Región: REG-02
Análisis
El secreto del éxito

FEDERICO AGUER

"El Hugo", le dicen en la colonia. A simple vista, su cuerpo es una mole que parece contrarrestar la edad de su documento (46 años), y su carácter inquieto lo obliga a estar en permanente movimiento. Todavía se ufana de su época de futbolista, y de aquella tarde de gloria en la que convirtió seis goles en un partido, jugando para el equipo de Bovril contra el pueblo vecino.

Pala en mano, "El Hugo" recorre su campo todos los días, removiendo las chilcas, limpiando el lote y hablando con sus vacas. Todos los días, también lo acompaña Santiago ("Santi"), el menor de sus hijos, quien contempla con admiración las enseñanzas de su ídolo.

Su casa no tiene lujos, pero tampoco carencias. Los eucaliptus, las flores y el toque de mujer transforman ese paraje en en un verdadero hogar.

Cada tanto, lo visitan de la Universidad esos profesores que le cambiaron la manera de pensar su campo, transformándolo en un pequeño empresario. Ellos monitorean los datos referidos la humedad del suelo y comparten con él la importancia del bosque nativo en donde vive. Aromitos, ñanbubáys, algarrobos y espinillos le proveen el refugio necesario para desarrollar su pequeña empresa cotidiana. Debajo de este techo natural, las vacas pastan y son conducidas por el ojo experto de su amo, quien implementa un manejo ordenado de la alimentación natural.

Ahora "El Hugo" se largó a hacer quesos, agregando valor a su producción silvopastoril. Estos, junto con sus corderos, chivos y cerdos alimentados a suero, cierran el círculo para esta familia que, dignamente, ha reinventado la manera de trabajar el campo. Mientras los vecinos reniegan con la soja en un suelo arcilloso, los Leineker se afirman en este paraje rural cercano a Bovril. "El éxito no tiene secretos", piensa "El Hugo" quien, pala en mano, sale a recorrer el lote acompañado por Santiago. Para este pequeño, vivir en el campo será una opción de vida; y eso no es poca cosa.