Señores directores: Campo y gobierno, dos pilares que deben caminar juntos, unidos con la fuerza de la palabra. La palabra se creó para unir a los hombres, no para desunirlos. En el diálogo bien encaminado, está la búsqueda de nuestro futuro. Sin diálogo no hay construcción ni entendimiento.

Estamos en el siglo XXI y todavía seguimos con políticas equivocadas; cada uno tirando para el lado que más le conviene. Yo veo que cada vez hay más pobres. Si se sigue con la política de las retenciones, el productor chico y mediano va entrar en el camino de la pobreza; porque el capital mal manejado los va absorber.

Por favor, las provocaciones sólo sirven para dividir, no para multiplicar. Un pueblo unido jamás será vencido. Señora presidenta, Ud. que fue designada para conducir a todos sus hijos por el camino de la concordia, buscando el bienestar general, para que todos tengamos derecho a una vida digna, sin tantos sobresaltos. Haga valer su fuerza para convocar a todas las instituciones, para dialogar sin miramiento político, ni ideológico, sólo con la verdad como estandarte, con la claridad en los ojos y la mente, para que entre todos bajo la luz del sol se enfrente y se valore el potencial que tenemos.

No desperdiciemos lo que la naturaleza nos regaló y nos puso en el camino para que de una buena vez por todas se empiece a valorar y trabajar con las manos libres, sin ataduras ni mezquindades. Nuestros nietos nos miran y mañana nos juzgarán.

Dios nos ilumine y nos abra el camino de la cordura y el entendimiento. Fuerza y valor.