Sucesos: SUCE-01
Numerosos heridos
Violento desalojo en La Quiaca
En la Municipalidad las fuerzas de choque de la policía dispersaron a los manifestantes. Foto: DYN. 

La represión se desató contra una manifestación de desempleados que reclamaban planes sociales. Primero cortaron el paso internacional con la ciudad boliviana de Villazón y luego se trasladaron a la Municipalidad de La Quiaca, donde fueron repelidos con balas de goma.

DYN

Al menos diez personas resultaron heridas y numerosas sufrieron lesiones y contusiones cuando la policía de Jujuy desalojó en forma violenta a desempleados que ocupaban la Municipalidad de La Quiaca, tras lo cual el sacerdote Jesús Olmedo marchó con manifestantes e inició una huelga de hambre.

Organizaciones de derechos humanos, dirigentes sociales y los integrantes de la multisectorial que tomó el edificio repudiaron el operativo realizado este viernes por la policía provincial y cuestionaron al gobernador Walter Barrionuevo, quien sostuvo que "no hubo represión", sino "algunos forcejeos".

En medio del desalojo, el dirigente de la Multisectorial de La Quiaca, José Luis Martínez, quien se moviliza en silla de ruedas, fue sacado de la comuna "a la rastra" por los policías, mientras el obispo Marcelo Olmedo sufrió un principio de intoxicación por la inhalación de gases lacrimógenos.

En diálogo con DyN, el obispo de Humahuaca denunció que "fue una represión policial el desalojo de la municipalidad. Sería mejor que los gobiernos nacional y provincial miren un poco más a la puna jujeña y solucionen los conflictos", remarcó el prelado.

"No hubo represión"

Sin embargo, el gobernador sostuvo que "la policía actuó en el marco de un requerimiento judicial" y consideró que "no hubo represión, sino que se dio una circunstancia lógica de forcejeos y empujones porque la gente no accedió tan fácilmente a salir".

La Corriente Clasista y Combativa de Jujuy repudió los hechos de violencia y responsabilizó "al gobierno nacional, al de la provincia y al municipal por la brutal represión que se desató contra la Multisectorial de la cual somos parte".

"El sacerdote Jesús Olmedo hizo una carta abierta dirigida a la presidenta (Cristina Fernández) planteando esta terrible situación en la que viven los quiaqueños, la cual no tuvo ninguna respuesta", remarcó la organización en un comunicado.

Olmedo, por su parte, reiteró sus reclamos de asistencia al gobierno nacional y remarcó que "aquí la pobreza no ha disminuido. La desnutrición infantil ronda el 50 por ciento".

El sacerdote encabezó anoche una nueva marcha de la que participaron cientos de desempleados, tras lo cual se instaló en la plaza central de La Quiaca, donde inició una huelga de hambre.

De ese modo, dijo que planea "llamar la atención de las autoridades nacionales para que vean la pobreza que hay en la puna" y advirtió que se trató de una "masacre" la represión de ayer.

Planes sociales

Los manifestantes ocuparon el municipio luego de que levantaran el corte del puente que une La Quiaca con Bolivia y reclamaron el aumento del valor de los planes sociales que cobran, la reincorporación de trabajadores municipales y la construcción de un viaducto en la zona. El desalojo fue ordenado por el juez penal de turno, Jorge Alvarez Prado. El desalojo violento de los manifestantes fue concretado ayer por la mañana por efectivos de la Guardia de Infantería.

Cura baleado

El sacerdote de La Quiaca Jesús Olmedo denunció que recibió dos balazos de goma en sus piernas durante el desalojo de manifestantes de la Municipalidad, tras lo cual inició esta noche una huelga de hambre. "Lo que pasó acá fue una masacre, tal como se describe en el diccionario", dijo Olmedo, cuando se refirió a la actitud violenta de los policías que dispararon balas de goma contra desempleados que tomaron la comuna acompañados por niños.

Olmedo marchó ayer por la tarde por las calles de La Quiaca y se instaló finalmente con una carpa precaria en la plaza central de esta ciudad, en el extremo norte de Jujuy, donde inició una huelga de hambre "por tiempo indeterminado".

El sacerdote responsabilizó "al intendente (Daniel) Suárez, al diputado provincial Miguel Tito, al juez (Jorge) Alvarez Prado y a la policía", sostuvo el sacerdote, quien encabeza el Movimiento Multisectorial de La Quiaca.

Asimismo, repudió las declaraciones del gobernador Walter Barrionuevo, porque "minimizó lo que pasó en La Quiaca".