El país está de luto
España vota bajo la sombra de ETA
La hija de Isaías Carrasco, el ex concejal asesinado en la localidad vasca de Mondragón, llamó a los españoles a asistir a las urnas: "Es lo que pido a todo el mundo", dijo.

Los españoles votaban hoy bajo la conmoción causada por el asesinato de un ex concejal socialista por ETA en unas elecciones en las que el presidente del Gobierno y candidato socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene como principal rival al líder conservador Mariano Rajoy.

La jornada de reflexión de ayer se convirtió en un día de luto en el que miles de personas despidieron en la localidad vasca de Mondragón a Isaías Carrasco, el ex edil asesinado a tiros por la organización terrorista ETA.

Su hija mayor, Sandra, de 20 años, se sumó a las voces que llamaron a una participación masiva para responder desde las urnas al atentado.

"Mi madre y yo iremos a votar, y eso es lo que pido a todo el mundo, que vote, y a los que quieran solidarizarse con mi padre y con nuestro dolor que acudan masivamente el domingo para decir a los asesinos que no vamos a dar ni un solo paso atrás", señaló.

Los analistas políticos se preguntan cómo puede influir el atentado en los comicios y si esa acción terrorista podría repercutir en los resultados a favor del Partido Socialista (PSOE) de Zapatero, al que pertenecía la víctima, o bien en el Partido Popular (PP) de Rajoy, partidario de la línea más dura con ETA.

En España no pueden publicarse resultados de encuestas electorales cinco días antes de los comicios por lo que no existen sondeos indicativos sobre ese punto.

No obstante, consultas realizadas por distintos medios con expertos indican que el atentado podría tener influencia en un mayor índice de participación, pero escasa sobre el sentido del voto.

Los españoles acudirán por segunda vez consecutiva a las urnas tras un atentado terrorista cometido en vísperas de la cita electoral.

Los anteriores comicios, en marzo de 2004, se celebraron con el país totalmente conmocionado por el atentado más sangriento perpetrado en España al atacar, una célula de jihadistas, cuatro trenes en cercanías de Madrid, el 11 de marzo, tres días antes de la votación.

Esos atentados dejaron 191 muertos y más de 1.800 heridos en medio de una situación de enorme confusión después de que el entonces gobierno del PP atribuyera los ataques a ETA y mantuviera esa hipótesis abierta pese a los indicios de implicación islamista.

Tras la celebración de las elecciones del 14 de marzo, que dieron la victoria a los socialistas, los populares los acusaron de haber utilizado el atentado para movilizar al electorado tras una tensa jornada de reflexión en la que hubo concentraciones e incidentes.

Los candidatos

Zapatero y Rajoy votaron durante la mañana de hoy. Zapatero lo hizo acompañado de su esposa, Sonsoles Espinosa, en el colegio Nuestra Señora del Buen Consejo, cercano al palacio de la Moncloa, la sede del gobierno español.

Vestido con saco, sin corbata y rodeado de fotógrafos, el candidato socialista votó con una sonrisa contenida, después del asesinato el viernes de un ex edil socialista en el País Vasco presumiblemente a manos de la organización independentista armada vasca ETA.

La pareja salió entre los aplausos de algunos y los silbidos de otros que gritaron "íZapatero fuera!".

"España es más fuerte si la democracia es más fuerte, y la democracia es más fuerte si todos los ciudadanos acudimos a votar", afirmó Zapatero a la prensa tras ejercer su derecho cívico.

El candidato del Partido Popular (PP, conservador), Mariano Rajoy, votó cerca de una hora después en el colegio Santa Bernardette de Madrid.

Rajoy, de 52 años, votó acompañado por su esposa e iba vestido con traje y corbata.

35 millones

Unos 35 millones de ciudadanos estaban llamados hoy a votar en estos comicios, donde el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de José Luis Rodríguez Zapatero es favorito frente al conservador Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy. Los españoles renovarán los 350 escaños del Congreso de los Diputados y 208 de los 264 escaños del Senado.

EFE/AFP