Sucesos: SUCE-04 Demandaron al Arzobispado por la tragedia de Córdoba

De la redacción de El Litoral

Los padres de María Candelaria Alquati, la nena de 12 años que falleció en un campamento de verano organizado por los scouts de la parroquia San Pablo de esta ciudad, se presentaron ante la Justicia de Córdoba, donde un fiscal investiga las causas de la tragedia ocurrida el 5 de enero pasado. En Santa Fe hicieron un reclamo en el Tribunal de Responsabilidad Extracontractual. La contraofensiva legal fue una denuncia por "amenazas y daños", contra el padre de la víctima.

Francisco Alquati y Erika BŠr se constituyeron como parte interesada ante la fiscalía de Río Tercero, que por jurisdicción y de oficio abrió una investigación judicial por las muertes de María Candelaria Alquati, de 12 años, y Juan Cruz Cejas, de 10 años.

Los padres de una de las víctimas viajaron a la provincia de Córdoba, donde aportaron pruebas y testimonios que revelarían negligencia e impericia a la hora de atender la emergencia, según informó la revista Entre Líneas, la semana pasada.

Las acusaciones lanzadas por el matrimonio están dirigidas "a las autoridades eclesiásticas" y "no contra la institución", se encargaron de aclarar. Según expresaron en el blog de Internet www.mariacandelaria08.blogspot.com, los religiosos habrían ocultado información.

La tormenta

El Grupo Scout 213 de la parroquia San Pablo estaba de vacaciones en la Casa de Descanso del Seminario Arquidiocesano Los Algarrobos, propiedad del Arzobispado de Santa Fe. El campamento de verano había sido montado junto al arroyo El Quebracho, cerca de la localidad de Santa Mónica, en la zona del Valle de Calamuchita.

Pero el sábado 5 de enero, a las seis de la tarde, se desató una tormenta de agua y barro, que hizo desbordar el río serrano y el campamento quedó dividido por el agua.

Las víctimas fatales fueron María Candelaria, perteneciente a la patrulla Panda; y Juan Cruz, integrante del grupo de los Lobatos. La nena fue arrastrada por el agua y hallada cuesta abajo ya sin vida, a la mañana siguiente; Juan Cruz fue aplastado por un árbol que cayó sobre la carpa en la que se refugiaba, junto con otros compañeritos.

Aportan pruebas

A Francisco y Erika los llamaron de la parroquia esa misma tarde y les comunicaron que debían viajar a Córdoba, porque un fuerte temporal había arrasado el campamento, pero no les dieron mayores detalles.

Una vez en el lugar, y tal como lo relataron en el blog, supieron de boca del jefe de Policía de Villa General Belgrano que nadie había informado de la instalación del campamento. Como si fuera poco, la llegada del auxilio habría sido fortuita, ya que nadie dio aviso de lo ocurrido.

Al poco tiempo, volvieron a viajar al lugar, acompañados por un policía santafesino que realizó un análisis de aptitud del sitio de campamento, en base a pruebas documentales y fotográficas recolectadas.

El informe, cuyas conclusiones dicen"que el sitio elegido para la instalación y desarrollo del campamento presenta condiciones inadecuadas y potencialmente riesgosas para la seguridad", fue incorporado a la causa que se tramita en la fiscalía de Río Tercero.

En Santa Fe, el reclamo se tramita a través del Juzgado de Responsabilidad Extracontractual, a raíz de una póliza contratada por los organizadores del campamento. Dado que el lugar donde se produjo la tragedia pertenece a la Iglesia Católica santafesina, también demandaron al Arzobispado por daños y perjuicios.

Como correlato, las autoridades de la parroquia San Pablo denunciaron a Francisco Alquati por "amenazas y daños" en el Juzgado Correccional de la Segunda Nominación.