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El riesgo de concentrar a los compradores
Las negociaciones de la mesa del trigo avanzan muy lentamente y se ratifican las retenciones móviles.Si se reduce por ley la cantidad de compradores, el productor correrá el riesgo de que no le reconozcan la calidad del cereal.

Flavia Rossi

Esta semana se debería haber abierto la exportación de trigo, e inaugurar el sistema de cuotas mensuales. En su lugar, se prorrogó indeterminadamente el cierre, a la espera de que se definan los nuevos lineamientos.

La reunión técnica que se realizó esta semana entre los representantes del agro y del Gobierno no trajo demasiadas definiciones. En cambio, circuló la versión desmentida oficialmente de que se estaría evaluando centralizar la comercialización interna de trigo en pocos exportadores para que ellos revendan el trigo a los molinos a un precio adecuado.

Abastecidos

La idea de concentrar las compras internas es compatible con lo que mencionáramos la semana pasada. La exportación está muy abastecida (cuenta con casi dos millones de toneladas por encima de sus ventas) y si no puede canalizar esa mercadería en el circuito externo deberá revenderla.

Esta alternativa también combina con otro proyecto que está en estudio que se basa en la hipótesis de que es posible reemplazar al mercado por un organismo externo. A pesar de todo eso, esta idea no termina de ser conveniente.

Si bien es cierto que este sistema simplificaría los pagos de reintegros a los molinos, no solucionaría el principal reclamo: el desfasaje entre los precios internos y externos que recibe el productor.

Mientras se limite la competencia y algunos jugadores tengan poder diferencial sobre otros, la situación distará de ser óptima.

En economía esto se llama "oligopsonio" y prevé que cuanta menos cantidad de consumidores haya en un mercado más chances tendrán estos de coordinar sus intervenciones para pagar menos.

Si se reduce "por ley" la cantidad de compradores, el productor correrá el riesgo de obtener condiciones de negocio que no reconozcan la calidad de lo que vende y los molinos tendrán dificultades para conseguir la calidad que necesitan.

Despegándose del piso

Luego de tantos meses de indefinición e intervención, el mercado ya había descontado el peor escenario. Este producto fue el menos afectado por el nuevo sistema de retenciones móviles a pesar de que los aranceles que pagaría el sector ahora sean mayores y se mantuvo firme cuando el mercado internacional empezó a descontar la mejor producción mundial que habrá este año.

La baja de casi 30 por ciento del valor en Chicago contrastó con una suba equivalente, que llevó el descuento de más de 200 dólares a principios de marzo a apenas 50 dólares esta semana.

Atentos a las negociaciones. Los inversores están expectantes a la normalización del mercado para volver al Término, y la exportación sigue retirada de las Bolsas de Comercio. Mientras tanto, los molinos siguen mejorando sus ofertas para asegurarse la mercadería que precisan antes de que un eventual retorno al paro les corte la molienda. De hecho, esta semana se registró una interesante recuperación de los precios de la pizarra Dársena, estabilizándose en 790 pesos, desde los 780 pesos de la semana anterior y de los 650 de comienzos de abril pesos. Superó incluso los valores de paridad de exportación que fija diariamente la Secretaría.

La soja

Lejos de reconsiderar o dar marcha atrás con las retenciones móviles, el Gobierno ratificó el sistema con la oficialización de los reintegros a los productores pequeños.

Se precisaron los requisitos que deben cumplir los productores de hasta 500 toneladas para recibir el reintegro por la suba de retenciones y de fletes por los trayectos superiores a 450 kilómetros a puerto.

Precios

A los precios FOB de esta semana, un productor de hasta 500 toneladas de la provincia de Chaco recibiría unos 33 dólares adicionales por la venta de cada tonelada de soja y 55 dólares más por cada tonelada de girasol. Y recibiría unos 20 dólares más como reintegro del costo del flete.

Aunque los valores resultantes sean atractivos 1008 pesos para la soja y 1.283 para el girasol, las quejas siguen estando en la clasificación de los beneficiarios. Son muchos los que quedaron afuera y los afortunados desconfían de la agilidad de los trámites.