Opinión: OPIN-04 El peine cuando estás pelado

"La experiencia es un peine que te dan cuando te quedás pelado...", fue una ocurrencia que popularizó en el boxeo el inolvidable Oscar Bonavena. Desde Santa Fe, compartiendo la misma pasión que "Ringo", Julio César Vásquez puede dar fe de ello. Es que el sábado pasado -12 de abril-, en el gimnasio municipal de la lejana y fría Puerto Madryn, la trayectoria de uno de los de los más grandes boxeadores nacionales de los últimos 30 años, tocó su fin. Colgó los guantes el "Zurdo", a los 41 años, con la misma hombría que lo caracterizó en las noches gloriosas. Vásquez, dos veces monarca superwelter de la Asociación Mundial, dijo adiós tras ser noqueado en el séptimo round por el mendocino Oscar Véliz.

"Esta es la última. A lo mejor no es la manera que me hubiera gustado pero hay que saber aceptarlo. El chico me ganó bien...", aceptó sin excusas el santafesino. Así se cerró el último capítulo de la carrera profesional de un verdadero guapo, quien en 22 años como rentado acumuló un historial de 68 victorias (43 contundentes) y 13 derrotas. Para el desconocido Véliz fue una victoria inolvidable. Triste y respetuoso, despidió a su rival con un sencillo homenaje mientras el estadio, de pie, lo aplaudía aun vencido: "Muchas gracias por todo lo que nos diste, Zurdo".

Hace algunas semanas, en una entrevista exclusiva concedida a El Litoral en Capital Federal, Vásquez había dejado su último zurdazo: "Cuando aprendí a decir que no, me di cuenta que tenía 41 años y estaba seco". Toda una contradicción para alguien que supo de bolsas millonarias en dólares, autos cero kilómetro, casas, departamentos, inversiones. Moldeado entre Santa Rosa de Lima y Villa del Parque, ahora Vásquez sabe que Bonavena tenía razón. En la mano tiene un peine...en la cabeza ya no tiene pelos. Julio César Vásquez....simplemente el "zurdo", el de la mandíbula gigante. El que tuvo todo y se quedó sin nada. Triste, solitario y final, como la letra del tango, pero con ritmo de cumbia santafesina.