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ACTUALIDAD / MEDIO AMBIENTE
Ciudades verdes contra la contaminación
Medidas ambientales. El color verde que cubre los campos apenas se convierte en pequeñas manchas que salpican las ciudades, donde el gris del asfalto y la contaminación se ha apoderado de su paisaje. Aunque estas selvas de cemento no representan ni el 1 % de la superficie terrestre, concentran casi el 80 % de la emisión de monóxido de carbono, causante del calentamiento global. textos de Isabel Martínez Pita

En las ciudades vive más de la mitad de los pobres del mundo y son las urbes las que concentrarán el crecimiento demográfico en los próximos 25 años.

Los problemas ambientales que se plantean en un futuro próximo deben comenzar a paliarse con decisiones drásticas que intenten atajar, en la medida de lo posible, las perjudiciales consecuencias.

El desarrollo de la arboricultura urbana ofrece numerosos beneficios que pueden ayudarnos a respirar de forma más limpia. Las políticas medioambientales de las poblaciones urbanas cada vez conceden más importancia a la instalación de árboles, vegetación y flora, que no sólo aportan belleza al paisaje.

Otras ventajas son las económicas, ya que las extensiones verdes reducen la temperatura del aire, lo que procura el ahorro energético de la población urbana. Además, los árboles incrementan el valor de la propiedad, protegen las vías públicas y edificios de los desmoronamientos de tierra, inundaciones, e invasión de arena.

La revitalización de espacios verdes, en muchas ciudades que están diseñando sus calles y avenidas con elementos florales y con la plantación de árboles, se puede atribuir a una labor conjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) junto con las autoridades municipales y comunidades locales.

Todos los que sean posibles

Para Michelle Gauthier, experta forestal de la FAO, "además del valor estético que ofrece la arboricultura urbana, los árboles y otro tipo de vegetación pueden hacer una considerable contribución a la seguridad alimentaria, el bienestar y la salud, además de enriquecer la calidad de vida al diversificar los ingresos de las familias".

Para Kamel Mahadin, profesor de Arquitectura del paisaje en la Universidad de Jordania -en Amman-, debería existir una única y sencilla regla que regulase la silvicultura en todas las ciudades: "plantar todos los árboles que sea posible".

Pero para ello se debe tener en cuenta la calidad de la tierra y el riego, ya que el crecimiento y supervivencia de los árboles en zonas muy pobladas se enfrenta a numerosas dificultades, debido a la limitación del espacio, a la calidad mediocre del suelo, y a la falta de agua y nutrientes, entre otros.

Antes de comenzar labores de plantación se debe determinar qué tipo de árbol sobrevivirá a estas específicas condiciones, que son consecuencia de las limitaciones que impone la contaminación y congestión de las ciudades.

La irrigación de estas zonas se debe realizar con aguas residuales convenientemente tratadas, de tal manera que se ahorraría consumo de agua potable y se propiciaría su eliminación, en muchos casos difícil. Por todo ello, sólo los expertos forestales locales pueden determinar el diseño de sus zonas verdes.

Una de las propuestas verdes más interesantes que se han ofrecido en los foros internacionales procede del ingeniero argentino Juan Cristóbal Rautenstrauch y su equipo, quienes han ideado la instalación de cubiertas verdes en los techos de casas y edificios públicos y privados.

Esta idea ha sido premiada por la Holcim Foundation, organización dedicada a promover la construcción sustentable con el apoyo del Massachusetts Institute of Technology, entre otras universidades.

Respeto por el medio ambiente

Desde hace años, Madrid, la capital de España, está considerada la urbe con mayor número de árboles de alineación, con 248.000 unidades, sólo superada por Tokio, que cuenta con 100.000 árboles más. Aunque hay que recordar que la capital japonesa comprende un área metropolitana en la que viven cerca de 12 millones de habitantes, tres veces más que en Madrid.

Madrid posee grandes pulmones históricos que se han conseguido mantener y conservar con el paso de los años, siendo el más importante la Casa de Campo, que con sus 1.700 hectáreas se calcula que puede tener alrededor de medio millón de árboles.

Por detrás de este gran pulmón urbano se encuentran, por extensión, el Parque Juan Carlos I (160 hectáreas) y el Parque del Retiro (118), este último con más de 15.000 ejemplares de árboles.

La medida del respeto

Los mejores y los peores

Entre los países más respetuosos con el medio ambiente, según el índice de actuación medioambiental 2008, difundido el pasado mes de enero por el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza encabeza la lista. En tanto, Costa Rica y Colombia ocupan también otros destacados puestos: el quinto y el noveno, respectivamente.

Después de Suiza, siguen Suecia, Noruega, Finlandia y Costa Rica, mientras que los últimos cinco de la lista son todos africanos: Mali, Mauritania, Sierra Leona, Angola y Níger.

Colombia es, después de Costa Rica, el país latinoamericano mejor situado, con un noveno puesto, muy por delante de algunas naciones europeas.