Escenarios & Sociedad: SOCI-03
"MUERTE EN UN FUNERAL"
Un velatorio sacudido por el delirio

María Luisa Lelli

Una concatenación de accidentes y confusiones suscita una situación caótica e incontrolable que, a su vez, deriva en una modificación indefectible del estado de las cosas. Podría ser ésta una definición del modelo de comedia que la pantalla grande suele explotar -en especial Hollywood- sobre la base de la repetición de una fórmula. Pero, gracias al genio de algunos realizadores, la receta logra hallar matices, toma rasgos propios y, finalmente, ofrece un resultado diferente del común denominador del género. "Muerte en un funeral" (Death at a funeral, Reino Unido y Estados Unidos, 2007) es una muestra de ese tipo de humor, un tanto molesto, sarcástico, negro y no menos desopilante.

De puro acento británico, esta obra de Frank Oz -autor de "Las mujeres perfectas", "La tiendita del horror" y "¿Qué tal, Bob?"- sustenta su argumento en los sucesos que desata el velatorio del padre de una típica familia inglesa. El acontecimiento reúne hermanos, primos, tíos y demás parientes en la tradicional casona ubicada en las afueras de la ciudad. Pese al luto de rigor, todos verán estallar sus propias neurosis. Cada historia singular se entrelazará para dar forma a un relato construido sobre la esencia misma del absurdo.

DEUDOS

Uno de los hijos del difunto aún vive en la casa paterna junto a la flamante viuda, y su esposa, desesperada por mudarse lo antes posible. Éste es Daniel (Matthew MacFadyen), encargado de organizar y solventar el funeral. Su hermano, Robert (Rupert Graves), es escritor. Llega desde Nueva York, donde reside y goza del éxito y el buen pasar que le otorga su fama. Entre ambos persisten celos y viejos conflictos no resueltos.

Martha (Daisy Donovan), la prima un tanto controladora, se apresura en darse cita acompañada de su hermano y su novio abogado -más que graciosa interpretación de Alan Tudik-, quien por indicación de ella consume un alucinógeno que aparentaba ser un Valium. Será éste uno de los detonadores del escándalo que dominará la escena fúnebre, ya que el error causará que el joven camine desnudo por los techos, entre otras excentricidades.

También se anota en la lista de invitados el tío Alfie (Peter Vaughan). Cascarrabias y en silla de ruedas, nadie quiere hacerse cargo de él, y es motivo de la cuota escatológica de la cinta.

SECRETOS Y ENREDOS

Al hilo de los enredos que éstos y otros personajes inducen, la aparición del educado y cordial Peter (formidable actuación de Peter Dinklage) abre las puertas del secreto que nadie hubiese querido escuchar. Intimidades referidas a la sexualidad del muerto están a punto de salir a la luz, para la vergüenza familiar, si los hijos no ceden al trato que propone este desconocido.

De modo que, entre verdades ocultas, cuestiones latentes del pasado y un ataúd que no logra descansar en paz desde el principio -desde el inicio el servicio fúnebre se equivoca de cadáver-, el director apela a un recurso ya transitado: caricaturiza los ritos que circundan la muerte para envolverla de comicidad. La operación le sirve, claro está, para objetar en tono de sátira ciertas usanzas y costumbres de la burguesía inglesa. Aunque, quizás, lo destacable sea el nivel de delirio que sacude a todos y cada uno de los protagonistas.

"Muerte en un funeral" Death at a funeral. Reino Unido y Estados Unidos, 2007. Dirección: Frank Oz. Elenco: Matthew MacFadyen, Andy Nyman, Alan Tudyk, Jane Asher, Rupert Graves, Peter Vaughan, Peter Dinklage, Daisy Donovan, Peter Egan, Keely Hawes, Thomas Wheatley. Guión: Dean Craig. Producción: Share Stallings, Diana Phillips, Laurence Malkin y Sidney Kimmel. Música: Murray Gold. Fotografía: Oliver Curtis.Montaje: Beverley Mills. Duración: 90 minutos. Se proyecta en Cinemark.