Opinión: OPIN-02 La disidencia cubana y la política de Raúl Castro

La escritora cubana Zoé Valdés (La Habana, 1959) tilda de "maquillaje" el lenguaje de cierta apertura del régimen que utiliza el mandatario de Cuba, Raúl Castro.

El lenguaje raulista "es de manipulación en la sombra y de hacer chistes, pero ha entregado el poder a los militares", dijo Valdés durante una conferencia en Barcelona, titulada "La Cuba futura: una propuesta o un interrogante".

La escritora, afincada en París, calificó al actual mandatario cubano de "Castro II" y consideró que "está muy lejos de ser un mago y menos un demócrata, ya que en dos años su política no ha variado".

En consonancia con gran parte de la disidencia de su país, opina que "no hay cambios estructurales en Cuba" y "desde luego los cubanos no deberíamos hacernos ilusiones con Raúl Castro, uno de los militares más represores de Cuba".

La escritora dijo que la apertura hacia la población de la venta de ollas a presión y teléfonos móviles son medidas "de pacotilla" que le "provocan risa", mientras que la autorización a los cubanos para que accedan a los hoteles le parece "una de las peores bromas, ya que se les aplican tarifas" inalcanzables para cualquier ciudadano del país.

Las medidas "raulistas no han liberado el malestar del pueblo, lo han agudizado" y entre ese malestar destacó "el de la gente que vive en la pobreza y las personas jubiladas", en un país en el que "los negros son ciudadanos de segunda por culpa del castrismo".

Voz enfrentada con el régimen cubano que dice de ella que "está pagada por la CIA o es una pornógrafa", según la presentación que hizo de Valdés el autor catalán Carles Llorens, la escritora publicará en los próximos días un ensayo sobre la personalidad de Fidel Castro.

Valdés invitó a la audiencia a comprar el libro para saber más sobre el líder cubano, de quien señala en sus páginas "un dato personal muy curioso, el de que tuvo como libro de cabecera durante su juventud el `Mein Kampf' de Adolf Hitler", y en él señalaba las cosas que le gustaban y las que no.

"Fidel Castro deja un gobierno plagado de errores en política nacional, social y económica y no deja nada, cero", según la autora, que es de la opinión de que la revolución cubana "se instaló en una mentira".

Valdés, que salió de Cuba a los 35 años, relató hoy que cuando era más joven tuvo un primer encuentro con Fidel Castro en un Festival de Cine al que ella acudió con atuendo "punk" y éste le preguntó de qué país era. Su respuesta fue: "No soy nadie, soy cubana".

(EFE)