Política: POLI-08 Yunus impulsa el crédito a los pobres

El bengalí Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz en 2006 y creador del llamado "banco de los pobres" (Grameen Bank, que otorga microcréditos a casi 7,5 millones de personas carecientes en su país), sostuvo que en nuestro país el marco legal desalienta este tipo de emprendimientos.

"Las organizaciones sociales tienen que empezar a presionar al gobierno para que modifiquen las condiciones. Sólo así van a conseguir el desarrollo de los microcréditos", sostuvo, en una entrevista con el diario La Nación.

Yunus explicó que en su país se topó con las mismas limitaciones y que debió revertir ese marco para avanzar con su emprendimiento, que hoy se repite en todo el mundo por millones de organizaciones, cooperativas e incluso bancos privados.

Luego de consignar de qué manera la obtención del premio Nobel potenció su mensaje -"estuve durante varios años gritándole desesperadamente al mundo sobre la necesidad de sacar a la gente de la pobreza a través de los microcréditos y nadie me escuchaba. Ahora lo susurro y todos me escuchan"-, Yunus reseñó cómo se gestó el Grameen Bank.

"Yo estaba enseñando Economía en mi país y la gente se estaba muriendo de hambre. Se me hizo obvio que tenía que acercarme humanamente a estas personas que estaban sufriendo. Descubrí que algunos estaban pidiendo plata para poder salir adelante. Entre 42 personas se habían endeudado por 27 dólares. Lo que se me ocurrió fue que si yo conseguía ese dinero, ellos se podrían librar del préstamo. Eso fue lo que sucedió, y su respuesta fue increíble. Me convertí en un ángel por sólo 27 dólares", relató.

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Un largo camino

Yunus comenzó saliendo de garante ante la reticencia de los bancos a prestar dinero a los pobres, hasta que en 1983 decidió crear uno propio. Al ser consultado sobre la filosofía que lo sustenta, indicó que "los hombres disfrutan de la misma manera el hacer dinero que ayudar al prójimo. Antes sólo existía el negocio de hacer dinero, y nosotros introdujimos el negocio social, que significa hacer negocios ayudando a los demás. No existe una dicotomía entre caridad y negocio".

Añadió que las mujeres se convirtieron en el centro de la propuesta de la organización porque, en la época de su inicio, los bancos no les daban crédito, aunque fuesen ricas. "Nos llevó seis años que el 50 % de los créditos estuviesen dirigidos a las mujeres, que son las más responsables y las que priorizan el bienestar del hogar y de la familia. Ahí, decidimos enfocarnos completamente en este grupo: hoy reciben el 97 por ciento de los créditos que otorgamos".

La iniciativa se expandió al fomento de la educación -es requisito para acceder al préstamo que los hijos vayan al colegio, pero además se crearon becas universitarias- y a mejorar la calidad de vida. "Por ejemplo, creamos el Grameen Phone, para que todos pudiesen tener un teléfono; hoy hemos otorgado préstamos para 32 millones de teléfonos celulares", completó.