Región: REG-15
Indicadores agrícolas
Maíz firme y soja estable
A nivel internacional, el desfasaje entre oferta y demanda de maíz se empieza a consolidar como un fenómeno estructural que presionalos precios hacia arriba. En soja, si bien hay factores internacionales bajistas, será clave el desenlace de la crisis entre campo y Gobierno.

Pablo Adreani

En el último mes, desde que se anuncio el plan Lousteau de retenciones móviles, el precio del maíz sobre Chicago tuvo una suba de U$S20 /Tn en las posiciones mayo, julio y setiembre de este año. En tanto, los valores sobre el FOB Golfo crecieron U$S18 para las posiciones mayo, junio y julio.

Mientras tanto, el FOB Puertos Argentinos reaccionó con alzas de U$S12 para la posición abril. En el balance, el maíz argentino se hizo mucho más barato que el estadounidense para la posición abril (FOB contra FOB), con una pérdida de U$S 5,5 por tonelada respecto al FOB Golfo.

En tanto, el precio del mercado FAS disponible subió apenas ocho dólares y la posición julio ganó sólo 6,5 dólares por tonelada, mientras que por el cereal con entrega disponible, la exportación está pagando 163.

El análisis macro mundial sigue dando sustento a la actual firmeza del mercado internacional. El consumo global es mayor a la producción por tercer año consecutivo, lo que produce una caída de las existencias finales y, en forma paralela, hay un sostenido aumento del comercio mundial de maíz.

La Argentina segundo exportador mundial se beneficia en la coyuntura y todo indica que este cambio en la demanda mundial se convertirá en estructural. Hoy está impulsado por el etanol en Estados Unidos y las importaciones de países del sudeste asiático. Por otra parte, se está proyectando una caída de casi tres millones de hectáreas en la superficie de maíz estadounidense, lo que provocará una nueva baja de las existencias finales, tanto en ese país como a nivel mundial.

Proyección

El mercado es estructuralmente alcista en el plano internacional y también coyunturalmente en el plano local. Se visualiza cierto atraso interno, es decir, que nuestro mercado está subiendo menos que el internacional, y de alguna forma se está poniendo más competitivo que el maíz estadounidense. Pero en la realidad se trata de un descuento por el "riesgo país".

Como clave para el corto y mediano plazo hay que mencionar el factor climático en los Estados Unidos y su impacto durante la floración y en la evolución de los cultivos. Tenemos por delante un mercado muy volátil con tendencia a consolidar serruchos alcistas.

En el caso de la soja, se estabilizó y frenó las perdidas sufridas el mes anterior. El mercado cambió su tendencia o, al menos, se detuvo la baja. La plaza mundial había caído 30 dólares por tonelada entre fines de febrero y el cierre de marzo, pero en las últimas tres semanas los mercados se mantuvieron con muy pocos cambios. De todos modos, si bien la baja se frenó, eso no quiere decir que no seguirá.

Vemos una serie de factores potenciales bajistas para el mercado a corto y mediano plazo, más allá de que ahora exista una mayor demanda reorientada a Estados Unidos por la crisis en la Argentina.

Chicago, por ejemplo, casi no tuvo cambios (el cierre de mayo fue de 494,58 dólares la tonelada, contra 494,95 dólares del mes anterior). En cambio, sobre el FOB Golfo las posiciones de embarque temprano mayo, mostraron una ganancia de casi ocho dólares, mientras que junio mejoró 2,2 dólares y julio, 0,73 dólar.

Por su parte, el FOB de soja Puertos Argentinos cierra casi sin cambios (470,7 dólares). Ante la mejora en el FOB Golfo y el estancamiento en Argentina, se ha producido una caída en el precio de la soja local de ocho dólares con respecto al mercado internacional. Y en el FAS, la mercadería disponible cayó 280 dólares.

Tendencia

Hay factores que influyen en distintas direcciones. Un panorama alcista local por la crisis entre el Gobierno y el campo, cuya consecuencia es la caída en la oferta de soja física. Y aunque la mercadería disponible bajó ocho dólares en el último mes, la suba de la posición mayo es un indicador de demanda sostenida. Pero en Estados Unidos, la mayor intención de siembra es un factor de potencial baja para Chicago.

El desenlace de la crisis con el Gobierno argentino será clave. Si el problema se agudiza, la soja local tendría un mayor descuento internacional, pero también habría más retención por parte de los productores.