Luciano Leiva (*)

Una buena lectura de la situación de nuestra ciudad, realizada sin prejuicios políticos o ideológicos, obliga al oficialismo y la oposición a tomar conciencia de que Santa Fe no está en condiciones de salir sola de este proceso de crisis que exhibe en la mayoría de sus índices.

Santa Fe, como el resto del país, se ha visto sacudida desde hace más de 30 años por sucesivas crisis económico-productivas, con el impacto que se exhibió impúdicamente en los años previos a diciembre de 2000 y cuya eclosión desenmascaró el crudo rostro de la fragmentación social y cultural. Pero, además, nuestra ciudad sufrió dos flagelos como la dramática inundación de 2003 y el revival de los anegamientos de 2007.

No hay ciudad con infraestructura física que salga ilesa de semejantes avatares, menos aún una como la nuestra que si de algo adolece es de la falta de inversión sostenida y significativa de acuerdo con su vulnerabilidad. Tampoco es intención aquí analizar si alguna o ambas situaciones pudieron ser evitadas.

Importa el cuadro actual: la ciudad no sale sola. Es imprescindible un sinceramiento objetivo de las circunstancias de la Municipalidad y de su capacidad para hacer frente a un estado de cosas que reclama inversiones muy importantes, tanto en infraestructura física como social, para poder, en el mediano y largo plazo, modificar nuestra presente situación.

Alguna vez se ha dicho que no hay que confundir lo urgente con lo importante.

Lo importante para los santafesinos es tomar conciencia de que su Estado municipal no tiene capacidad económico-financiera para llevar adelante una tarea de envergadura como las inversiones imprescindibles, tanto para superar su vulnerabilidad física como para vislumbrar una salida de la profunda fragmentación social que hoy vivimos.

Urgente es hacer algo, ya, para los sectores más vulnerables. Y si tanto se ha dicho que la calidad del futuro depende de la calidad de la infancia y de la adolescencia de hoy, lo inexcusable es abordar un trabajo interdisciplinario, transversal, participativo y con los recursos necesarios, dirigido exclusivamente a este sector.

Desde el lugar que nos toca ocupar hoy, estamos, por una parte, dispuestos a acompañar toda gestión que el intendente local realice ante los gobiernos provincial y nacional, para lograr las inversiones imprescindibles de cara al mediano plazo.

Pero por otra parte, y en atención a lo urgente, hemos propuesto la declaración de la emergencia social y humanitaria en la ciudad, con el objetivo central de atender de manera integral, eficiente y eficaz a los niños y adolescentes de los sectores más desprotegidos de Santa Fe.

Hemos propuesto, y está a consideración de las Comisiones que integran el H. Concejo Municipal, la creación de un Consejo Municipal para la Emergencia Social y Humanitaria, que atienda algunos ejes que entendemos son los centrales: nutrición, educación, formación complementaria y recreación, atención sanitaria y derechos de niños y menores.

Dicho Consejo estará presidido por el intendente e integrado por concejales, funcionarios municipales, organismos del Estado municipal y provincial, entidades intermedias y organizaciones comunitarias.

Según la propuesta, el municipio deberá destinar el dos por ciento del presupuesto 2008 al desarrollo de los programas contemplados en esta norma y aumentará paulatinamente este porcentaje hasta llegar al porcentaje necesario en los siguientes cuatro años. Asimismo y ante necesidades que se determinen, la autoridad municipal dará prioridad para este cometido a todos los recursos humanos y materiales con que cuente, siempre que ello no suponga poner en riesgo servicios considerados esenciales para la ciudad y cumpla lo establecido en Artículo 3º de la Ley 26.061 que dice: "Cuando exista conflicto entre los derechos e intereses de las niñas, niños y adolescentes frente a otros derechos e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros".

Se cuenta con suficientes diagnósticos e información como para iniciar un proceso de intervención social drástica e impostergable.

Los santafesinos que ostentamos alguna representación, no sólo política, debemos abocarnos sin dilación a atender esta problemática.