Sucesos: SUCE-01
Técnica de reanimación salvó a una criatura
Está fuera de peligro la niña electrocutada en la tormenta
Una práctica de reanimación cardiorrespiratoria en circunstancias adversas, el ingreso de una ambulancia en zona de riesgo y la atención ofrecida en el móvil 2 como después, en el Alassia, salvaron una vida.

José Luis Pagés

Se restablece en el hospital de niños Dr. Orlando Alassia de nuestra ciudad la menor de 13 años que la noche del último viernes, cuando arreciaba la tormenta, fue salvada de una muerte segura por personal del Dipaes 107 y, de modo particular, por uno de sus vecinos que se desempeña en ese servicio.

Fuentes médicas del nosocomio dijeron que en la mañana de hoy la niña Aldana Antonella Sosa le fue desconectado el respirador artificial en cuanto experimentó una notable mejoría desde su accidentado ingreso al servicio de urgencias el fin de semana. Personal del Alassia confirmó con sus dichos lo que esta mañana era una buena nueva que circulaba entre los vecinos de calle La Pampa y Cafferata.

Que un equipo de emergencia -tanto sea del Cobem como del Dipaes- cumpla con el cometido de poner en manos profesionales y a buen seguro a los enfermos y accidentados que requieren atención médica inmediata, no es una novedad, es parte de su rutina diaria, pero a veces las circunstancias adversas convierten a estas intervenciones en acciones heroicas.

Algo así ocurrió el viernes cuando la lluvia, la pedrea y el viento se juntaron para derribar un dintel que sostenía un cableado eléctrico, una pesada estructura que con su descarga mortífera se abatió sobre el cuerpo de la pequeña víctima.

Entonces, algunas personas que advertidas de la terrible situación intentaron ir en ayuda de Aldana, fueron rechazadas por las descargas, de modo que impotentes y desesperados como estaban corrieron en busca de un enfermero, Sergio Rivero, quien por esas horas cenaba junto a su esposa y dos pequeños hijos.

Sergio -nos contó- no lo pensó dos veces y salió disparado en dirección al lugar del hecho. "Cuando llegué no se veía nada -recordó- llovía, caía piedra y todo estaba oscuro. Pero cuando de algún modo me orienté pude retirar el cable que cruzaba el cuerpo de la nena con la ayuda de un palo".

"Después -dijo además- pude comprobar lo útil que son las prácticas que hacemos habitualmente. Cuánto vale la pena lo que uno aprendió en el servicio cuando lo pone en práctica".

"Cuando le quité el cable de encima, lo primero que hice fue comprobar si la criatura todavía tenía pulso, y no..., no tenía pulso, no respiraba. Entonces hice lo aprendido, creo que mecánicamente, le apliqué esta técnica de reanimación cardiopulmonar (RCP) y salió...".

Las ambulancias y en general todos los servicios públicos se niegan a ingresar en condiciones normales en ese y otros sectores comprendidos en jurisdicción de la Seccional 7a., pero en contados segundos la ambulancia del Servicio Dipaes 107 -apostada en el Mira y López-, estaba ahí, sin escolta policial, dada la urgencia.

"Entonces, Sergio Rivero recordó -no sin orgullo- que pudo entregar la niña al Dr. Ruopolo que venía al mando de la ambulancia, entonces ya había salido del paro y comenzaba a respirar".

Rivero regresó a su casa seguramente con la satisfacción del deber cumplido, pero desde la central de Radio del Servicio 107 comenzaban a librar otra batalla tan importante como la primera, orientar a médico y enfermeros que andaban a los barquinazos y en busca de caminos alternativos que los llevaran cuanto antes al Hospital de Niños en medio de la tormenta.

En estado delicado la adolescente, menor de 13 años de edad, llegó a tiempo y desde el viernes permanece internada en hospital Dr. Orlando Alassia.

La progenitora de la infortunada criatura brindó su versión de los hechos en sede policial. Graciela Velazco dijo en la Seccional 7a. que la tormenta se desató poco antes de que Aldana saliera a hacer un mandado, siendo a su regreso que tropezó con el poste derribado en el patio de su casa.