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DESTINOS
Una ciudad del arte y la cultura
Turín, en el Piamonte italiano. Es cada vez más una ciudad dinámica, ecléctica, europea y multicultural, dispuesta a apostar y a invertir en los propios recursos culturales y turísticos. En Turín, el visitante se sentirá sorprendido y atraído por las mil almas de esta población enmarcada por los Alpes y los Apeninos que abren camino al Mediterráneo. textos de Mario A. Laguzza

Turín es la provincia de Italia perteneciente a la región Piamonte, que limita con las de Novara y Cúneo, con el cantón suizo de Valais y con los departamentos franceses de los Altos Alpes y de Saboya.

Esta provincia tiene una superficie de 6.830 metros cuadrados, pertenece a la cuenca superior del río Po, con la parte llana muy fértil y rica en cultivos; pero su principal riqueza está constituida por la industria (explotación de mármoles, de hierro e industrias textiles).

En italiano, la ciudad se llama Torino, un vocablo que proviene del latín Taurium, de Taurus, Toro, animal que simboliza a la urbe en su escudo.

Esta ciudad se erige en la llanura entre el Po y el Dora Riparia, que la bañan y dividen en varios barrios unidos por varios puentes: ocho sobre el Po y cinco sobre el Dora Riparia. Su planta urbana es rectangular y su traza se basa en calles por lo general anchas y pavimentadas.

De arquitectura armoniosa, los edificios son de un mismo estilo. Las arcadas constituyen una característica común en varios de los edificios enclavados en el área central de la ciudad. El área más moderna está construida en los viejos baluartes y en la plaza de armas: tiene bellos edificios de diversos estilos, con jardines, plaza de juegos, etc.

El centro de la ciudad lo ocupa la Plaza del Castello, de donde salen las tres calles más importantes: Vía Po, que se extiende desde allí hasta la Plaza Vittorio Véneto, con una arquitectura de arcadas en ambas veredas que la caracteriza. Tiendas de antigüedades, librerías y locales históricos como el Café Fiorio, la distinguen.

En Vía Po se encuentra la joyería más antigua de Italia, llamada Musy, inaugurada en el año 1707. Y también está el museo de Bellas Artes, con una muy importante pinacoteca y el museo de Artes Decorativas, con relevantes colecciones.

La Vía Roma, que hace unos años fue totalmente reestructurada con edificios que poseen las características arcadas, pone en comunicación el centro histórico de la ciudad -Plaza Castello- con la Plaza Carlo Felice, donde se levanta la monumental estación de ferrocarriles de Porta Nuova. La Vía Roma es la calle comercial por excelencia, con negocios y boutiques de las más conocidas marcas.

La Vía Garibaldi, en tanto, comunica en sus extremos la Plaza de Castello con la del Estatuto. Es una calle peatonal, considerada como una de las más importantes de Italia. Sus renombrados comercios hacen que diariamente sea muy concurrida tanto por los turineses como por los visitantes de la ciudad.

El símbolo urbano

Mole Antonelliana es el símbolo de Turín. Con sus 167 metros de altura, se recorta sobre el perfil de la ciudad y su silueta se divisa desde todas partes.

Su construcción comenzó en el año 1863 a raíz de un proyecto del arquitecto Alessandro Antonelli -de allí su nombre-, para ser destinada a una sinagoga. Luego, por falta de fondos, su construcción se interrumpió y posteriomente fue cedida al Ayuntamiento que se hizo cargo de su finalización, para inaugurarla finalmente en 1897. Por entonces, la Mole fue el edificio de mampostería más alto de Europa.

El ascenso se hace mediante un ascensor panorámico interior de paredes vidriadas; cuando se asciende se tiene la sensación de pasar rozando las nervaduras de la bóveda. Una vez arriba, la vista de la ciudad y sus alrededores es maravillosa: contempla calles, avenidas, plazas y palacios principales, hasta divisar barrios periféricos e, inclusive, el río Po. En días claros se alcanza a ver, más allá de las colinas cercanas, la imponencia de los Alpes nevados.

En el interior de este imponente edificio se encuentra el Museo Nazionale del Cinema (Museo Nacional del Cine), único en Italia y uno de los más importantes del mundo: colecciones dedicadas a la arqueología del cine, historia de la fotografía, carteles y anuncios publicitarios, objetos y materiales de escena, etc., todo ésto en un excepcional y emocionante museo "vertical", que ofrece un viaje único a través de la historia del séptimo arte.

Plazas, palacios y museos

•Plaza del Castello: situada en el corazón histórico de Turín, debe su nombre a la residencia que se halla en el centro de la misma, llamada actualmente Palacio Madama. Desde aquí se pueden admirar numerosos monumentos.

Este palacio, de aspecto imponente, debe su escenográfica fachada barroca y la magnífica escalinata interior, al arte de Filippo Juvarra.

•Palacio Real. Construido en el siglo XV por voluntad de Carlo Emanuele I, sufrió en los sucesivos siglos, transformaciones y ampliaciones que dieron como resultado la monumental arquitectura que hoy se aprecia. •Jardines reales. Fueron proyectados a finales del siglo XVII por el Arq. paisajista André Le Notre, creador del Palacio de Versalles. Están adornados con estatuas, parterres y las fuentes dedicadas a las Nereidas y a Tritón. Un lugar perfecto para una agradable pausa en la naturaleza tras visitar los apartamentos de los palacios Real y de Madama. •Biblioteca Real. En el interior de esta monumental estructura se conservan colecciones de dibujos, libros, manuscritos y pergaminas, además de numerosos ejemplares de armas blancas y de fuego y armaduras. •Teatro Regio. Este coliseo que se levanta frente a la Plaza Castello, es el templo de la lírica turinesa. Tras el desastroso incendio que en 1936 destruyó por completo el edificio del siglo XVIII, con exclusión de su fachada, fue reconstruido e inaugurado en el año 1973. •Iglesia de San Lorenzo. Representa una de las máximas obras maestras del barroco europeo. Cabe remarcar la bóveda de nervaduras cruzadas: la fachada, uniformada con las de los palacios de Plaza Castello, se remonta al siglo XIX. •Plaza del Palacio de la Ciudad. Cerca de la Plaza Castello, se encuentra esta otra plaza, donde en uno de sus laterales se levanta el edificio del Ayuntamiento de Turín que data del siglo XVIII. Frente a su fachada se alzan las estatuas de Carlo Alberto y de Vittorio Emanuele II. •Caffe Mulassano. Antes de dejar la Plaza Castello, es recomendable hacer una pausa en este famoso café que desde 1907 está a disposición del público. El histórico local, lleno de fascinación, fue el primero en importar desde los Estados Unidos, en 1925, un tostador de pan, proponiendo también en Torino el sándwich. •Plaza Carignano. Es uno de los rincones más bellos e íntimos de la ciudad. En su centro se halla la estatua dedicada a Vincenzo Gioberti, protagonista del Risorgimento Italiano. En un lateral, el Teatro Carignano, hoy sede de la compañía teatral de repertorio. Su construcción se remonta a 1711, pero fue totalmente reconstruido en 1787 tras sufrir un incendio. En su interior se destaca una rica decoración de taracea, dorado y terciopelo rojo, con frescos en los paneles del techo.A la derecha del teatro se encuentra el histórico Restaurante del Cambio, y en el lado opuesto, la antigua y famosa heladería Pepino, locales históricos que atestiguan el buen paladar de los turineses.La Plaza Carignano fue uno de los primeros lugares públicos de Italia iluminados con farolas de gas. •Palacio Carignano. Su imponente fachada curvilínea barroca acompaña la evolución interior en las escaleras monumentales, simétricas, y el salón oval de representación, núcleo central de todo el conjunto: emergiendo del techo del edificio, constituye un elemento de gran innovación en la historia arquitectónica del barroco italiano europeo. El palacio alberga el Museo Nacional del Risorgimento Italiano, que conserva reliquias y testimonios de personajes como Giuseppe Garibaldi, el Conde de Cavour, Vincenzo Gioberti y otros. •Piazza Vittorio Veneto. Es una de las plazas más amplias del mundo y fue proyectada por el arquitecto Giuseppe Frizzi. Contorneada por edificios con soportales por tres de sus lados, se asoma al río a través del puente de época napoleónica que lleva el nombre de Vittorio Emanuele I y que conduce hasta la iglesia de la Gran Madre di Dio. La plaza a la que los turinenses llaman familiarmente Piazza Vittorio, también es muy apreciada por los numerosos locales concurridos las veinticuatro horas del día. •Museo Egipcio. Es el más importante del mundo, fuera del existente en El Cairo. Es uno de los más famosos que posee Turín. La colección de estatuas, sarcófagos, momias, papiros, amuletos y collares suma aproximadamente unas 30.000 piezas, muestra que ilustra la civilización del Antiguo Egipto en todos sus aspectos, desde el esplendor del arte de los grandes ritos conmemorativos a objetos de uso cotidiano, desde los ritos funerarios hasta las técnicas de trabajo artesanal.Desde hace algunos años la dirección del museo lleva a cabo un programa de ampliaciones atendiendo a criterios de una mejor accesibilidad al público y de modernización del espacio de las exposiciones. Todo para recibir mejor al visitante.

Un recorrido por el mapa

ITALIA

Italia está dividida administrativamente en 20 regiones. Estas a su vez se subdividen en provincias. La del Piamonte está integrada por 6 provincias: Alessandria, Asti, Cúneo, Novara, Vercelli y Turín, cuya ciudad capital es la que nos ocupa en esta nota.

El Piamonte tiene una superficie de 25.414 kilómetros cuadrados y es la segunda región más grande del país, después de Sicilia (25.707 km2) y junto a la vecina Lombardía (23.801 km2), son las más extensas del norte de Italia y aún del resto del territorio.

El Estado italiano está instalado en la península apenina. Su territorio comprende: una parte continental, que es la vertiente meridional de los Alpes; la península propiamente dicha, y otra parte, la insular, integrada principalmente por las islas de Sicilia y Cerdeña.

La península itálica o apenina ocupa una posición privilegiada en el centro del Mediterráneo, al que divide en dos cuencas: la oriental y la occidental.

La forma de esta península es larga y angosta y es similar a la de una "bota de montar". Su longitud máxima es de 1.200 kilómetros.

El barroco

Turín o Torino encierra inestimables tesoros arquitectónicos y artísticos, en especial, la arquitectura barroca tuvo en la ciudad sus mas altas realizaciones, de hecho, en la Casa Real quiso contar con los mayores artistas de su tiempo para celebrar su rango: el barroco de Guarino Guarini y la elegancia del siglo XVII de Filipo Juvarra han dejado testimonios admirables en la capital y en sus alrededores.

Torino cultural

Torino asombra por sus múltiples aspectos: desde los sitios de interés históricos, como iglesias y palacios, ricos de obra de arte, hasta los museos, para continuar con los numerosos eventos y citas que la convierten en una ciudad animada, siempre en efervescencia, lista para acoger nuevas sugestiones y dar espacio a todo tipo de iniciativa.

La capital del arte contemporáneo

Castello de Rívoli: el museo

En el momento de la inauguración del Museo del Arte Contemporáneo en 1984, por iniciativa del Consejo Regional del Piamonte, el Museo de Arte Contemporáneo del "Castello de Rívoli", era el primero y más importante de su género en Italia. Esta primacía sigue manteniéndose todavía, porque el Castillo de Rívoli no es uno de los tantos centros de exposición surgidos en los últimos años, sino un verdadero museo, provisto de una destacada colección permanente.

Junto a las numerosas muestras temporales de nivel internacional que se organizan cada año, el Castillo de Rívoli presenta al público una colección que documenta las modernas tendencias artísticas con obras de maestros, de protagonistas y de artistas en auge, hasta llegar a las últimas generaciones.