Cuando "que" falta, sobra o desplaza

Por Enrique José Milani

"Que" puede ser pronombre (relativo, interrogativo u otros) y conjunción. En esta función es la voz de más amplio uso, tanto que puede figurar en casi todos los grupos conjuntivos. Esta vez consideraremos el empleo de "que" como conjunción, señalando que, respecto de esta función, a veces la omitimos, la agregamos innecesariamente o la privilegiamos frente a otras palabras. Pero antes veamos algunos usos generales.

1. A veces se repite con valor de "y": dale que dale, come que come, con las variantes: dale que le das, dale que le darás, come que te comerás, etcétera. 2. El giro "que no" (más bien literario) equivale a "y no": Es más disimulo que no verdad. Y también con el mismo valor de "no": Quiera que no quiera, tendrá que hacer el trabajo.

3. Encabeza proposiciones sujetivas u objetos directos: Que lo aceptara al encargado, satisfizo a todos, Le rogó que lo llevara con él. Puede ir con artículo: El que lo quiera que lo pague.

4. En expresiones como íQue dios lo bendiga!, íQue no y no! íQue patatín, que patatán! íQue sí, mi amor; que no, mi amor! , en lo que se suponen verbos llamados de "lengua" (decir, afirmar).

5. Está presente cuando se expone alguna objeción imaginaria: Que algún día se acabará el mundo, pues esto siempre se dijo, y unida a "si" : Que si se acaba el mundo..., que si desaparece todo..., y siempre con la misma historia.

6. Encabeza preguntas de asombro y expresiones con valor causal: Al final ¿que tú eres la perjudicada?; Que nada importa tanto como la buena disposición, (Porque nada importa tanto...).

7. Enlaza términos de una comparación (más... que, menos... que) y puede ir acompañada de un "no" expletivo para realzar: Mejor es la decencia que no la dejadez.

8. Encabeza proposiciones aseverativas, es decir, expresa el resultado o consecuencia de lo enunciado anteriormente: Trabaja tanto que se enfermará. "Tanto y tal" pueden faltar: Canta que es una delicia, Recita que es un placer.

Y ahora abordamos los temas del título:

a) Falta: cierto es que la Academia censura su repetición como en ciertos pasajes de Cervantes, pero hay escritores tan escrupulosos de repeticiones que "la omiten por pseudoelegancia" (M. Seco), por ejemplo en "... no creo haya habido intento alguno de...", "... supongo habrá usted oído hablar de mí". La Academia admite esta supresión, pero recomienda a favor de la claridad y fuerza expresiva, enunciar la conjunción; aunque no es tan terminante cuando se trata de verbos de "voluntad y de temor": Temía se perdiese la cosecha, Le suplicó fuese indulgente con su hermano, Ruego quiera tener a bien enviarme lo solicitado.

Tampoco puede faltar en los siguientes giros conjuntivos. Si la preposición "de" es optativa, lo señalamos con el paréntesis: antes (de) que, así que, bien que, a fin de que, al modo que, con tal (de) que, después (de) que, en tanto que, entre tanto que, luego que, mal que, mientras que, por más que, siempre que, sino que, pues que, puesto que, supuesto que, como quiera que, como que, una vez que, dado que, ya que, de modo que, de manera que, más que, menos que, para que, a fin de que, con el objeto de que...

En algunos casos aislados, la conjunción se une con otras voces: aunque, conque, porque.

b) Sobra: cuando se intercalan proposiciones objeto directo dentro de otra: Dijo que como se sentía mal que llamaran al médico. (Porque se sentía mal dijo que...); Con el verbo "preferir": Prefiero esto que (o que no) aquello. (Corrección: Prefiero esto a aquello); los siguientes galicismos se corrigen quitando el verbo "ser" y la conjunción: Es por eso que lo digo (Por eso lo digo), Por esto es que escribo (Por esto escribo). En la lengua escrita suele aparecer un "que" expletivo propio del habla coloquial íQué mal que se portó!, íQué bien que lo hiciste!, íCuántas cosas que me dijo! Resulta más elegante suprimir los ques: Se portó muy mal... También se puede caer en insoportable monotonía: Temió que creyesen todos que su hermano había afirmado que no concurriría; o cacofonía (malsonancia): Mejor es que hable que no que murmure, Pregunta que en qué quedará todo.

c) Desplaza a otras palabras que responden mejor al genio de la lengua y se cometen flagrantes galicismos. Deben evitarse expresiones de este tenor: Es así que, fue entonces que, es por eso que, fue aquí que, etcétera.

Si la palabra que antecede a "que" indica modo, se emplea "como": es así como; tiempo, cuando: fue entonces cuando; causa: por lo que o por lo cual: es por eso por lo que o por lo cual; lugar, donde: fue aquí donde. Se exceptúa por considerarse molde clásico "no es bien que": "No es bien que los hombres honrados sean verdugos de otros hombres" (Cervantes, "Quijote", I, XXII).