El juego, desarrollado ante unos 15.000 hinchas albiazules, en su cancha del barrio Jardín, favoreció de entrada a los locales por los buenos desempeños de Matías Quiroga y Lucas Rimoldi, que proyectaron a sus delanteros, aunque sin tener éxito, en el arco contrario, donde Esteban Dei Rossi se convertía en figura.

La presión de Talleres le significaron cuatro corners, mientras que Racing en su primer tiro de esquina logró su gol cuando Sosa, con remate corto, aprovechó el rebote en la base del palo derecho del arco de Valentín Brasca.

La desventaja desmembró a Talleres y fue Racing el que pasó a dominar las acciones, generando jugadas de riesgo por las buenas labores de Hernán Becica y Juan Aleso.

Un cambio de actitud y una mayor decisión desde el inicio del segundo tiempo le permitieron a Talleres acomodarse mejor en el campo de juego y atacar el arco de Del Rossi. Cuando iban 7 minutos, con un exacto cabezazo al piso y lejos del alcance del arquero rival, Héctor Cuevas convirtió el gol del empate y estableció la seguridad de la permanencia en la B Nacional.

A partir de esa conquista, Talleres, que ayer estuvo dirigido por la dupla Humberto Grondona-Carlos Bustos, manejó el desarrollo, mientras Racing decayó en su nivel. Los albiazules se aferraron al empate que, por el triunfo (2-1) en el partido de ida y la ventaja deportiva, le aseguraron su continuidad en la B Nacional, mientras el esfuerzo de Racing no se vio compensado y deberá luchar un año más en el Argentino A.

El final del partido fue caótico por la invasión de la cancha por parte de los hinchas locales, que desnudaron a varios de los jugadores para llevarse como trofeo algunas de sus prendas.