Cuando se supere el conflicto, se espera la aparición de una importante oferta acumulada durante 10 ó 15 días. Pasado ese momento, se prevé una presencia escasa de novillos livianos y pesados, y de vacas gordas, las categorías que más kilos aportan en la faena de carne.
Ignacio Iriarte
Hay todavía un considerable volumen de carne en cámara, pero con faenas tan irregulares alcanza sólo para pocos días más. Es muy difícil, cada vez más, armar las faenas, por la acción de los piquetes y cortes de los transportistas.
Las plantas se abastecen, pagando precios de entre cinco y 10 por ciento más altos que hace una semana, con animales de campos o feedlots más cercanos o con el concurso de camioneros audaces a través de caminos vecinales. Los precios al mostrador han bajado poco y nada y sólo han caído con respecto a los altísimos picos de fines de marzo.
No puede hablarse de un consumo ni alto ni bajo, porque hace ya casi cinco semanas que se han dejado de publicar las cifras de faena. El mercado de carne no está ajeno al estado de confusión general que prevalece en el país.
Hoy los valores del ganado repuntan por el bloqueo de los caminos, pero se observa un carry over (remanente) en los campos de hacienda que hace semanas no se puede comercializar por los paros, la "sub-actividad" de los exportadores o por la suspensión de cientos de remates-ferias en toda la zona pampeana.
Demasiado tarde
Muchas vacas conserva mueren en el campo, claudican en los camiones o se caen en las ferias o en los corrales de los frigoríficos: debieron comercializarse hace semanas. Hay novillos pesados pasados de peso y grasa que hace tiempo esperan la oportunidad de su venta. También novillos que, a causa de la seca, han perdido peso y estado y rinden mucho menos de lo esperado.
Cuando se supere el conflicto, se espera la aparición de una importante oferta acumulada por 10 ó 15 días, pero pasado ese momento se prevé una presencia escasa de novillos livianos y pesados y de vacas gordas. Estas tres categorías son las que más kilos aportan a la faena y las que todavía tienen una "pata pastoril" importante.
En un invierno que se presenta con menos pasto y reservas, además de granos caros, la mayoría de los operadores proyecta un faltante de esas tres importantes categorías y un exceso de oferta de los ganados muy livianos livianos de feedlots.
Más incumplimientos
Los engordadores a corral confían en que a partir de julio-agosto, el faltante de hacienda pastoril o suplementada sea de tal magnitud que los precios de la hacienda terminada a corral no caigan, por un desplazamiento de la demanda. Ahora se entregaron registros de exportación, pero ya es tarde, faltan pocos días para cerrar el año Hilton y probablemente queden entre 1.000 y 1.500 toneladas sin cumplir. Ya se están realizando embarques aéreos, a un costo de 2.200 a 2.500 dólares por tonelada, con la pérdida del 70 por ciento del sobreprecio que recibe el frigorífico.
Si se aplica el "encaje" del 75 por ciento en la exportación de carne y muy probable que de aquí en más, los embarques al exterior se ubiquen entre 300 mil y 350 mil toneladas anuales, por debajo del cupo anunciado para este año de 550 mil toneladas. La idea subyacente en los funcionarios que hoy están pergeñando la política de carnes, es que el consumo se ubique en 65 a 70 kilos anuales per cápita y que sólo se exporte en la medida en que las empresas del sector muestren una colaboración activa en el abastecimiento interno, cualquiera sea el perfil de esa empresa o el tipo de ganado que trabaja.
Cruzada
Hay una cruzada oficial para bajar los precios de la carne al costo que sea y que esta política de encajes, cupos, registros de exportación y aprobación final de cada tonelada exportada es parte de un plan más amplio para hacer caer el precio de la carne, contribución decisiva ésta al enfriamiento de las expectativas inflacionarias. "¿Qué está cayendo el stock? Ese es un problema de los ganaderos, no de las autoridades", reflexionan. Hay carne en las cámaras, pero puede sobrevenir un cuadro complicado.