Economía: ECON-01
El presente y futuro según los empresarios
¿ Por qué suben los alimentos?
Andrés von Buch y Jaime Abut, autoridades del Precoloquio de Idea realizado en Rosario, con el gobernador Hermes Binner. Foto: Télam

Factores que elevan los precios de los alimentos. Se prevé que producciones de carnes y lácteos van hacia una mayor escala y concentración. El negocio del agro se consolidará con actores cada vez más grandes.

Teresa Pandolfo (enviada especial).Ä Con la sensación de que la Argentina está inmersa en una desaceleración de su economía y con Hermes Binner como primer orador, quien hizo declaraciones tales como "tenemos una centralidad agobiante" en nuestro país, se desarrolló en Rosario el Precoloquio Centro de Idea.

Pese a que los temas centrales de la jornada fueron "El desafío de la Pymes", "El tsunami de los alimentos" y "El federalismo fiscal", las exposiciones fueron atravesadas por las consecuencias del conflicto del gobierno con el campo, la inflación y la necesidad de que se revean políticas comerciales y estilo de conducción.

Uno de los temas que más ocupa y preocupa en la economía es la demanda inusual y sostenida de alimentos y la suba de los precios.

Correspondió al Ing. Marcelo Regúnaga, profesor de Escenario y Negociaciones en el posgrado en Agronegocios de la Universidad de San Andrés, analizar los factores de este fenómeno mundial, en tanto Miguel de Achával, gerente de Cactus Argentina SA, advirtió la falta de competitividad que se observa en el sector ganadero (ver nota relacionada). "La carne a pasto no tiene futuro, es una cuestión industrial", precisó. En tanto, en el tema granos, sostuvo que "los mercados de futuro ÄChicago y el del petróleoÄ nos indican hacia dónde va el mercado. No creo que haya mejores precios en el futuro que los de ahora", advirtió.

Achával, además, fue quien aportó valores promedios de lo que implica la alimentación para una familia de altos ingresos con respecto a otra de bajos recursos. Mientras que, en la primera, la erogación se ubica en el 10 % y podría subir al 10,6 %, en el segundo caso, la alimentación implica el 50 % del total de los ingresos con tendencia a llegar a más del 60 %.

Factores para el alza

El Ing. Marcelo Regúnaga partió de indicar que desde 1999 a 2008, el petróleo había tenido un aumento del 530 %; los commodities, el 300 %, y los productos alimentarios, un 100% . "La sensibilidad respecto de los alimentos es muy grande. En esta década se ha dado una demanda mayor al crecimiento de la oferta", y refirió, en particular, los casos de China e India e, incluso, de algunos países de África que han desarrollado una clase social que pretende mejorar su nivel de vida y de dieta, un vuelco hacia los aceites, lácteos y carnes. Aun con ingreso per cápita bajo, pretende comer más", aseveró.

Otro factor que ha concurrido en la demanda de alimentos es el poder de compra europeo, que ha mejorado "en forma dramática, igual que en otros países asiáticos".

Un tercer elemento componente del cuadro es la producción de los biocombustibles. "Se saca de la oferta exportable una parte de maíz y de oleaginosas. En el caso del Estados Unidos, esa extracción es baja Ämenos del 2 por cientoÄ, pero tiene un efecto marginal importante en los mercados. Los potenciales aumentos de precios, además, están repercutiendo en la caída de los stocks de granos mundiales; actualmente, la más baja desde 1970.

A juicio de Regúnaba, coinciden dos fenómenos distintos: uno estructural y otro coyuntural. Este último comienza a darse en el 2006 y refiere, entre otros, a la acumulación de problemas climáticos en los distintos países. "Estamos viviendo un problema de estrechez de oferta como consecuencia de la extracción del mercado de exportación de maíz para los biocombustibles". Y, además, sucede que los alimentos suben porque también sufren incrementos los insumos utilizados para producirlos que, en general, son derivados del petróleo. Otro elemento presente es la incorporación de los fondos de inversión en el mercado de granos.

Volatilidad

Regúnaga consideró, asimismo, que "se está viviendo una época de alta volatilidad en los precios" y que, por eso, debían mantenerse los mercados de futuro como instrumentos de defensa ante esa volatilidad.

Luego, se interrogó si este proceso era parecido al de 1996/98 y respondió que "los analistas consideraban que éste era más estructural por el crecimiento de la demanda, tanto por la diversificación de dietas como por el mayor consumo per cápita. Además ÄdijoÄ, se enfrentan restricciones para aumentar las áreas cultivables. Precisó que en el mundo faltan tierras y agua y sostuvo que la productividad de las actuales debería aumentar en un 25 % para atender la demanda de alimentos.

En el contexto de este mundo, consideró que la Argentina es competitiva en la cadena de granos, tiene posibilidades de agregarle valor a carnes y lácteos; puede expandir su frontera agropecuaria y, además, cuenta con el potencial de los biocombustibles y le es posible diversificar su producción.

En cuanto a los desafíos, indicó que se va a un cambio de patrones de consumo, que se tiene un contexto competitivo en cuanto a los mercados, que hay actores con ventajas de tamaño y países que articulan mejor sus estrategias entre lo público y privado.

El orador aportó soluciones para que puedan acceder a los alimentos las familias con menos recursos y citó como instrumentos de política económica: bajar los derechos de importación, bajar impuesto al IVA, el subsidio del pan y los granos alimentarios, entre otros.

Pero hizo también advertencias: habló de la tendencia observada en Japón y la Comunidad Europea de volver a la autosuficiencia alimentaria, punto que había que mirar, sin perjuicio de lo cual consideró que la Argentina tiene una oportunidad histórica, un horizonte de buenos precios, pero que debía seguir el desarrollo de un país más integrado.

Por su parte, Alejandro López Moreira, gerente GTA de Adecoagro, abordó el tema de la lechería y presentó un proyecto de tambo estabulado (ver dato) .

Indicó que la Argentina está en el promedio mundial de producción de leche por vaca y por día: 16,2 litros contra 34 litros en otros países y consideró que la lechería presenta grandes oscilaciones, dado que se trata de una producción en la que lo estacional tiene incidencia y está relacionada con la calidad de los pastos y el clima. Bregó por el rediseño de la producción de forraje y, fundamentalmente, la conversión de granos en leche, diciendo que mejora en un 30 % el producto respecto de los sistemas pastoriles. "La producción de alimentos debe observarse como una apuesta de largo plazo y las Pymes, atravesar la industria de producción", concluyó.

Estar alertas

El tercer orador fue Miguel Achával, quien, además de referirse a su tema específico, alertó sobre los cambios de conducta que se están dando en la sociedad norteamericana, "la gran demandante del mundo, que consume menos a partir de la crisis financiera. Ha vuelto a comer barato y no sale los fines de semana, datos que no podemos ignorar", dijo en un momento de la exposición.

Se manifestó partidario de que, en materia de carne bovina, la Argentina se independice de Europa (que no permite la entrada de carnes producidas con semillas) y bregó por "producir lo que genéticamente podemos producir".

Consideró que las economías de escalas son "algo que se viene en la producción de carnes" y, al respecto, remarcó que "no se podía tener un novillo pastando en un lugar donde se producen alimentos para el ser humano".

En carnes, concluyó que lo que importa es la marca. "Brasil lo ha entendido mejor. Marca y no importa el origen; la marca es la que respalda el origen. La carne que mejor se paga es la producida con granos, en forma industrial", dijo para enfatizar que "la globalización es dura" y que "la oportunidad de los alimentos consiste en saber capturar lo que el cliente quiere, más allá de las políticas públicas".

Tambo estabulado

En Christophersen, una localidad del sur santafesino, funciona el primer tambo "estabulado o confinado" del país, que consiste en galpones especialmente montados donde las vacas de ordeñe llegan a duplicar el promedio de 16 litros diarios de leche que se produce a nivel país como promedio.

Los primeros resultados del emprendimientos fueron dados a conocer por el responsable técnico de la firma Adecoagro, Alejandro López Moreira. La iniciativa llevó un año de estudios, otro de construcción y un tercero de prueba.

Las vacas en ordeñe viven en estos galpones sofisticados, con "camas de arena" y recicladores especiales, donde los animales no tienen contacto con la tierra ni deben salir en busca de pasturas. La alimentación consiste en maíz Äla intención es también, más adelante, producir etanolÄ y se enmarca dentro de la teoría de "tierra productiva".

El nuevo tambo "en gran escala industrial" cuenta actualmente con 700 vacas, que podrían pasar a ser 3.000 en un futuro cercano, a partir de las mejoras que se realizan en la planta.

Producir con competitividad carne bovina

Miguel de Achával , gerente general de Cactus Argentina (sociedad de la norteamericana Tyson y la local Cresud en la producción de carnes bovinas), es tajante cuando habla de las ineficiencias productivas del sector. Este fue el diálogo con El Litoral

-¿Por qué la Argentina no está siendo competitiva en la producción de carnes? -Hablo de la carne bovina y la no competitividad se debe a una falta de intensificación de la producción en sí. Tenemos un materia prima y una genética más que aceptable, diría que muy buena, pero no la estamos utilizando como debemos. Hay animales que tendríamos que faenarlos con 460 kilos de peso y lo estamos haciendo con 260. Es decir pago por la materia prima y después no la hago valor agregado - Usted dijo en la exposición que la ganadería pastoril no tiene futuro. - No es que quiera terminar con la ganadería pastoril sino digo que no tiene más futuro. La crianza debe ser pastoril en tanto que la terminación del animal debe ser intensiva e industrial porque sino se generan muchas ineficiencias y utilizamos pedazos de tierra para tener un animal que gana 500 granos, en un pedazo de tierra que cuesta 4.-000 dólares la hectárea, y que puede generar muchos alimentos para mucha gente. Creo que como humanos nuestro deber es generar la mayor cantidad de alimentos, la mayor cantidad de subproductos y que los animales coman los subproductos o los alimentos que los humanos no coman. - ¿Qué recomendación le haría a los frigoríficos. En el norte de Santa Fe tenemos plantas exportadoras.- En el norte de Santa Fe, Friar está terminando los animales en feedlot que cría primero a corral. ¿Y por qué lo hace? Porque no puede depender de la madre Naturaleza todos los días para ver si le entra hacienda. El consumidor de la Argentina y del mundo ya no acepta un producto inconsistente. La producción o la terminación de carne en forma pastoril da un producto inconsistente. A veces nos gusta, pero otras es duro, a veces tiene poca grasa o mucha. -¿Cómo resolver cuotas para el mercado interno y cuotas para la exportación? - Yo diría que nos dejen exportar más. Que le podamos demostrar al gobierno que si nos permiten hacerlo más, la industria frigorífica argentina va a ser un gran generador de carnes para el mercado doméstico. Que nos dejen intentarlo y creo que se lo vamos a poder probar con creces. La industria frigorífica está ansiosa de generar carne. Nos interesa producirlas y con un poco de exportación más vamos a hacer que el precio para el productor suba y que toda la cadena se eficientice. Pero no se logrará lo mismo con sistemas castradores. - Estamos en mora con la Cuota Hilton. No hemos mandado 2.000 toneladas de la Cuota Hilton. Hemos tenidos marchas y contramarchas en las exportaciones, Argentina, ¿no debería cambiar su actitud como exportadora? - La primera actitud es que no tenemos por qué subsidiar 70 kilos de carne por persona; ésa la principal. ¿Quién tuvo la brillante idea de que la Argentina debía subsidiar 70 kilos de carne? Si estuviéramos tomando 10 litros de leche y hubiera que darle más leche a los chicos, todavía. Si estuviéramos comiendo 10 kilos de carne, estoy de acuerdo pero 70 kilos donde todo el mundo sabe que no es tan bueno a nivel salud comer tanta carne y el gobierno lo subsidia.. Ahí empieza el foco de la cuestión. Si pudiera, le diría al gobierno: pará, que el argentino coma 40 kilos de carnes y se exporte el resto; que coma pollo, cerdo, pizza, etc. La cultura de la carne argentina es un verso. La cultura de la carne se llama precio porque el día que el precio suba, la gente deja de comer carne.