Opinión: OPIN-03 Un inédito de Nabokov

(EFE)

Salvar o destruir -como quiso el autor-, la última e inconclusa novela de Vladimir Nabokov (1899-1977), es el dilema que divide actualmente a los numerosos admiradores de la obra del creador de "Lolita".

Es una cuestión que tendrá que resolver -si no la ha resuelto ya- su hijo y heredero Dmitri, el único que tiene la llave del depósito del banco suizo donde se guarda el original de "Laura".

Las pocas personas que han leído el manuscrito lo describen como una obra técnicamente brillante, pero la cuestión es si Dmitri cumplirá el deseo testamentario de su padre de que se destruyese el manuscrito.

Según éste, " `Laura' habría sido la novela más brillante de mi padre, la destilación más concentrada de su creatividad, pero cuya publicación en estado incompleto él prohibió expresamente".

Preguntado por el diario The Times por qué el propio autor no destruyó el manuscrito, Dmitri responde: "Tenía prisa por seguir su inspiración, y no sabía cuántos días le quedaban de vida. De haberlo sabido, tal vez habría actuado antes de morir".

Dmitri agrega en sus respuestas enviadas por correo electrónico al periódico británico que su padre "dejó perfectamente claro que no deseaba que algún libro inconcluso perturbara su memoria". Preguntado cómo destruirá el original, incinerándolo o rompiendo sus páginas, aquél responde enigmáticamente: "Tal vez ya lo haya hecho y prefiera no revelar el método".

Brian Boyd, el más respetado biógrafo de Nabokov, a quien la esposa del escritor, Vera, fallecida en 1991, mostró algunos fragmentos de "Laura" hace muchos años en un hotel suizo, aconsejó en su día tanto a ésa como a su hijo que no la publicaran, pero mientras tanto ha cambiado de opinión. "He vuelto a leer (la novela) en mejores circunstancias y creo que es fascinante", explicó Boyd a The Times. "El texto es grotesco de alguna forma y tan poco apetitoso como `Lolita', aunque de modo muy distinto. Es un tipo de escritura que provoca admiración y temor reverente, pero con la que cuesta identificarse".

"Laura" tiene como protagonista a Philip Wild, que está casado con Flora, una mujer sexualmente muy promiscua, y su tema, recurrente en la obra de Nabokov, es la muerte y lo que hay detrás. Wild consigue desaparecer mediante un proceso de meditación profunda. El libro comienza con una fiesta y siguen cuatro escenas continuas, después de las cuales la obra se torna fragmentaria.

Quienes se muestran contrarios a su destrucción recuerdan los casos de Virgilio, que pidió antes de morir que quemaran su "Eneida", solicitud que no quiso atender el emperador Augusto, o de Franz Kafka, que expresó el mismo deseo, afortunadamente no cumplido por su amigo Max Brod.