Escenarios & Sociedad: SOCI-01
SEÑAL DE AJUSTE
La televisión total

ROBERTO MAURER

Con el retorno de Marcelo Tinelli y su "Bailando por un sueño", al fin volvió la Televisión Real, aquella que cede su sangre para que circule por las arterias del cuerpo televisivo total. De eso vive y no de las ficciones presumidas o pasatistas, ni de noticiosos sobre movimientos agropecuarios, juegos neoinfantiles con premios o del relleno de magazines politemáticos, ni siquiera de Marley, ni mucho menos de las óperas de "Film&Arts", los escritores entrevistados de Canal ‡, ni de las costumbres rurales del canal Encuentro. ¿Acaso las víboras de "Animal Planet" pueden resultar más atractivas que el jurado de "Bailando por un sueño"?

Tinelli ha regresado con su Frankenstein irresistible, el del show brillante donde palpita el escándalo y la comedia humana entera: drama, felicidad, ternura, alegría, sentimentalismo y esguinces de tobillo. El resto de la tele y una parte de la humanidad ya vibran otra vez.

BUENAS NOCHES, AMÉRICA

La apertura estuvo a la altura de las circunstancias y por momentos se apuntó ambiciosamente al "Cirque du Soleil", aunque los enemigos que NO tiene Tinelli dirían que la presentación estuvo más cerca del Circo de los Hermanos Tihany. La estructura de boliche se pobló con 230 bailarines y acróbatas, más dos perros afganos y el lomo de Flavio Mendoza en las alturas, y durante largos minutos la gigantesca pista de 400 metros cuadrados fue invadida por todo tipo de proezas coreográficas, al ritmo de un moderno mix de Cold Play, Marilyn Manson, Madona y Prince, hasta que Tinelli entró de etiqueta con sus "íBuenas noches, América!", y fue rápidamente rodeado por sus colaboradores para sobarlo.

Después de la presentación, Tinelli saludó a Adrián Suar:

-¿Qué te pareció, boludo?

-Una producción del carajo-, respondió el gerente, atento a la riqueza de los diálogos.

MÁS SABIO Y RESENTIDO

Siguieron los jurados, elegidos entre las personalidades que más han venido contribuyendo al alboroto del gallinero. Carmen Barbieri y Moria Casán, supuestas enemigas, de inmediato comenzaron con sus desafíos patoteros, en ese estilo tan nuestro que, inclusive, es alentado desde las altas esferas. Moria entró con un Chihuahua Toy en sus brazos y señaló entre el público a su otra nueva adquisición, un fulano de 32 años que, cuando le preguntaron en qué trabajaba, respondió que era un ex basquetbolista de la Liga.

Jorge Lafauci puso el show al nivel de Hollywood y Broadway, y declaró que vuelve "más sabio y resentido". Preside Gerardo Sofovich, a quien su ex amiga Nazarena llama "El Octogenario", para anunciar que "ha llegado el momento de aplicar criterios más severos": las amenazas, en realidad, son promesas excitantes.

POR LA PISTA

Las largas y nerviosas piernas de Dolores Barreiro fueron las primeras en rodar con ritmo de música disco, junto a un soñador que aspira a ayudar a un hogar de discapacitados, y siguió Natalia Fassi, brutalmente conocida como "la Pocahontas argentina", con un compañero deseoso de reunir fondos para comprar una pierna ortopédica de titanio a un amigo.

En esta edición con figuras internacionales, para la apertura bailó Serafín Subirí, el cantante ciego que vino de España luego de llegar a la final en la versión del concurso realizada en su país. Su falta de visión no le impide bailar, salvo cuando se separa demasiado de su compañera y luego le cuesta volver a encontrarla.

Naturalmente, la discapacidad del participante fue ampliamente aprovechada, porque además es simpático, bromea con su ceguera y es acompañado por un perro labrador absolutamentente querible. Como todos los perros, se echó en el piso, y Tinelli le hizo compañía, en una de las gracias más festejadas de la noche. La modelo Sofía Zámolo cerró la primera jornada y resultó la más favorecida en el puntaje de un jurado más bien mezquino.

Tal vez antes de ser publicadas estas líneas, ya se haya presentado la Cicciolina, la principal atracción del contingente extranjero. Como se sabe, desde hace semanas en el perdido Canal Magazine se ofrece diariamente la previa, donde declaró que no hacía pornografía desde hace casi veinte años. "Pero, ¿vas a mostrar un pecho si Marcelo te lo pide?", le preguntó el movilero. "íMostrar un pecho non e"porno!", contestó Cicciolina, quien, luego, en la reunión social para la foto, se encontró con la remendada vedette Adriana Aguirre, con quien sostuvo una charla de especialistas: hablaron de tamaños. Luego, la argentina le prometió presentarle un hombre, en lo posible bien dotado. Quien conoce a Ricardo García, su marido, dudará de la idoneidad de Adriana Aguirre para recomendar galanes.