Opinión: OPIN-01 La estación Belgrano y una demorada recuperación

Ni centro cultural, ni emprendimiento comercial, ni museo, ni terminal ferroviaria. En la estación del Belgrano prácticamente no hay vestigios de ninguna actividad y la escasa presencia humana que registra la aportan familias de migrantes y grupos empobrecidos que encuentran, en los andenes, un precario refugio para sobrevivir. Más allá de los proyectos que lo imaginan remozado y en pleno desarrollo, el edificio que domina "la punta" del bulevar Gálvez sigue mostrando la misma, degradada imagen de hace varios años, cuando el abandono se fue apropiando de una construcción proyectada y construida hace casi un siglo para acompañar el empuje del transporte sobre rieles.

Con los años y el ocaso de la actividad ferroviaria, la enorme construcción se volvió, lenta e inexorablemente, tierra de nadie y comenzó a mostrar los signos del deterioro, la rapiña y, finalmente -cuando ya no quedó nada de valor para ser sustraído o roto-, le sucedió el abandono. Así fue que, al tiempo que se inventariaban las pérdidas y los daños, iba aumentando el cálculo de los fondos que se requerían para las obras de restitución o reparación, según el caso.

Luego de numerosos intentos por poner en valor al predio, se convocó hace prácticamente dos años a licitación para la recuperación patrimonial del edificio y la urbanización de los terrenos aledaños. Cabe señalar que, detrás de la imponente construcción que se observa desde bulevar, se extienden varios cientos de metros de terreno que tampoco tienen, por ahora, un destino concreto. Pero que, además, constituyen por su ubicación y características, un serio obstáculo para la integración de los dos barrios lindantes con el predio: Siete Jefes y Candioti Norte. Por esa razón es que oportunamente se puso de relieve la necesidad de lograr una articulación de ambos sectores a través de obras básicas de infraestructura, como es la apertura de calles.

Sin embargo, aquel llamado a licitación fue postergado y recién se pudo concretar varios meses después. La apertura de ofertas y la adjudicación de las obras y explotación comercial se conoció el año pasado, aunque todavía -mientras restan completar trámites en la administración central- los trabajos no lograron ponerse en marcha.

Un informe publicado días atrás por este diario revelaba que en los últimos tres meses el decreto de adjudicación estuvo inmovilizado en una oficina de tercera línea del gobierno nacional, sin que exista una justificación aparente para explicar semejante demora y aún cuando ya se habían practicado las modificaciones reclamadas, como dejar una vía libre, acceso al edificio y un espacio para construir una pequeña estación, con vistas a una futura reactivación del ramal.

Tras las gestiones realizadas por autoridades locales, se supo que es intención del gobierno nacional completar los trámites que permitan acelerar los tiempos de la adjudicación definitiva y el comienzo de los trabajos que posibiliten recuperar la ex estación y asegurarle otro destino diferente del que la viene acompañando en los últimos años, que no es mucho más que el creciente deterioro.