mayor parte del mundo. Son sólo algunos días, pero para muchos santafesinos es tarea de todo el año. En este informe, nos asomamos a ver cómo lo viven en Sastre, Esperanza y Vera. Y cómo se prepara en nuestra ciudad. textos de Nancy Balza, Aníbal Pitavino (Sastre), Cintia Roland (Esperanza) y Manuel Mudry (Vera).

Sastre es la cabecera del Departamento San Martín, situada en el centro Oeste Santafesino con una población de aproximadamente seis mil personas.

Aquí se respira y se vive el carnaval desde que se nace. Grandes, chicos, jóvenes, tercera edad, viven esta semana con mucha intensidad aunque, de manera silenciosa, se trabaja todo el año.

Los orígenes de esta historia ubican los primeros festejos allá por 1912 cuando la Escuela N° 803 desarrollaba los primeros festejos. Así lo indica Jorge Giaccone, presidente de la Asociación Carnavales de Sastre Ortíz (ACSO). "El trabajo es enorme en la organización y muy costoso. Hay mucha gente trabajando y hay que tener cuidado con la programación". Llegó en representación del Jockey club Sastre y luego se integró directamente a la comisión.

El diálogo con Nosotros transcurre en su casa, pero en ningún momento deja de sonar el timbre y el teléfono para requerirle distintos elementos necesarios para la noche: un par de jóvenes necesitan unas máscaras, otro adolescente necesita entradas... Y su esposa trabaja a la par.

Pero cuando llega la noche, un ejército de voluntarios se olvida de los problemas cotidianos y comienza su trabajo arduo. Desde la preparación de las comidas, bebidas, la venta de espumas, la colocación de carteles, el acceso a los invitados, proveedores, prensa. Todos son ítems que hay que controlar.

En 1991 se creó ACSO, una Comisión Permanente que se encarga de todos los detalles previos y que integran nueve instituciones con la participación de tres personas, una titular y dos suplentes. El sistema de la venta de abonos permitió tener -en forma anticipada- un respiro económico y una base para afrontar diversas contingencias, en especial el mal tiempo que siempre juega en contra alguna noche.

En 1973 se designó a la ciudad como Capital Provincial del Carnaval, título que llegó en plena época de esplendor. La ciudad mantuvo un alto nivel de carrozas y una gran cantidad de integrantes en la comparsa Penambí Berá, con un vestuario totalmente actualizado todos los años, que desfilaron a lo largo de todos estos años por la plaza Independencia. Pero éste podría ser el último en ese lugar. El próximo paso importante es el traslado al nuevo Corsódromo en el Predio del Ferrocarril, donde están totalmente adelantados los trabajos de cercado y la etapa previa de iluminación. El predio fue concesionado por 99 años. Pero también se cambiará el nombre de ACSO por ADSO, Asociación para el Desarrollo Sastre Ortiz.

Y mientras todos los cambios se ponen en marcha, la fiesta sigue: en tres noches de Carnaval, superan en 20.000 las personas que han presenciado la doble vuelta de las carrozas y comparsas.

Es que Sastre es Carnaval. Y aquí todos han pasado por estos festejos, si no es bailando o tocando algún instrumento, seguramente pegando lentejuelas, cobrando alguna entrada o llevando elementos para los buffets.

Comparsa Carioca, una institución de Esperanza

Para esta época del año, las comunidades se aprestan a compartir una época especial: el carnaval. Desde hace meses las comparsas trabajan en procura de sus presentaciones en los corsos. Esperanza no es ajeno a ello, sobre todo teniendo en cuenta que la ciudad cuenta con una comparsa que tiene más de 30 años de trayectoria.

Marga Sturm, presidenta de la subcomisión de Comparsa de Asociación Deportiva Juventud, comentó que "cuando terminamos la presentación del año pasado, comenzamos a pensar qué íbamos a preparar para este año. Es decir, no descansamos nunca. Cuando terminamos la última actuación, lavamos las cosas que se reutilizan para otra temporada y nos tomamos unos días, los únicos en todo el año para un descanso. Pero seguimos conectados, nos seguimos viendo y obviamente el tema que siempre surge es Carioca, más allá de las mini vacaciones. Durante el transcurso del año, en general, la gente se olvida de la comparsa, salvo las personas que colaboran con nosotros que siempre estamos conectados" acotó Marga.

Carioca tiene más de 30 años de existencia. Este largo tiempo habla claramente de la pasión de todo un barrio por la comparsa. Al dialogar con los integrantes surge el brillo en los ojos, la pasión por el ritmo, por las innovaciones y por la existencia misma de la escola do samba.

Quienes hoy aportan sugerencias y ayudan en los preparativos, han sido parte íntima de la agrupación. Han bailado o tocado algún instrumento y hoy desde otro lugar suman su granito de arena. Tal es el caso de los hermanos Montalbetti. "Quien arma los respaldos, Marcelo Montalbetti, el `tío Chuli', tiene más de 80 años. Junto a su hermana Elsa, trabajan todo el año para Carioca", resaltó Marga.

En la vida diaria de la comparsa intevienen muchas personas, porque la innovación de una temporada a la otra es el objetivo primordial. "Año a año, se cambia todo, tanto la coreografía como los trajes, porque se deteriora muchísimo la vestimenta en virtud de todas las presentaciones que se hacen. Lo único que queda es la pluma. Además la gente y los mismos participantes esperan algo nuevo, distinto cada año, cuando comienza el carnaval".

Plumas, boas, lentejuelas, piedras, canutillos y mostacillas son algunos de los materiales que fueron y seguirán variando. "Además va cambiando la moda. Por ejemplo, el año pasado era todo diminuto, mientras que éste se usan las piedras grandes, llamativas. Nosotros fuimos a Corrientes a comprar materiales y la tendencia es todo grande, exagerado".

"Este año presentamos `Carioca, Paleta de pintor de Esperanza'. El desfile termina con la representación de los doce girasoles de Van Gogh" contó la mujer, tras lo cual mencionó que "en este momento, Mauricio del Valle está a cargo de la coordinación general de la comparsa. Cuando él no está, toma la posta Lautaro Perren, un integrante de Carioca de 12 años que con su destacada predisposición y talento se ganó el respeto de todos y hace su trabajo. "Y lo hace muy bien".

En el trabajo previo participan muchas personas. "Los miembros de la Subcomisión, integrada por muchos colaboradores y también las mismas chicas. Todos aportan lo suyo para los bordados, las costuras, el pegado de materiales, los dibujos y maquillajes que se van a realizar. A ellos se suma la participación entusiasta a los ensayos" y los papás "que ayudan mucho".

Cada año, Carioca trasciende y se presenta en diferentes poblaciones. "Estuvimos en Sastre y ahora nos vamos a presentar en Córdoba, Suardi, San Agustín, El Trébol, Santo Tomé y en otros escenarios que se están por confirmar".

"Carioca es parte de la cultura de nuestro pueblo, es un símbolo de la ciudad. Carioca es una gran familia", concluyó.

Todos los ensayos son especiales. Se mezclan, ritmos ideas, pasos, la alegría y el entusiasmo de todos, ingredientes que son fundamentales para este tipo de actividad. "Son cien integrantes que aportan lo suyo para que Carioca salga a la calle y deslumbre". En la vida íntima de la agrupación, "los integrantes tienen contención: trabajan, intercambian ideas, aportan diseños y comparten charlas. Entre mates y bizcochos, surgen las innovaciones que se pueden hacer, siempre en procura de brindar el mejor espectáculo".

Brillo de comparsas en Vera

Finalizando la década del '60 y ante la visita de elencos de Avellaneda (Omanó Ivá) y Reconquista (Marumbá), surgió en el Club Ferrocarril la idea de organizar el corso en el mismo barrio San Martín, sobre calle Rosario, y presentar como soporte una comparsita integrada inicialmente por una treintena de jovencitas que, con polleras negras y blusas rojas (los colores del club), bailaban al son de unos pocos tambores... Contagiado el entusiasmo se pensó: ¿por qué no hacer una comparsa como las que venían de afuera?

Así fue que se contrató a integrantes de Marumbá para que enseñen percusión y algunos pasos de baile. Era la época de Lorenzo "Coco" Gómez, Rubén Cohen y Leonildo Bertone. El club aportó los recursos iniciales y, de la fusión de los nombres de la institución (Ferro) y de quienes de alguna manera lo apadrinaron (Marumbá), surgió el nombre de Ferrumbá.

No pasó mucho tiempo antes de que el grupo se divida en el mismo barrio y a sólo cien metros de distancia.

Ferrumbá siguió en el Club Ferrocarril y otro sector pasó a cargo de Nina Cataudella, luego don Carlos Nigra y se llamó Irupé, que se nutrió de algunos integrantes del centro de la ciudad que no tardaron en llevársela a la esquina de Belgrano y Eugenio Elemán (Familia Pretto).

Las dos comparsas crecieron y alcanzaron un gran esplendor en toda la región. Así se concretó el sueño de sus fundadores con exitosas presentaciones, no solamente en la zona sino con alcance provincial -San Justo, Sunchales, Suardi y Santa Fe, entre otras- y nacional, como la Ferrumbá que visitó la provincia de Córdoba, Mar del Plata y Bariloche.

Después de un paréntesis de algunos años en que los corsos se organizaron con comparsas de afuera que solo sirvieron para añorar los carnavales de entonces, surgieron Paraverá (con el espíritu de lo que fue Irupé) y Bambita que se convierte en su competencia.

Los temas siempre fueron localistas y basados en fantasías, la cuña boscosa, nuestro paisaje, cuentos y leyendas de la literatura universal o directamente representaciones de distintos países del mundo con sus trajes, su historia y su música, ejecutada por orquestas en vivo que montan su propia estructura de sonido, y sobre un carromato que desfila separado de su numerosa batucada, integrada exclusivamente por instrumentos de percusión.

Después, los barrios de la zona oeste se suman con Mburucuyá y Mainumbí.

Ferrumbá renació recuperando su protagonismo desde el barrio San Martín para convertirse en Leyenda. En los últimos años apareció Aerosamba que le puso un nivel excepcional por la calidad de sus trajes, su carroza y la participación de figuras del ambiente artístico nacional.

Aquel asesoramiento inicial de gente de la zona hoy es cubierto por diseñadores e instructores de la provincia de Corrientes y hasta del cercano Brasil, a lo que hay que sumarle una fuerte inversión en trajes que ya no tienen solamente lentejuelas y canutillos, sino que incorporan una estructura más compleja en materia de carrozas, espaldares y las cotizadas plumas.

Los corsos verenses se viven a pleno y una masiva concurrencia que participa activamente de la fiesta a pura nieve. Todas bailan su propia música, tienen su encanto particular y eso es valorado por el público que vive cada noche con una especial emoción porque "en cada una de ellas hay algo de nosotros mismos que nos identifica y nos une...".

Con una expectativa que supera ampliamente los límites lugareños, una excelente afluencia de gente a la fiesta que más proyecta a la ciudad -con visitantes de la más diversa procedencia- son familias enteras las que trabajan durante gran parte del año -Ramírez, Márquez, Ricordi, López, Esper, Fontana, Godoy...- para que todo luzca de la mejor manera y cuidan hasta el mínimo detalle. Aún durante la misma noche de corso es común ver una legión de asistentes y mamás juntando las plumas que se caen o cosiendo aquello que se desprende por el mismo movimiento.

Una fiesta con historia

Con distintos matices, según la geografía y costumbres de cada país o región, el carnaval es una de las fiestas populares de mayor tradición en la historia de la humanidad. Algunos historiadores coinciden que los primeros carnavales se remontan a la antigua Sumeria, hace más de 5.000 años, pasando luego la costumbre de la celebración a Egipto y al Imperio Romano, desde donde se difundió por toda Europa y traído luego a América por navegantes españoles y portugueses en época de colonización y conquista a partir del siglo XV.

Con el paso del tiempo, el carnaval fue adoptado por los pueblos que poseen tradición cristiana, y precede a la cuaresma. Precisamente, el término carnaval proviene del latín medieval carnelevarium ("quitar la carne"), que refiere a la prohibición religiosa de consumir carne durante los cuarenta días que dura la cuaresma.

Más arraigada a la celebración popular que al significado religioso, esta tradición se vive con festejos que comienzan durante febrero y llegan a extenderse aún a los primeros días de marzo.

Al paso de las comparsas

Para que la fiesta no termine con incidentes, se difundieron una serie de recomendaciones destinadas a quienes participan de los corsos en toda la provincia. En primer lugar se aconseja no arrojar espuma, bombas de agua u objetos punzantes a las comparsas; no molestar a sus integrantes con actitudes irrespetuosas, antes, durante y después del desarrollo de los corsos. Iniciado el desfile, se recuerda que está prohibido transitar por la calzada del circuito, cruzar o permanecer en el borde, para no obstaculizar el paso y permitir observar a todos los concurrentes.

Recomendaciones

A las personas que tengan a su cargo menores de edad, mantener un control permanente para evitar que se pierdan en el circuito. A conductores de automóviles, motos y otros vehículos, circular por la zona urbana con suma prudencia.

Bebidas y circulación

Para evitar hechos de violencia, a los mayores de edad se les recomienda consumir alcohol en forma moderada y evitar la ingesta por parte de menores de edad. Concurrir en grupo. No participar de discusiones o peleas callejeras y circular por calles iluminadas y transitadas.