Cultura: CULT-01
VIDEOARTE EN EL MAC
La Babel de Raúl Cottone
Una instalación sonora-visual que muestra que nunca hemos recuperado la imposible tarea de comunicarnos profundamente, enfrascados en nuestro propio universo. Foto: Gentileza producción

Mañana, a las 20.30, en el Museo de Arte Contemporáneo de la UNL quedará inaugurada la muestra de videoarte Babel, del artista santafesino Raúl Cottone.

Raúl Cottone a través del videoarte plantea una crítica y reflexiva mirada sobre la globalización y las marcadas diferencias que produce la incomunicación en la muestra que se denominó Babel y que se inaugura mañana viernes a las 20.30, en el Museo de Arte Contemporáneo de la UNL -Bv. Gálvez 1578- y se podrá visitar hasta el 22 de junio, de martes a viernes de 9 a 13 y de 16 a 20. Los sábados y domingos, de 16 a 20.

El artista toma a la Torre de Babel como metáfora de la confusión y de la incomunicación, que no tiene que ver con la diversidad idiomática ni con las diferencias raciales, aunque éstas estén representadas; pero sí con los tiempos globalizados.

LA ACCIÓN CONSTRUCTIVA DEL DISCURSO

La directora del MAC, Stella Arber, señala que "el videoarte es un movimiento artístico surgido en Estados Unidos y en Europa simultáneamente; tuvo su período de apogeo en los años 60 y 70 y mantiene su vigencia hasta la actualidad. Surgió paralelamente a los medios de comunicación masivos y pretendía explorar las aplicaciones alternativas y artísticas de dichos medios. Pueden ser tecnologías electrónicas analógicas o digitales, con las implicancias del audio y de la imagen con intención de obra de arte.

"El videoarte se presenta como alternativa a la producción tradicional de filmaciones cinematográficas; se trata de propuestas utilizadas por artistas que rompen con los parámetros comerciales conocidos de producción audiovisual, enfocados puntualmente en el aspecto artístico del propio desarrollo de trabajo, como del producto final.

"El proceso de ejecución en videoarte se sustenta en el formato y en la posibilidad de establecer una dinámica, tanto óptica como conceptual, a través de la narración fotográfica-fílmica y se transforma, a través de la materialización de la imagen en pantalla, en un relato audiovisual".

CADA UNO EN SU PROPIO IDIOMA

"Este modo de hacer arte -agrega Arber más adelante- ofrece variadas posibilidades: en el caso de Babel se trata de una instalación sonora-visual realizada por Cottone, donde se podrán ver varias pantallas en todo el ámbito del museo, en las que aparecen personas conocidas del medio y de otras partes del mundo que hablan y relatan.

"Está planteada desde grabaciones de acción previa. Incluye el exhaustivo trabajo del artista, con su intervención directa sobre las programadas performances pregrabadas. En el momento en que se produce la actuación, consciente de la función lúdica del habla, realiza una apropiación del relato, en algunos casos con consigna para la producción del mismo, que el hablante hace suya, con total libertad en el momento de resolver la operación constructiva de su discurso.

"Al verlo luego en pantalla, se produce la recuperación de la exposición verbal con una dinámica en tiempo real, que nos define a su vez un recorrido, entendido como período de acción y así surge la idea del espacio (recorrido) del tiempo (período).

"Los monitores reconstruyen, una y otra vez, el momento en que las imágenes fueron tomadas, en que las escenas se produjeron y los registros fueron actuados; luego, todos a la vez, juntos en la otra escena, la de la instalación museística, toda realidad individual se desvanece y sólo hay espacio para la epifanía mediática del conjunto.

"Hay ahora una referencia de grupo colectivo que aglutina y a la vez logra focalizaciones individuales que atraen enmarcadas por la pantalla, donde irán apareciendo las partes de la estructura estratégica de la comunicación visual y se logra un recorrido con mirada direccionada ineludible a partir del recurso dominante, reproducido incansablemente en la resolución de esta obra.

"Cottone sabe transmitir lo que pretende de esta videoinstalación. El conjunto refleja confusión, barullo, desorden, la barahúnda de Babel. Los vínculos están cortados, cada uno habla su propio idioma, no hay intercambio entre ellos, no se produce conexión alguna, menos aun entendimiento o relación. Este es el argumento que da validación a la obra; ésa es la perspectiva metafórica que nos plantea el artista para reconocer que nunca hemos recuperado la imposible tarea de comunicarnos profundamente; enfrascados en nuestro propio universo, desembocamos en parcializaciones permanentes, actuamos en instancias privadas, cerradas, es decir, testimoniamos sobre nosotros mismos. Por último, Arber sostiene que el artista "produce un desdoblamiento múltiple entre apariencia y sentido, entre realidad y representación y también entre alegoría y creencia. Simultáneamente produce el juego visual de estructuras innovadoras y de prácticas desarrolladas dentro de la gran estrategia tecnológica que se va determinando a una velocidad sin precedentes y muestra una vez más su pasión en este desafío que llamó Babel.

METÁFORA DEL DISCURSO BABÉLICO

Por su parte, Orlando J. Pino señala que Cottone ha decidido en esta ocasión mostrarnos una videoinstalación, saliendo así de lo que lo ha caracterizado y muy bien en producciones anteriores: la imagen fija.

"Conforme a la dinámica de los tiempos actuales, de la que el arte no es ajeno, incursiona en la imagen móvil, saliendo así del cuadro, característico de la fotografía, conservando la plasticidad, emotividad, vitalidad y magia de la imagen fija. Al verla uno se siente tentado a hablar de vanguardia. Salir del soporte tradicional es una forma de señalar un posible camino de evolución de la fotografía. Podemos apreciar así aspectos de su crecimiento como artista y de las preocupaciones que como tal lo ocupara".

"Muestra al ser humano a través de personajes simples y desconocidos y a un discurso babélico que la especie ha construido a lo largo de los siglos y que forma parte esencial constitutiva de la civilización occidental al menos.

"Utiliza recursos técnicos como la cámara fija que en cierto modo la une con el discurso fotográfico, en tanto esa característica de fijeza, como también algunos paneos y fundidos que parecen indicar un movimiento; y una desaparición-aparición que es sólo aparente, pues lo que subyace es la "historia oculta" -la segunda historia- hemingwayniana que señala precisamente la confusión y el caos, por más que los personajes sean comprensibles, que los discursos de esos personajes sean entendibles, excepto para algunos cuando se expresan en idiomas diferentes al propio -curiosa característica exclusiva de la especie humana- pero que por decodificaciones internas uno puede llegar a comprender".

"El tono general por momentos moroso y cansino en apariencia, tiene una vitalidad exasperante en el conjunto, unido a licencias que Cottone se toma para incorporar temas por todos entendible. No obstante esa vitalidad tiene una conexión íntima con la fotografía, con la imagen fija, en la que Cottone se ha mostrado como un consumado maestro. Se percibe movimiento porque lo que se ve es videoimagen; sin embargo sería un error considerar de manera simplista a ese movimiento como esencial, ya que ese tono cansino y moroso nos acerca más a la imagen fija que al movimiento".

"Cada personaje cuenta "su' historia, aun en lenguaje gestual, y al contar cada uno su historia se produce una mezcla de discursos, que en el conjunto se percibe como una confusión esencial y es lo que nos remite a la Babel bíblica".

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL