Opinión: OPIN-05 El Papa declara una "emergencia educativa"

(EFE)

El Papa Benedicto XVI dijo que debido al "relativismo penetrante y a veces agresivo" que existe en la sociedad actual y que hace tambalear "los pilares fundamentales", tanto en Italia como en otros países del mundo se advierte una "emergencia educativa".

El Pontífice así lo manifestó en el discurso que dirigió a los obispos italianos que celebraron en el Vaticano la XVI Asamblea general de la CEI. "En Italia como en otros países, se advierte una auténtica emergencia educativa. Cuando en una sociedad y en una cultura marcada por un relativismo penetrante y a veces agresivo parece que se tambalean los pilares fundamentales y los valores y las esperanzas que dan sentido a la vida, se difunde fácilmente entre los padres y los enseñantes la tentación de renunciar a sus obligaciones", denunció el obispo de Roma.

El Pontífice añadió que se llega al punto de que los padres y los educadores no saben cuál es su papel y su misión.

Debido a ello, los muchachos, adolescentes y jóvenes, "aunque circundados de atenciones y posiblemente demasiado protegidos ante las pruebas que pone la vida", se sienten al final abandonados, solos, ante las grandes preguntas que les surgen y ante los desafíos del futuro. El Papa agregó que para los obispos y sacerdotes el desafío de la emergencia educativa es la transmisión de la fe a las nuevas generaciones y que en ese punto tienen que vérselas con el relativismo, "una cultura que deja a Dios a un lado y que desalienta cualquier elección comprometida y privilegia las satisfacciones inmediatas".

Benedicto XVI añadió que es necesaria una educación que se pueda llamar como tal, "en la que los educadores sean testimonios creíbles de esa realidad y de esos valores con los que se puedan construir vidas personales y proyectos de vida común y compartida". Agregó que en el marco de un "laicismo sano y bien entendido hay que resistir a la tentación de considerar la religión y en particular el cristianismo, como un hecho sólo privado. Las perspectivas que nacen de nuestra fe pueden contribuir a la solución de los mayores problemas sociales y mortales de Italia y de Europa actualmente.

El Papa reiteró el compromiso de la Iglesia en la tutela de la vida humana desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. Asimismo, dijo que "no pueden cerrar los ojos ni callar" ante las pobreza y las injusticias sociales que afligen a la humanidad y que "exigen el generoso compromiso de todos".

En la misma línea que los obispos italianos, el Papa se mostró a favor de que el Estado italiano financie la escuela privada, afirmando que "en un Estado que se precia de promover la libre iniciativa en todos los campos, no parece justificarse la exclusión de un adecuado apoyo al compromiso de las instituciones eclesiásticas en el campo escolar".