Región: REG-16
Los números de la razón
Por Eloy Rodríguez

Estuve presente en los cortes llevados a cabo en la intersección de las rutas Nacional 95 y Provincial Nº 2, 7 kms. al sur de la ciudad de Tostado. No divisé ningún huelguista terrateniente, que en el Departamento 9 de Julio los hay. Quizás esperan algún llamado oficial para colaborar con el gobierno nacional en cuanto al envío al mercado, fundamentalmente de ganado, en busca de la obtención de alguna prebenda futura. Si vi algún que otro hipócrita adicto al subsidio, pero la inmensa mayoría eran pequeños y medianos productores perjudicados por este nuevo sistema de retenciones móviles a los granos, que confisca las futuras ganancias de los agricultores a tal punto que, como son progresivas, si la tonelada de soja supera el precio de u$s 600, el Estado se queda con el 95% del excedente de dicha cantidad.

Los volantes explicativos del por qué de la protesta, en la Ruta Nacional 95 e intersección de la Ruta Provincial 292-S, en el acceso a Villa Minetti, demostraron los siguientes números: las retenciones no contribuyen al abaratamiento del gasoil, porque para los colectivos representa $1 el litro, para el público de $ 1,70 a $ 2 y para el campo (mayorista) de $ 2,20 a $ 2,30. Este ""impuesto" tampoco le permitió al campo tener un dólar competitivo debido a que este vende a un valor entre $ 1,75 y $ 2,05 (descontadas las retenciones) y compra los insumos con un dólar de $ 3,15.

El pequeño y mediano productor triguero no recibe el precio lleno del producto, porque el valor exportable es de $ 1.150 por tonelada, el gobierno retiene $ 332, los aliados del estado nacional (exportadores y molineros) sonsacan otros $ 248 y el productor cobra en puerto $ 580 (50% del valor real). Además el rendimiento promedio de una zona triguera por excelencia necesita de 2.900 kg/ha. para cubrir los costos y el rendimiento promedio es de 2.400 kg.

Asimismo, las retenciones no fueron óbice para la inflación ya que el trigo, en el 2002, costaba $ 380 y hoy vale $ 580, mientras que en aquella fecha el pan tenía un precio de $ 2 contra los $ 4 de la actualidad. El maíz costará casi 40 dólares más que en el año 2007, más los fertilizantes, el glifo, la atrazina y la incertidumbre.

Y también aumentaron los costos de producción: el fertilizante fosfatado pasó de 300 a 1.000 dólares la tonelada y el glifosato que costaba U$S 2,50 el litro hoy está sobre los u$s 7. El flete a puerto, de 150 kilómetros, representaba $ 38 la tonelada y hoy se habla de $ 56.

Además, si bien es cierto que los campos se valorizaron, estos no pueden ser comprados por los productores con sus ganancias.

Se podrá discutir la metodología de esta protesta agropecuaria histórica y nacional, pero vuelven a tener razón los chacareros.