Regionales: REGI-03
Se trata del Nuevo Tatra que en marzo cesó sus actividades
Empleados intentan poner en marcha un frigorífico verense
La empresa está cerrada pero puede convertirse en una importante fuente de trabajo para la ciudad norteña y con proyección regional, si reciben el apoyo que necesitan para reactivar el establecimiento cárnico que tiempo atrás tuvo una importante inserción.

Martín Trusik y Jorge Miskovic llegaron provenientes de Checoslovaquia y se afincaron en Vera, allá por 1930, con la idea de hacerse "la América" y, como les fue bien, pronto hicieron venir también a sus novias, Ana Maleca y Eva Trusik prima de Martín.

Las dos parejas formalizaron familias y comenzaron carneando cerdos para elaborar chorizos en una pequeña instalación, en el norte del pueblo, que después se identificaría como "la chanchería".

Las cosas comenzaron bien y fueron mejorando, lo que los estimuló para perfeccionar la técnica en la elaboración artesanal de fiambres que bautizaron con el nombre de Tatra, en homenaje a su tierra.

El tiempo trajo el progreso pero la empresa familiar nunca abandonó su estilo, "todo era a mano y había que darle a la manivela", recuerda Martín Trusik (h), que se crió entre mortadelas, salamines y las incomparables salchichas.

Martín recuerda que, cuando la empresa se perfilaba los visitó el gerente de la usina eléctrica y se sorprendió de que todo el trabajo se haga en forma manual. Entonces les ofreció los motores pagados a plazo y sin interés, para que se modernicen y así se hizo. La empresa se tecnificó y la usina ganó un nuevo cliente de alto consumo, que era el objetivo principal del funcionario. Sin dudas eran otros tiempos.

También hay una hija, Bozena Trusik, que con el título de contadora pública se encargó de la administración del mercado que instalaron en el centro de la ciudad para, entre otras cosas, vender sus productos y fue toda una novedad para la época.

En su esplendor llegó a tener 50 empleados. Los Trusik cumplieron su ciclo y fue pasando de mano en mano hasta la actualidad, en que enfrenta un nuevo desafío para seguir existiendo.

El presente

De los 15 trabajadores que tenía la planta en su última etapa hay 8 dispuestos a darle continuidad a la tarea: Oscar Vicente, Juan Valiente, Carlos Armas, Mario Aramburu, Sergio Navarro, Mario Ríos, Carlos Saavedra y Mariela Borghetto.

Firmaron un acuerdo con el último propietario, Héctor Tregnaghi, ante la Secretaría de Trabajo Delegación Vera. Es una locación por tres años, con opción a dos años más, con derecho preferencial de compra a los empleados, como establece la cláusula tercera. Urge comenzar a operar en el más breve plazo, para luego darle el carácter de cooperativa, estimaron los interesados. Tiene cuatro cámaras, 6 salas de secado y toda la maquinaria en buen estado de funcionamiento.

Han formalizado ante el Ministerio de la Producción el pedido de "una ayuda económica para solventar los gastos que requiere el inicio de actividades, dinero con el cual no contamos, y teniendo en cuenta, por un lado, nuestro apuro por comenzar nuevamente a trabajar y recuperar el mercado regional que comprende el norte argentino incluyendo Paraguay, donde son muy reconocidos los fiambres del chanchito".

Fortaleciendo la idea del autoabastecimiento regional -dice la nota dirigida al ministro Juan José Bertero- es nuestro objetivo a largo plazo, y una vez culminados los tres años anteriormente mencionados, hacer de este emprendimiento la empresa que tiempo atrás fuera orgullo de esta zona y que ha llegado a competir en calidad y precio con reconocidas marcas que hoy existen en el mercado.

Solicitan además que ese ministerio les suministre la capacitación adecuada para organizar, fortalecer y optimizar el emprendimiento que no solamente beneficiará a las ocho familias, sino que tiene un efecto multiplicador muy importante, que impacta directamente en el circuito económico y demanda mano de obra local, a través de la cadena de producción. Lo que tiene una superlativa importancia para una comunidad como Vera, cuyo principal aporte lo genera la administración pública y los programas sociales.

Optimista.

Martín Trusik confía en que el grupo pueda continuar el proyecto que su padre iniciará hace 80 años y recuperar el esplendor que tuvo al alcanzar el número de 50 empleados. De esta forma se convertiría en una importante fuente laboral para la ciudad cabecera del departamento Vera.

Manuel Mudry