Región: REG-03
Editorial
La quimera del agua

Esta semana la efervescencia de la actualidad en el debate legislativo siguió ocupando la agenda de los medios masivos de comunicación, por la trascendencia que el tema implica.

Casi con sigilo, mientras tanto, el Gobierno nacional anunciaba un acuerdo con la Mesa de Productores de Leche de las provincias de Santa Fe, Córdoba y La Pampa. En el mismo, la industria manufacturera se compromete a pagar la leche fluida a un mínimo de 94 centavos durante julio y agosto de 2008. El precio de corte para la tonelada de leche en polvo quedará en U$S 3.116. Con los fondos a recaudar por los derechos de exportación volverán 15 centavos a las usinas. Para aquél productor que supere los 12.000 litros de leche diarios por unidad productiva, a razón de 10 centavos por cada litro producido hasta alcanzar los 6.000 diarios.

El acuerdo fue rechazado de plano por la Comisión de Enlace de las entidades agropecuarias, la Asociación de Productores de leche y la Mesa de Productores de Buenos Aires y Ente Ríos, que entienden que ir por afuera de dicha comisión representa la primera división del frente rural de la que el Gobierno no tardó en aprovecharse.

Mientras tanto, Campolitoral sigue recorriendo la provincia, y en este número refleja un informe especial acerca de los estragos de la sequía en el norte santafesino. A manera de corolario de la gira iniciada un mes atrás en el departamento Vera, en este número se cuenta la realidad de lo acontecido en el departamento 9 de Julio.

Luego de casi nueve meses sin lluvias, los campos de los Bajos Submeridionales expresan la impotencia de los productores ganaderos de la zona, quienes deben hacerse cargo de la crisis más grave de su historia.

El tema requiere un tratamiento de tipo integral a nivel nacional, ya que la zona comparte la cuenca del Salado con provincias linderas. Mientras tanto, el Ministerio de la Producción colabora como puede para acercar agua a los campos más castigados.

Luego de años de trabajos para sacarse de encima el agua, se hace imperativo un replanteo de fondo de este tópico que permita devolver a la producción ganadera a las tres millones y medio de hectáreas que el área incluye.

Mientras el norte sufre por la falta de lluvias, la tormenta parece estar tomando fuerza para volver. Pero no se trata de un fenómeno climatológico, sino político y social. El Gobierno se siente fortalecido por haber logrado abrir la primera grieta en su oponente más duro: el campo, y redobla el apriete a sus legisladores. Mientras la economía nacional sigue desacelerando su ritmo, la oportunidad para instalar el debate de fondo tantas veces postergado parece estar eclipsada por la puja cortoplacista que imponen los Kirchner. Ojalá que llueva agua en el campo y sentido común en quienes deciden por nosotros.