Internacionales: INTE-01
Tras el devastador paso del ciclón Nargis el pasado fin de semana
Más de 22.000 muertos y 41.000 desaparecidos en Birmania
El ciclón Nargis tocó tierra el sábado pasado, en Birmania, con una ola de más de tres metros de altura, por lo cual en el delta del río Irrawaddy gran cantidad de pueblos quedaron inundados.

AFP-EFE-Télam

Más de 22.000 muertos y 41.000 desaparecidos causó el ciclón Nargis a su paso por Birmania el pasado fin de semana, anunció hoy la televisión estatal en nuevo balance oficial, mientras arrecian las críticas en el mundo por la falta de previsión de la junta militar birmana.

""Según informaciones obtenidas hasta este mediodía murieron 21.793 personas y 40.695 se dan por desaparecidas en la región de Irrawaddy", indicó la televisión estatal.

Este último anuncio significa un espectacular incremento respecto del anterior balance oficial dado horas antes de 15.000 muertos, 10.000 de los fueron sólo en la localidad de Bogalay (suroeste).

La agencia de la ONU para la prevención de catástrofes había deplorado poco antes la falta de una alerta anticipada que habría salvado muchas vidas humanas tras el paso del ciclón.

""El número de muertos hace pensar que no se puso en marcha un sistema de alerta precoz", explicó a la prensa Brigitte Leoni, portavoz de la Estrategia Internacional para la Prevención de Catástrofes (SIPC), organismo de la ONU.

""Claramente (en Birmania) mucha gente no tuvo tiempo de ser evacuada y de refugiarse en lugares seguros", comentó antes de subrayar que ""los sistemas de alerta precoz son muy importantes y pueden salvar muchas vidas".

El servicio de meteorología india indicó que previno a su vecino Birmania 48 horas antes de la llegada del ciclón.

En tanto, la esposa del presidente estadounidense, George W. Bush, Laura Bush, arremetió contra el régimen birmano por no haber advertido a la población de la llegada del ciclón, al tiempo que prometió que Estados Unidos aportará más ayuda, además de los 250.000 dólares que ya envió.

Ayuda internacional

Mientras, la comunidad internacional se movilizaba para enviar ayuda a las víctimas, cuyas autoridades pusieron condiciones a la entrada de los equipos humanitarios.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, afirmó que la ONU hará todo lo necesario para llevar ayuda de urgencia a Birmania, uno de los países más pobres de Asia.

""Los equipos de expertos extranjeros que vengan (a Birmania) tendrán que negociar con el Ministerio de Relaciones Exteriores y las más altas instancias" para que se les permita el acceso, declaró Maung Maung Swe, ministro de Protección Social en rueda de prensa en Rangún.

Pero cuatro días después de que el ciclón devastase el país, los equipos de las organizaciones de ayuda humanitaria de la ONU seguían esperando visas para poder llevar ayuda a Birmania, afirmaron sus portavoces.

""Esperamos que nos entreguen los visados", indicó Veronique Taveau, portavoz de Unicef en Ginebra.

El presidente Bush urgió hoy a la junta militar birmana a ""permitir que Estados Unidos" envíe ayuda a la población afectada.

China, Noruega, Canadá, Holanda, Suecia, Alemania, Francia, República Checa, Gran Bretaña, y la Comisión Europea de su lado, anunciaron que enviarán asimismo millones de dólares de ayuda. Otros como Tailandia e India movilizarán a sus ejércitos para hacer llegar medicamentos y alimentos.

Nueva Zelanda se ofreció a auxiliar a Birmania, pero a condición de que la ayuda no pase por las manos del régimen.

La junta militar en el poder anunció que mantiene la celebración de un referéndum constitucional en gran parte del país para el sábado 10 de mayo.

Inmediatamente, el partido de la líder opositora birmana Aung San Suu Kyi calificó esa decisión de ""totalmente inaceptable".

Bush anunció hoy que aprobó una ley para otorgar la más alta condecoración del Congreso de su país a Aung San Suu Kyi, a quien calificó de ""poderosa voz" de la libertad.

Descontento con la junta

Por otra parte, crece el descontento popular con la Junta Militar de Birmania (Myanmar), que desatiende las necesidades urgentes de la población.

Desde el pasado sábado, los cinco millones de habitantes de Rangún carecen de agua potable y electricidad y la situación al sur de la antigua capital del país es mucho peor, según los relatos de birmanos llegados desde esa zona.

En la región del delta del río Irrawaddy, casi toda arrasada, cientos de miles de birmanos que han perdido sus hogares y cosechas deambulan en busca de cobijo en los pocos edificios gubernamentales que se aguantan en pie.

Las rutas y las líneas ferroviarias que conectan Rangún con las poblaciones del sur están cortadas.

"Hoy tampoco saldrá ningún tren hacia el sur, la situación es peor tras la fuerte tormenta que cayó ayer", dijo Tin Htway, empleado de la estación central de Rangún.

En medio del desastre, los diarios birmanos, todos controlados por el Estado, informan de las visitas que efectúan en helicóptero los generales a la región del delta del Irrawaddy y de las promesas de asistencia a los damnificados, pero no mencionan que el gobierno ha aceptado recibir ayuda humanitaria de la comunidad internacional.

Entre los ciudadanos de Rangún, que sufren en silencio, se aprecia una actitud de resignación, pero bajo la superficie hay incertidumbre, descontento y, sobre todo, mucho miedo al régimen.

"Es un mutismo impuesto con las armas, somos como los esclavos de la Junta", denunció un birmano de 37 años, residente en el barrio de Shwe Li, que participó en las multitudinarias manifestaciones antigubernamentales del pasado setiembre.

Tras aplastar las protestas callejeras pacíficas alentadas por los monjes budistas, que recogieron el testimonio de los grupos que denunciaban la subida del precio de los combustibles, el régimen admitió que 15 personas murieron durante aquellas manifestaciones.

Ocho meses después de la campaña de represión, el movimiento Generación 88, formado por veteranos activistas políticos, mantiene que 138 personas fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad.

Pedido papal

En tanto, desde El Vaticano, el Papa Benedicto XVI manifestó su dolor y "profunda compasión" por las personas afectadas por el paso del ciclón.

El Sumo Pontífice dijo que reza por las víctimas "de las trágicas consecuencias del tornado" y por sus familias y que pide a Dios fuerza y consuelo para los desamparados y todos aquellos que sufren, según un telegrama enviado al arzobispo de Mandalay, Paul Zinghtung Grawng.

Argentinos se encuentran bien

Tres argentinos y un uruguayo que viven en Birmania y de los que sus familiares dijeron no tener noticias tras el devastador paso del ciclón Nargis, se encuentran en buen estado, informó hoy la embajada argentina en Tailandia, que tiene jurisdicción sobre aquel país del sudeste asiático.

"Los cuatro se encuentran en buen estado. La información la obtuvimos tras comunicarnos con la ONG alemana para la que trabaja uno de ellos, ya que las comunicaciones directas con Birmania están totalmente cortadas", dijo desde Bangkok, Felipe Frydman, embajador argentino en Tailandia.

Los buscados, que viven en Birmania, son el uruguayo Julio Sosa y sus hijos argentinos Jerónimo y Juana Sosa y su esposa Silvina, también argentina.

India avisó

El servicio de meteorología india indicó hoy que previno a su vecino Birmania 48 horas antes de la llegada del ciclón Nargis, que causó decenas de miles de muertos y desaparecidos.

""Cuarenta y ocho horas antes de que Nargis golpee (Birmania) suministramos a las agencias birmanas el punto de impacto (del ciclón), su gravedad y todos asuntos vinculados", declaró el portavoz del departamento indio de meteorología, B.P. Yadav, un organismo público dependiente de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

""Nuestro trabajo consiste en emitir advertencias por anticipado y estamos orgullosos de haber advertido con tanto tiempo de anticipación. Había suficiente tiempo para adoptar medidas de precaución como la evacuación", dijo ese responsable de un organismo que vigila la evolución de las tormentas ciclónicas sobre el océano Indico, el sur y el sudeste asiáticos.