Por reglamento interno del Concejo Municipal de Santo Tomé, los ediles deben sesionar en el recinto que el mismo posee en la esquina de Gómez Cello e Iriondo, salvo casos de fuerza mayor, declarados por la mayoría absoluta de los miembros en ejercicio. Dada la trascendencia de los temas que se debaten dentro de dicho órgano deliberativo y la posibilidad de que muchos habitantes puedan presenciar el trabajo de sus representantes -así como los asuntos a tratar-, resultaría pertinente que dicha institución se abra a la comunidad, llevando las sesiones del cuerpo legislativo a las asociaciones vecinales representativas de los barrios de la ciudad.

Así lo han entendido los concejales que componen el bloque de Proyecto 2000, los justicialistas Sergio Ripoll y Gerardo Silvestri, quienes han elevado un proyecto en tal sentido (por ahora remitido a las tres comisiones internas del Concejo), partiendo de la base que nuestro órgano de contralor ""es un ámbito democrático que debe garantizar, sin discriminaciones, la posibilidad de participar de su labor a todo ciudadano que así lo crea pertinente, para poder materializar así el derecho que se posee a la información respecto de cualquier asunto de carácter público local". ""Asimismo, el Concejo debería convocar a la participación popular, para estar más cerca de la gente, tratando sus problemas en conjunto, acortando la brecha entre el funcionario y el vecino, colocando a disposición del habitante santotomesino la caja de resonancia de sus necesidades como lo debe ser este Cuerpo", agregan.

""Por todo ello resultaría muy saludable y provechoso que este organismo, una vez al mes, realice sus sesiones ordinarias fuera del recinto, trasladándose a los barrios, a cada vecinal, y allí, en cada rincón de la ciudad, en cada entidad vecinal, realizar su sesión correspondiente", añaden los nombrados, quienes destacan que ""esta actitud de acercarse a la gente, a sus vivencias, a sus necesidades, que también aportará un conocimiento mutuo muy importante y un aprendizaje recíproco".

""Entonces, la institución más representativa de las distintas fracciones políticas de la ciudad, se integrará a la realidad de cada barrio y cada vecino tendrá la oportunidad de conocer, informarse e instruirse acerca de cómo funciona el Concejo; qué temas se tratan; cómo se debaten las propuestas qué iniciativas se presentan", prosiguen explicando Ripoll y Silvestri. ""Esta iniciativa ya fue planteada en 2001 por parte de esta fracción política, pero rotundamente denegada por el resto de los ediles -perdiéndose la votación 7 a 1-, por lo que instamos a los integrantes actuales del Cuerpo a reflexionar sobre su importancia, en la búsqueda de una verdadera participación e integración de la comunidad", añadió Ripoll, quien -no obstante lo aclarado-, en los últimos cuatro años, en los cuales presidió el Concejo, tuvo reales posibilidades de intentar la aprobación de esta propuesta, puesto que contaba con el respaldo de varios de sus pares como para que así fuera.