Medio Ambiente: MED-03 La solución natural
Una planta herbácea que crece en terrenos contaminados con metales pesados está dando claves a los científicos sobre cómo recuperar este tipo de suelos, según un estudio publicado en la revista británica Nature.

Las investigaciones genéticas que se llevan a cabo en la Universidad alemana de Heidelberg tienen como fin desentrañar los misterios de la Arabidopsis halleri", una de las pocas plantas que se han adaptado para sobrevivir en este tipo de entorno.

La Arabidopsis halleri, una herbácea poco común de la familia de las brasicáceas, extrae del suelo las sustancias tóxicas y mediante un sistema de bombeo las envía desde las raíces hasta las hojas, donde se concentran para defender a la planta de los insectos y los agentes patógenos.

Los científicos alemanes descubrieron que esta planta tiene tres copias del gen HMA4, al compararla con su hermana la Arabidopsis thaliana, que sólo tiene uno y no consigue sobrevivir en lugares contaminados con metales pesados, según el estudio.

Cuando se trasplantó este gen a la Arabidopsis thaliana, se volvió más resistente a los metales pesados, pero no lo suficiente, y la autora principal del estudio, Ute Kraemer, explicó por teléfono a EFE que hay otros genes involucrados en el proceso, que aún no han sido identificados del todo.

Sin embargo, el efecto de acumulación y tolerancia a los metales es muy amplio en el HMA4, por lo que la "buena noticia" es que el número de genes adicionales necesarios para tener una planta de estas características es bajo (entre uno y 10), añadió.

Un primer paso

La investigadora alemana dijo que debido a la escasa biomasa (hojas) de la Arabidopsis halleri, sería inviable económicamente limpiar los terrenos contaminados con esta herbácea, ya que en teoría se tardarían unos 100 años en regenerar un suelo moderadamente contaminado.

La solución es aumentar la producción de biomasa en esta variedad o potenciar genéticamente a otras plantas más frondosas de la misma familia como la Brassica juncea (planta de la mostaza) para que sobrevivan en estos terrenos inhóspitos y se comporten como la Arabidopsis halleri.

El objetivo es lograr una variedad que "limpie" de contaminantes estos suelos, lo que, "en el mejor de los casos, tardará diez años", dijo Kraemer, quien afirmó que a largo plazo estas investigaciones pueden tener implicaciones para la agricultura.

"Este es el primer estudio que prueba de forma definitiva cómo actúa la naturaleza" para hacer frente a agentes contaminantes como el cadmio o el zinc, pero aún es necesario conocer el mecanismo completo, señaló.

Los terrenos contaminados con metales pesados abundan en el mundo y se están convirtiendo en un grave problema en Europa, sobre todo Europa Oriental, China y la India.

Ingrid Klintborn. EFE