ACTUALIDAD / SAN VALENTÍN
Buena comunicación también en la pareja
Apelar al diálogo. Muchas parejas intentan mantener un diálogo normal pero lo único que consiguen es pelearse y discutir continuamente. Claves para descubrir qué falla en la comunicación y cómo solucionarlo. textos de María Jesús Ribas.

¿Los enojos se producen siempre por las mismas razones o cada vez surgen debido a una razón diferente? ¿Uno de los dos suele adoptar el papel de verdugo y el otro de víctima? ¿Las discusiones son dialogantes o acaloradas? ¿Se llega a la agresión por medio de gritos o con largos y tensos silencios?. Responder estos interrogantes claves con total sinceridad puede ser un saludable primer paso para comenzar a desandar el camino del enfrentamiento entre los miembros de una pareja, y empezar a transitar el de la comunicación.

También vale la pena analizar en qué medida es uno mismo el responsable de las discusiones violentas o tensas, y cuál es la cuota de responsabilidad del otro miembro de la pareja.

Para dilucidarlo conviene hacerse estas otras preguntas: ¿quién empieza las discusiones? ¿El enojo crece y se desvanece con rapidez o se mantiene enquistado durante un tiempo? ¿Quién suele dar el primer paso para reconciliarse después de las tormentas? ¿Saben mantener una relación sin peleas?.

Conviene tener presente que en el caso de los conflictos, al igual que en muchas otras áreas de la vida, lo ideal es el término medio: no hay que huir de ellos, pero tampoco ponerlos sobre la mesa a cada instante, reviviéndolos y realimentándolos una y otra vez.

Estrategias para no pelear

Si comunicarse con la pareja es vital para que la relación funcione y avance, la expresión de las necesidades y punto de vista de cada uno, sin llegar a la pelea o el enfrentamiento, es una de las claves para que la comunicación funcione bien.

Estas son algunas recomendaciones de los expertos en habilidades sociales para aprender a resolver los conflictos en medio de la negociación en lugar del enfrentamiento, y salir de la dinámica de "perro y gato", que a la larga conduce a la derrota de ambos contendientes.

En primer lugar, si se tiene un carácter impulsivo, es recomendable detenerse unos segundos antes de lanzarse y pensar bien en lo que se va a decir, antes de atacar verbalmente a la pareja. Es muy probable que el solo hecho de "contar hasta 10" y pararse a reflexionar unos instantes, ayude a atemperar una respuesta o reacción intempestiva.

Si por el contrario, se tiende a retraerse, hacer un esfuerzo para no quedarse callado y recluirse. Comenzar a hablar aunque no se tenga demasiado claro lo que se va a expresar e introduciendo frases que interrumpan el monólogo del otro. Es una buena forma de defender las propias opiniones.

El sentido del humor

A veces el orgullo hace que nos cueste reconocer algunos errores o pedir disculpas. En estos casos, utilizar el sentido del humor y la imaginación a menudo es el mejor camino para hacer las paces con la pareja. Intentar reírse y desdramatizar las situaciones.

Si cada uno se ha ido al trabajo con mal humor o el corazón dolido por una discusión "mañanera" -que convienen evitar a toda costa porque tienden a proyectar su sombra durante toda la jornada- hay que evitar que el reencuentro por la tarde vuelva a ser conflictivo. Un correo electrónico, un mensaje de texto o una llamada telefónica, invitando al otro a cenar fuera por la noche o a compartir una salida romántica, pueden cambiar el ánimo, y hacer olvidar el mal comienzo del día.