Región: REG-12
Ganados y carnes
La operación "saturación" en marcha
El Gobierno apuesta a que la combinación de una oferta estacional muy alta con el cierre de las exportaciones termine saturando el mercado interno.De esa forma, se provocará una caída en el precio de la hacienda y, aunque menor, también en el precio de la media res que hoy pagan los carniceros.

Ignacio Iriarte

En abril, la producción de carne habría sido del orden de 270 mil toneladas, lo que descontando unas 10 mil toneladas que se habrían exportado, daría un volumen de 260 mil toneladas libradas al consumo interno, es decir, superior a los 75 kilos per cápita (equivalente anual).

Con esto queda claro que el mercado interno está perfectamente abastecido a niveles nunca vistos en los últimos 20 años. Pero el problema no es el abastecimiento, como dicen las autoridades, sino los precios de la carne al mostrador, que en un contexto de inflación que se acelera, deben ser retrotraídos a los niveles de marzo pasado, al costo que sea.

En realidad, los dos únicos sectores que con algunas limitantes cumplen con los 13 cortes a precios sugeridos son los frigoríficos exportadores y los supermercados.

Exportadores

Mientras el flujo de ventas externas se mantenga, aún con cupos, los altos precios de la carne que se embarca a la Unión Europea o Rusia permiten abastecer con los 13 cortes a precios "políticos"o sugeridos, inclusive sin que las empresas pierdan plata por ello.

Los exportadores, entonces, están dispuestos a cumplir con el Gobierno porque lo único que quieren es que se les deje aprovechar el extraordinario momento que presenta la demanda internacional, que paga valores notables por los cortes que menos se consumen en el circuito local o que no están en la lista de precios máximos.

La mayor parte de estos cortes "subsidiados" por los consumidores del exterior van a parar a los supermercados, que por muchos motivos (presiones de todo tipo) están dispuestos también a vender a precio oficial.

Si la exportación es fluida, este circuito también funciona en forma dinámica y la Secretaría de Comercio Interior "mide" en las góndolas los valores de la carne que le permiten dibujar sin culpa el costo de vida.

Es cierto que los súper e hipermercados, tratándose de la carne de su propia faena y producción, ponen cierto volumen a precios sugeridos y otro en bandejas o con un envase al vacío y una marca de fantasía ("Carne de nuestros campos" o "La Estancia", por caso).

También se ha visto últimamente que le cambian el rótulo del corte, adosándole la denominación de otro músculo vecino en la res y cuyo precio es libre.

De todo modos, los súper e hipermercados están dispuestos a cumplir porque gran parte de los cortes que deben vender a bajos valores ya vienen de los frigoríficos exportadores con precios sugeridos, lo cual les facilita enormemente la tarea, y también porque están permanentemente en la mira de la Secretaría de Comercio Interior.

Saturación

Ahora bien, luego de comprobar el Gobierno que fuera de este circuito (exportadores-supermercados) casi nadie cumple con los precios sugeridos, decide saturar el mercado de carne para que "a lo bestia" finalmente los precios al mostrador bajen.

El consumo de carne bovina en la Argentina todavía se realiza, en más de 60 por ciento, a través de carnicerías tradicionales (más de 35 mil comercios) que reciben medias reses y no cortes, y que nunca han hecho el menor esfuerzo por cumplir con los precios oficiales.

Igual que en 2006, el Gobierno apuesta ahora a que la combinación de una oferta estacional muy alta con el cierre de las exportaciones termine saturando el mercado, provocando una caída en el precio de la hacienda, y una baja menos que proporcional, pero descenso al fin, en el valor de la media res que recibe el carnicero.

La hacienda por el piso

El valor actual de la hacienda ya está por debajo de los niveles de marzo (previo al paro), pero el carnicero, en especial los miles y miles diseminados por el Gran Buenos Aires o por el interior del país, que están fuera del radio de acción de la Secretaría de Comercio Interior, no encuentran motivos para bajar el valor de los cortes al mostrador desde el momento en que los consumidores siguen convalidando los precios vigentes. El volumen liberado en abril al mercado interno fue muy elevado.